lunes, 11 de noviembre de 2019

ESTAMOS CASI IGUAL

Se han celebrado por fin las tan deseadas y necesarias Elecciones Generales de noviembre que pensaban muchos que iban a desbloquear la situación política y acabar con la interinidad política que llevamos viviendo tanto tiempo.
Me acuerdo ahora de Giuseppe de Lampedusa y de su obra magna El gatopardo, llevada al cine por el genial Luchino Visconti. Se hizo a raíz de esta novela muy famosa la frase de: Cambiar todo para que nada cambie. Pues algo así ha ocurrido en estas Elecciones Generales: se ha intentado cambiar todo para procurar el desbloqueo, aunque algunas cosas sí que han cambiado, pero la realidad política de formar un Gobierno que gobierne ya se hace de momento improbable e incluso imposible.
El PSOE ha ganado las Elecciones, aunque ha perdido algunos escaños en comparación con las anteriores Elecciones Generales. Pero se mantiene sin duda como la fuerza más votada. Pero no tiene diputados suficientes como para formar un Gobierno estable. Tiene que formar coalición con otro u otros partidos.
Y hay problemas para ello, por eso digo que en realidad nada ha cambiado. El Partido Popular ha subido bastantes escaños. Se ha llevado una gran parte de votos de la derecha dubitativa. Es una victoria personal de Pablo Casado. Eso ha posibilitado la caída en picado de Ciudadanos, que pretendía representar a una derecha un poco más light y que tuvo la oportunidad de gobernar con el PSOE en algunos de los contactos que tuvieron ambos partidos en el anterior panorama político de España. Albert Rivera debería de presentar ya su dimisión. Está tardando. La situación es trágica para el partido. Un poco más y desaparece del Congreso de los Diputados. Ha sido francamente algo totalmente inesperado. Y lo siento. Muchos de los votos de Ciudadanos han ido a parar a VOX, la fuerza que más ha subido en las Elecciones.

A medida que hay más Elecciones aumenta el desencanto y éste lo coge preferentemente la ultraderecha. Ya ha ocurrido en otros países. No pasa nada si gobierna la ultraderecha. No es mi ideología, pero es una ideología más que si algún día llega al poder será porque es un partido democrático que ha sido votado por el pueblo.
VOX ha concentrado votos de los desencantados. De muchos desencantados. Ha duplicado su representación parlamentaria, lo cual es un éxito tremendo dado que hace apenas nada no estaba ni en el Parlamento. Sólo cabe felicitarles porque a su manera quieren lo mejor para España. Cabe presuponer que todos los partidos quieren lo mejor para España, menos los partidos independentistas que quieren lo mejor para la Comunidad Autónoma a la que representan, en este caso Cataluña, País Vasco y Galicia.
Podemos ha tocado techo. Pero lo hizo ya hace tiempo. Pasó el entusiasmo de los acontecimientos del 15-M. Ya las cosas no son iguales. La cabezonería de Pablo Iglesias de no formar Gobierno con el PSOE al no tener las cuotas de poder que pedían les ha llevado a estancarse. Al menos no ha sufrido la caída tan brutal de Ciudadanos. Se mantiene como cuarta fuerza política de España. No está mal para un partido que está bastante quemado por su propio líder.
La sorprendente quinta fuerza política de España es ahora ERC. Los independentistas entran más fuertes aún en el Parlamento. Y no me sorprende en absoluto porque llevan mucho tiempo haciendo una política de defensa exclusiva de Cataluña y de separación de España para formar un país independiente. Ha concentrado muchos votos de los independentistas en perjuicio de otros partidos también independentistas. También ha habido muchos votos independentistas en el País Vasco y en Galicia, los tres que forman la tríada de Comunidades Autónomas que quieren la secesión de España.

Como sorprendente sexta fuerza política queda Ciudadanos, con una presencia casi testimonial. Es inaudita la trayectoria de este partido. Nació para ser un rival del Partido Popular y consiguió hacerle bastante sombra sin nunca superarlo. Y ha ido cayendo como un endeble castillo de naipes hasta estos paupérrimos resultados del domingo 10 de noviembre. Y tiene políticos muy válidos como Inés Arrimadas, persona que en otro partido tendría mucho más peso del que tiene en Ciudadanos. Imagino la decepción de los pocos votantes de Ciudadanos. Pocos podían augurar esta catástrofe. Ni las encuestas presagiaban tanta catástrofe. Pero la política es así. No se puede estar jugando siempre con la gente, ni se puede estar prometiendo cosas que no se van a cumplir, ni se puede estar negando permanentemente pactos que favorecerían la gobernabilidad del Estado.
Después hay otros partidos que han conseguido menos diputados. Está el caso de Más País de Íñigo Errejón, escindido de Podemos. Ha conseguidos poquitos diputados pero es su primera aparición en unas Elecciones y es muy difícil competir con la maquinaria de los grandes partidos o de partidos que llevan más tiempo en la cresta de la ola, que tienen mucha más experiencia en comicios y en gobierno. Errejón puede sentirse contento porque ha obtenido bastantes votos que demuestran los muchos desencantados que hay en Podemos con la dirección de Pablo Iglesias.
Ésta es la situación. Ahora hay que pactar de nuevo. Si hemos llegado a unas Elecciones Generales por la incapacidad de pactar de los partidos, ¿qué va a pasar ahora? Hay que negociar de nuevo e intentar esta vez sí llegar a un acuerdo de Gobierno porque el país no puede permitirse unas nuevas Elecciones que llevarían seguramente a una misma situación. Estamos metidos en un bucle político del que resultará difícil salir. Es la hora del diálogo, algo que no es lo fuerte de los españoles. A los españoles nos falta capacidad de diálogo, capacidad de negociación, de trabajo en equipo. Pero ha llegado la hora de hacerlo.
Pedro Sánchez ha dicho que hablará con todos los partidos, menos con VOX. No lo entiendo: es un partido político democrático que merece la misma consideración que los demás. Yo no he votado a VOX que conste. He votado PSOE. No me importa decirlo aunque el voto sea secreto, pero quiero que quede constancia de cuál es mi posición política. Ahora le pido a Pedro Sánchez como votante flexibilidad, capacidad de diálogo, capacidad de adaptación a las necesidades de los partidos con los que tenga que negociar. Es hora de llegar a un Gobierno que acabe con este estar siempre en funciones, cosa que no es nada nuevo porque está todo paralizado.
Estamos casi igual, pero así falta el diálogo. Dialoguemos pues. Demostremos al mundo que somos capaces de conversar y de llegar a acuerdos que permitan gobernar España.

Espero que sea así.

Salud y suerte.


José Cuadrado Morales.


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