lunes, 29 de enero de 2018
CLASE POLÍTICA : POLÍTICOS SIN CLASE.
Un
ejemplo es ilustrativo; La semana pasada, ante la respuesta difusa y
poco clara de Mariano Rajoy sobre la desigual femenina en la
retribución salarial, donde a la pregunta formulada por Carlos
Alsina “¿ Las
mujeres y los hombres que desempeñen los mismas funciones deben
cobrar lo mismo?, el
presidente Rajoy contestó;
“ “No
nos metamos en eso”, “los
gobernantes
deben ser muy cautos a la hora de saber cuáles son sus
competencias”, un grupo de mujeres
periodistas del Congreso, estimuladas por la dirección de
informativos de Sexta T.V., se congeniaron para “inquirir”a
congresistas y senadoras sobre el asunto, estas, no tuvieron otra
reacción que “huir”, sin dar la cara literalmente ( se la
taparon ante las cámaras) , metiéndose corriendo en el ascensor,
demostrando así por una parte la poca relevancia personal e
intelectual de estas personas , y a su vez , el poco conocimiento
sobre lo que es ser representante de la soberanía nacional. Son
gente mediocres, de relleno, sin las cuales el funcionamiento general
de las cosas seguiría siendo el mismo; prescindibles totalmente.
Si
esto se aplicara exponencialmente a tantos asuntos como nos ocupan,
cabría plantearse cuantos sueldos, burocracia o cargos “pesebreros”
embarullan la realidad política, social o económica
innecesariamente , o peor, cuántos de estos Órganos decisorios no
son administrados por personalidades que le darían calidad por su
impronta personal.. Es éste el dilema histórico de … ¿ La persona
hace al cargo o al revés?. La historia nos dice que las dos
versiones se dan , por lo que cabe decir que cada momento necesita la
persona adecuada , y esta se desborda si está en el momento y sitio
adecuado.
Diego.
MALESTARES PRODUCIDOS POR LA MENTE
Hay veces que enfermamos por una
parte por una jugarreta de nuestra mente y por otra por un motivo físico que
quizás no hubiese sido suficiente para provocar esa enfermedad; se suele
requerir un tratamiento físico combinado con el mental para corregir ese
malestar. Es lo que se llaman enfermedades
psicogénicas. El gran motor que provoca ese malestar mental que puede
llegar a convertirse en físico es el miedo y la sugestión.
Un ejemplo de cómo actúa la
sugestión está en los embarazos psicológicos. Mujeres que presentan el vientre
hinchado y otros síntomas de embarazo pero realmente no están embarazadas
aunque ellas creen que lo están. El motivo creo que es la sugestión. En la
pseudociesis que así se llama a esta enfermedad psicogénica que padecen en el
mundo de hoy el 0,005 % de las mujeres intervienen el estrés, la ansiedad y la
presión social. La presión a no quedarse embarazada puede provocarlo y en esto
interviene en cierto modo el miedo. Y hay otros casos.
Yo conozco uno que puede darse y quizás se
haya dado en un amigo mío. Se trata del estreñimiento. El miedo a enfermar de
estreñimiento puede provocar que se de este estreñimiento y que al final
requiramos una ayuda médica para superarlo junto con la ayuda psicológica. El
miedo a estreñirse, a que nuestras heces fecales no salgan de nuestro cuerpo y
nuestro intestino quede atascado con las consecuencias físicas que puede tener
para nuestra salud puede provocar que al final padezcamos de este
estreñimiento.( En mi se ha dado el caso de que estando ingresado quince días
en psiquiatría no he dado de cuerpo hasta que he salido del hospital sin que me
haya afectado durante ese tiempo este hecho. Me he dado cuenta con el tiempo,
después cuando ya he estado recuperado).
El miedo y el malestar actúan
como en una espiral en nuestra mente y en nuestro cuerpo. A más miedo más
malestar y a más malestar más miedo. Y el malestar acaba creciendo. La espiral
va creciendo hasta que enfermamos físicamente. Ese miedo hay que frenarlo de algún
modo y ahí interviene el psicólogo y al mismo tiempo hay que ponerse en
tratamiento físico para corregir lo que ya se ha producido. Yo llevo siete
meses cocinando por mi cuenta para mi mismo y gracias a Dios no he llegado a
enfermar a pesar de que tenía ese miedo pero también sabía que si te
sugestionas o le das demasiada importancia a enfermar puedes acabar enfermando.
Mi experiencia familiar y mis charlas con este amigo que ha padecido de
estreñimiento me han ayudado a no caer en la trampa de esos miedos. Y por ahora
no he necesitado de tratamiento físico: no he llegado a estreñirme.
Hay que tener en cuenta que:
-
La mente puede producir toda clase de malestares que
parecen físicos.
-
El ingrediente fundamental de este malestar es el
miedo.
-
Si dejamos de temer, la ansiedad, el dolor, el
cansancio psicogénico desaparecen.
-
Para superar esas dolencias hay que dejar de evitar.
-
Cuando experimentemos este malestar podemos aceptarlo,
recogernos y dar lo máximo de uno, pero sobre todo, no evitar la situación
temida.
jueves, 25 de enero de 2018
UN HOMBRE HONESTO
Por fin ha terminado este largo fin de semana que
para mí empezó el Día de la
Constitución , continuó el Día de la Inmaculada y se
completó con el fin de semana propiamente dicho. Demasiados días festivos para
mí que me provocan mucha ansiedad y me hacen sentir un intenso agobio. Pero
como suele decir mi hermana pequeña todo llega. Y llegó el final del largo
puente, para mí largo fin de semana. Y aquí estoy hoy lunes dispuesto a
escribir un nuevo artículo para este blog abierto a todo el mundo.
Esta noche he estado en la cama inquieto. Tuve un
percance hace unos días y me lastimé una rodilla y el dolor no me ha dejado
dormir bien. Eso me ha permitido pensar en mi vida un poco relajadamente, en lo
que ha sido mi vida laboral hasta ahora y en el grado de honestidad que he
puesto en ella.
Yo estudiaba tercero de Periodismo en la Universidad
Complutense de Madrid y primero de Filología Hispánica en la Univerdad de Sevilla
cuando tomé la dura decisión de dejarlo todo para dedicarme a la Literatura. Fue
un salto al vacío. Un salto sin un euro en el bolsillo. Y podía escribir, pero
no podía seguir al amparo de mis padres porque no era justo.
Yo ya había trabajado como periodista en diversos
medios de prensa escrita y radiofónicos y ya cobraba dinero por mi trabajo.
Poco pero que me permitían depender de mí mismo, aunque vivía con mis padres
todavía. Yo abandoné la casa de mis padres cuando me fui a vivir con una chica
de Puerto Real al Cerro del Águila. Cuando terminamos yo ya me fui a vivir solo
y, salvo la pausa de mi breve matrimonio, solo sigo.
Pero antes de vivir con esa chica y para tener
ingresos mientras me dedicaba a mi oficio de escritor trabajé en diversas
cosas.
Vendí numerosas cosas por las casas, entre ellas
seguros y antenas de televisión. Trabajaba a comisión. Hice un cursillo de
vendedor. Trabajé también de camarero que me permitió ahorrar una buena cantidad
de dinero que luego me fundí en mi tiempo de convivencia con la chica de Puerto
Real.
Y siempre me planteaba mi honestidad. Si lo que
estaba haciendo era honesto. Me preocupaba mucho moralmente, éticamente el
hacer honesto de mis oficios. Yo creía siempre que por encima de todo tenía que
ser un hombre honesto, que fuera con la cara alta y pudiera sentirse orgulloso
de sí mismo.
Tuve la suerte de entrar como funcionario en la Junta de Andalucía, saqué
mis Oposiciones y conseguí la plaza fija. Pero caí en depresión a raíz de mi
divorcio y me dieron la baja. Ésta se alargó y llegué a la Invalidez Permanente
Total. Y perdí mi trabajo. Entonces no lo sentí porque estaba demasiado mal.
Hoy me arrepiento y hecho de menos mi trabajo de funcionario. Creo que no fui
todo lo honesto que debía conmigo mismo en aquella situación. Me dejé arrastrar
demasiado por el sufrimiento amoroso y caí en un bache del que tardé muchos
años en salir.
Me quedé sin empleo. Ahora tengo una pensión que me
merezco porque para eso coticé en la
Junta de Andalucía y en otros sitios que no mencionaré ahora.
Pero no me enorgullece ser pensionista. Debí ser más fuerte como soy ahora,
cuando no me dejo arrastrar tanto por la depresión. Es la ansiedad la que me
tiene más encadenado.
Me dedicó a publicar mis libros, que no me dejan
dinero. Es decir: no vivo de los libros. Vivo de la pensión. Y esto me
desagrada. No me parece honesto conmigo mismo, sí de cara a la sociedad. Debí
ser más fuerte. Ahora ya a toro pasado es fácil analizar las cosas. Pero la
realidad es la que hay y no hay otra.
He publicado 15 libros. Ya estoy con el 16. Esto sí
me convierte en un hombre honesto porque yo he querido ser escritor desde
pequeñito, desde que estaba en la escuela. Dejé los estudios por ello.
Aprovecho ahora para desarrollar mi vocación. He sido coherente. He sido
honesto conmigo mismo.
Estoy en la
Ura y escribo todas las semanas un artículo. En cierta manera
practico mi profesión de periodista. Me siento periodista de hecho escribiendo
mis artículos. Me gusta hacerlo. Y llegan a una amplia audiencia. Esto me hace
sentir muy honesto.
Yo procuro decir siempre la verdad , aunque a veces
la verdad es muy peligrosa. Esto me convierte en un ser honesto. No todo el
mundo va con la verdad por delante. Hay muchas verdades tangenciales, muchas
dobles caras, mucha maldad. Es un mundo muy peligroso para la verdad, por ello
también es un mundo muy difícil para la honestidad. La honestidad no está bien
vista. Tiene mala prensa. Hoy se lleva el delito, la falsedad y no sólo a
niveles políticos donde resulta tan evidente. Sino a todos los niveles. Pero yo
me niego a dejar de ser honesto. Me niego a dejar de decir la verdad. Me niego
a mentir porque me sea favorable la mentira. Me niego a manipular a la gente.
Me niego a victimizarme como diría Berizzo. Me niego a utilizar estrategias de
utilización de las personas para que yo salga beneficiado.
Intento ser honesto escribiendo. Mi Literatura,
como mi Periodismo, es en gran medida autobiográfico. El yo creativo. El
yoísmo. Escribo sobre mí y las cosas que me pasan, las personas con las que me
relaciono, el mundo en el que vivo y cómo lo vivo yo. Soy honesto. No miento.
En las páginas, en el ordenador, voy dejando mi existencia a tumba abierta. Con
toda la honestidad de que soy capaz.
Yo quiero que me incineren, así que no tendré
lápida ninguna cuando muera. No podré dejar epitafio. Si pudiera, que no quiero
, diría algo así como “Aquí yace un hombre honesto”. Y quiero ganármelo de
verdad. He cometido errores en mi vida. Ha habido veces que no he sido honesto
ni coherente con mi propio pensamiento, con las personas que supuestamente
quería. Pero la vida en muchas cosas me ha dado una segunda oportunidad y estoy
subsanando errores que cometí en el pasado.
La vida es generosa y concede segundas
oportunidades . No siempre. Pero sí más de lo que creemos. Y yo estoy
intentando aprovechar las segundas oportunidades relacionadss con hechos
cometidos y con fallos en las relaciones humanas. Es un placer poder subsanar
un error. Y eso hace que aumente mi nivel de honestidad, de coherencia. También
influye el paso del tiempo. Tengo 56 años. Es obvio que ya no soy un niño y
pasó el tiempo de comportarme como un niño. Soy un hombre. Quiero ser un
hombre. La enfermedad a veces hace que me comporte como un crío, pero eso no es
justificación adecuada y suficiente. Tengo que ser un hombre. Y además un
hombre honesto.
Busco la forma más idónea de resolver los
problemas, cosa que me la dificulta también mucho la enfermedad. Me limita.
Pero encuentro la solución, que no sé siempre si es la idónea. Ayer por ejemplo
estaba fatal con la ansiedad. La solución era meterme en la cama y dormir. He
dormido poco por los dolores de la pierna, pero reflexioné sobre el artículo de
hoy.
¿Qué es un hombre si no es honesto? Una estafa. Yo
no quiero ser una estafa. Quiero ser un hombre coherente con aquel niño que con
7 años le dijo a sus padres: “Quiero ser escritor” . Y lo soy. Y procuro
desempeñar mi trabajo de la mejor manera posible. Mis artículos de la Ura son una vertiente de mi
faceta de escritor que vosotros podéis compartir conmigo. Por las decenas de
artículos que llevo escritos podéis juzgarme. Porque si escribo es para
compartir, pero también para ser juzgado. Aquí estoy para recibir todos los
mensajes que queráis. Aquí estoy para ser criticado, atacado, apoyado,
etcétera.
Quiero ser un hombre honesto y estoy haciendo
grandes avances. Yo me lo noto y las personas que me quieren me lo dicen. Los
whatsApps que nos escribimos diariamente cantan lo que estoy diciendo. Ellos
dicen la verdad de lo que soy. Son como pequeñas cartas que escribo.
Me dicen que mis whatsApps son muy largos. Que son
como eso, cartas pequeñas, que los whatsApps tienen que ser más cortos. Pero no
quiero constreñirme a la brevedad forzosa de los SMS y de los twitters. Quiero
escribir lo que me plazca cuando me plazca, siempre respetando a todas las
personas a quienes escribo. Intentando hacer el menor daño posible.
Sin duda a veces se hiere sin querer. Todos hacemos
daño involuntariamente. Las relaciones humanas son complejas y están llenas de
trampas y cosas que no se desean. No siempre lo favorable se hace real, se
puede hacer real. A veces resulta imposible hacer el bien, sin que ello
implique hacer el mal forzosamente. Es difícil la honestidad absoluta. Como es
muy difícil la infalibilidad papal. No creo en ella. Francisco no deja de ser
un hombre finito como Giovanni Papini.
En esta tarea ando ahora en mi vida: luchando con
la ansiedad y con la honestidad. Y con ellas dos mi trabajo de escritor en la Ura y en mis libros. Un bonita
aventura. Yo me siento feliz así. Quisiera no tener ansiedad, pero ya que la
tengo intentaré sacar partido de ella para ser en la medida de lo posible un
hombre honesto. Salud y suerte.
José Cuadrado
Morales
lunes, 22 de enero de 2018
PENSANDO EN MIS PENSAMIENTOS
- ¡Ofú, los problemas! tengo un montón de estrés y de problemas; ¡no pasa nada! si las cosas tienen solución, ¡no pasa nada! tranquilo.
- ¿Te estás dando cuenta de lo que es la vida? La vida es un juego, en el cual hay que estar atento, y jugar las cartas que le tocan a cada uno, aunque sea una putada hay que conformarse y hacer las mejores jugadas que puedas. Así que juega bien tus cartas, con cabeza y alegría.
- ¡Los muertos de las pastillas! me las tomo para no pensar cosas raras, y las pienso igual, solamente que ya no tienen poder sobre mi, ¡su puta madre!
- ¿Eres consciente de lo que es la vida, estás viviendo? ¡Disfrútala! averigua lo que tengas que averiguar, pero rápido, porque el tiempo corre.
- Haz jugadas buenas para ir sumando puntos.
- No enciendas la mecha, no seas peleón, aunque tengas razón, procura ser diplomático, cuenta hasta diez, y luego reacciona para bien.
- Estar motivado para afrontar la vida es importante.
- La primera cosa que hay que hacer ante un problema para poder resolverlo es reconocerlo.
- He hecho lo que tenía que hacer, me siento bien.
- Disfrutar de la vida no es lo que quiera hacer uno, sino aprovechar las oportunidades que esta te brinda, y cogerlas a tiempo.
- ¡Ofú!, tengo un montón de cosas que hacer, y no se cuál hacer primero, ¿ahora qué hago?, pues haz primero una, luego haces otra, y luego haces otra, ¡que no te enteras!
viernes, 19 de enero de 2018
ACEPTANDO MI SUFRIMIENTO AUTOCREADO
“Hoy
voy a empezar, hoy es el comienzo del final, el cocodrilo astronauta,
soy en orbita lunar, y ahora todo es mejor la lluvia de asteroides ya
pasó y no fue para tanto y desde aquí”, pues
lo que sugiere esta estrofa, que pertenece a una canción del disco
de Enrique Bunbury “flamingos “, es que inicie una vida nueva,
que termine y extermine mi psicosis, que piense como destruirla para
apartarme en cualquier lugar sin perjuicios ninguno y completa
naturalidad. Mirando hacia arriba y vea todo lo que me
estoy
perdiendo.
Por
eso poco a poco conseguiré a romper todos los obstáculos que me
impiden disfrutar y perder las cosas buenas que me regala la vida
gratis. Tengo o me voy a exigir dejar que me impresione todo
pensamiento que se me pase por la mente que sea destructivo, negativo
o inservible e innecesario.
Tengo
que mirar al frente, pese al trabajo que me cueste y aunque las
dificultades que me encuentre serán muchas, tengo que conseguir
ser astronauta soy en órbita lunar, tener la enfermedad sin que me
impresione o provoque sufrimientos.
“Todo
es insignificante nada es tan preocupante y el espacio es un lugar
tan vacío sin ti”, es eso del empujoncíto, de la palmadita en la
espalda, de la palabra tu puedes. Pero sin la medicación y consejos
de toda persona con la que me he cruzado, que le he pedido ánimos,
no podría conseguirlo, hay que reconocer la ayuda que me han
concedido.
Llega
el momento en el que paras los pies, meditas y buscas alternativas
para hecharle cara a la enfermedad.
Yo
hablo con mi psicosis y le pido con todas mis fuerzas que me deje
tranquila. Es como quien lleva un jersey de lana de las que pica y
estás tan agobiada que deseas quitártelo pero no encuentras donde
está el cuello e intentas por un lado y por otro, llegas a tu casa y
te quitas el jersey en la intimidad de un tirón preguntando como no
me lo he podido quitar antes en momentos de pura agonía.
Mi
angustia consiste en ganarme a la gente desvalorándome, en fin, que
suelo echarme encima todo el peso hasta hundirme en un pozo sin
fondo. Costándome muchísimo salir de las tinieblas. Y cuando asomo,
aparece de nuevo el miedo, que es un ladrón, al que no le guardo
rencor, que está en mi lista de promesas a olvidar. Todo arderá se
esfumará si le aplico la chispa adecuada.
María del Mar.
jueves, 18 de enero de 2018
ANDREA
Eras reina de los
niños,
que a todos les
sacabas,
sus forzadas
sonrisas;
jugabas con el
fuego,
y en un accidente,
el fuego te quemo.
Andrea, Andrea,
nadie como tu,
nadie como tu
supo dibujar el amor
No sé como
agradecerte,
las noches locas que
me diste,
sé que un día
moriste,
y ahora vives dentro
de mi,
para que alcance el
éxito,
que un día viste en
mi.
Andrea, Andrea,
nadie como tu,
nadie como tu,
supo dibujar el
amor.
Vivías la vida como
si tuviese final
mejor que la venus,
el fuego es tu
verdad,
eras dragón de
fuego,
y contigo aprendí,
que nada tiene
final.
Andrea, Andrea,
nadie como tu,
nadie como tu,
supo dibujar el
amor.
Francisco Manuel.
miércoles, 17 de enero de 2018
FELIZ POSTNAVIDAD
Ya es lunes. Mi cara tiene otro color más
optimista. He superado la prueba de un nuevo fin de semana, amodorrado como
casi todos, sobre todo ayer. Me acosté a las 7 de la tarde porque no podía más
con mi cuerpo y esperando no quedarme dormido para a las 9 enviar los whatsapps
de buenas noches a mis personas queridas.
Pero me quedé dormido y a las 11 empezaron las
llamadas de preocupación. Soy muy formal y cumplo siempre con mis envíos así
que estaba todo el mundo preocupado. Consecuencia: ya no pude dormir más y me
he levantado a las 4 y me he puesto a escribir mi novela hasta las 8. Le he
sacado partido al insomnio.
En Navidad la novela ha sido lo que me ha sacado
sobre todo del sopor globalizado. Me ponía a corregirla con mucha ilusión. Al
final apenas he visto iluminación, la de mi calle y poco más. He visto la del
centro pero apagada. Pero la he visto. No he ido a ver la Cabalgata. No he ido al cine.
Estoy un poco eremita de mi casa. Estoy hecho un ermitaño en mi propio hogar.
Me comunico con el mundo con los whatsapps, un gran
invento, yo no es que sea enemigo de las
redes sociales, pero tampoco estoy muy puesto en ellas.
El caso es que ya pasó la Navidad y todo ha vuelto a
la bendita normalidad. Las vacaciones lo ponen todo patas arriba. Así que yo
prefiero decir Feliz Posnavidad a Feliz Navidad, pero no tengo nada contra la Navidad. Simplemente
me alegro de que haya terminado porque he vuelto a la bendita monotonía, a mi
querida rutina. Y no soy el único. El club de los normalizadores de la vida es
más amplio de lo que se cree. Las vacaciones generan mucha confusión, mucha
fobia. Y la Navidad
no iba a ser una excepción.
He salido poco en Navidad. He estado la mayor parte
del tiempo en casa. He dedicado mucho de ese tiempo a corregir mi novela, la
que será segunda. Ya casi tengo el título, pero no quiero decirlo por si a
última hora lo cambio. Voy por la página 144 de la corrección de un total de
240 páginas. Lo sé porque ya está terminada y estoy en plena fase de
corrección. Me gusta corregir más que escribir. Me gusta ir limpiando las
frases de todo lo que sobra o cambiar palabras o cualquier otra cosa que
signifique mejoría. Y lo hago todo a mano.
Hasta que llegue el día en que pase mi novela a
limpio en mi máquina olivetti línea 98. Sigo sin ordenador. Los Reyes me han
traído un microondas, pero no un ordenador. Habrá que seguir esperando. Me he
modernizado en un sentido, pero en el informático sigo en la Prehistoria.
Escribir a mano es un verdadero placer. Siempre me
acuerdo de Camilo José Cela y lo mucho que elogiaba esta actividad. Y recuerdo
siempre también a Francisco Umbral y a José Luis Garci que escriben en sus
máquinas manuales. Garci concretamente tiene que ir a la única tienda
prácticamente que queda en Madrid que vende aún cintas para las máquinas
manuales y ti-ppex para las correcciones.
Yo me he estado informando estas vacaciones también
de la tienda de olivetti en Sevilla y he dado con ella. En la calle Juan Ramón
Jiménez 25. Llamé y me dijeron que tenían todavía cinta para mi anciana máquina
y papelitos para borrar los errores. Me puse muy contento porque tengo la cinta
muy gastada. Que conste que no soy contrario a la informática. La prueba es que
estos artículos los escribo en ordenador y estoy muy a gusto con él y reconozco
sus comodidades y ventajas.
Pero a mí me motiva el ruido de la máquina de
escribir, como a Umbral. Y su máquina era mucho más pequeña que la mía, como la
que yo tenía antes, que se me cayó y se hizo pedazos. Me tuve que comprar la
que tengo ahora, que es mucho mayor y me gusta menos que la antigua, entre
otras razones porque en ella practicaba cuando aprendía mecanografía en el
colegio de curas donde me eduqué.
Pues Feliz Posnavidad a todos los que hayan hecho
algo distinto estas vacaciones. Han sido larguitas: desde el día 20 de
diciembre al 8 de enero. Los días de todas maneras siempre pasan rápidos. El
tiempo tiene la virtud (o el defecto) de que pasa muy deprisa. Ya estamos a 15
de enero. Medio mes de año. ¿Qué he hecho desde que empezó el año? He
disfrutado de la Navidad
a mi manera. He estado en Pilas en Nochebuna y Nochevieja con mi hermana
pequeña. Ya en 2018 estuve algunos días con ella en ese pueblo. Ya después
regresé a mi casa y a mi novela. Seguí corrigiéndola.
Iba a quedar con un amigo para salir y ver la
iluminación, pero al final entre una cosa y otra no quedamos y se pasó la
oportunidad. Otro año será. Ya pronto estarán aquí la Semana Santa y la
Feria. Y con la misma rapidez llegará otra
Navidad. Así que los más aficionados a ella como mi amigo que estén tranquilos
que el tiempo tiene esa cosa de su rapidez. Mañana ya será 16. Un día menos.
Me han tocado 120 euros en la lotería del Niño. Un
buen recuerdo de la Navidad. Nunca
me toca nada y juego todas las semanas así que me he puesto muy contento.
Además: estoy teniendo muchos gastos últimamente porque se me han acumulado y
cualquier ingreso me viene bien. Así que con esa sencilla cantidad estoy feliz.
Es un buen recuerdo material de la Navidad.
Y yo no soy de los que andan llorando por las esquinas
quejándose de la falta de dinero. Yo me aguanto con lo que tengo y punto. Pero
quería dejar constancia de ese pequeño acontecimiento significativo en mi vida
de que me ha tocado un pellizquito en la lotería del Niño. En la de Navidad
nada. Como es habitual.
En Navidad he jugado con las fechas de padre
divorciado para ver a mi hijo y lo he visto bastante. Estoy contento. Él ha
cambiado ahora las Oposiciones a Juez por Oposiciones a Gestor Procesal y
Administrativo, que en principio son más asequibles. Son menos temas. Son tres
exámenes. El problema es que se celebran muy pronto: en marzo. Tiene poco
tiempo para preparárselas. Hay quienes llevan preparándoselas mucho tiempo,
pero él recién acaba de terminar las de Juez. Espero que le sirvan los
conocimientos adquiridos con éstas para las nuevas. Al fin y al cabo todo tiene
que ver con la
Administración de la Justicia.
En la
Posnavidad estoy intentando perder peso. En la tertulia el viernes
pasado me preguntaron qué le pedía al año nuevo. Yo dije perder peso y dormir
mejor. Supongo que ambas cosas dependen de mí. Estoy en ello. No es que haya
hecho excesos en Navidad, aunque en casa de mi hermana me han tratado muy bien.
Mis horarios de sueño son un poco estrambóticos, nada normales, y eso puede que
dificulte mi sueño. Todo es cuestión de tiempo y de paciencia.
La paciencia todo lo alcanza como diría Santa
Teresa. Pues en eso estoy y en la corrección de la novela. Así que ése es el
triple frente que tengo planteado: comida, sueño y novela. Aunando como puedo
las tres cosas y buscando un equilibrio para sentirme lo mejor posible.
Y mi fuente principal de distracción es la tele:
sobre todo los programas-concurso culturales, los documentales y las películas.
Partidos de fútbol cada vez hay menos y yo no tengo para el fútbol de pago. Así
que o me conformo con escuchar los partidos que me interesan por la radio o
seguirlos por la aplicación del móvil de la Liga.
En esto también me voy modernizando un poco con la ayuda de
mi hijo.
En fin: Feliz Posnavidad a todos. Feliz vuelta a la
normalidad. Feliz regreso al presente, a los hábitos cotidianos, a las
actividades frecuentes. Yo estoy contento y me produce mucha satisfacción estos
artículos semanales de la Ura ,
que me hacen sentir periodista, el periodista que un día fui. He sido muchas
cosas. Periodista es una de las que recuerdo con más felicidad.
Aquí estamos pues dispuestos a dar guerra hasta
Semana Santa. Por cierto: el miércoles de ceniza coincide con el Día de San
Valentín, el 14 de febrero. Así que tendremos un día de los enamorados pasado
por la ceniza de Dios.
Feliz Posnavidad amigos. Que disfrutéis como yo de
la bendita vuelta a la normalidad, esa normalidad que se me hace añicos los
fines de semana pero que recupero los lunes, como la recupero después de los
períodos vacacionales más largos como la Navidad.
Afortunadamente todo termina. Salud y suerte.
José Cuadrado
Morales
lunes, 15 de enero de 2018
VERDAD, LEY Y OTRAS CUESTIONES
De
las cosas más importantes que tenemos por delante quizás la más es
lo que significa y lo que supone el concepto de Verdad. Sobre todo
porque Ella es la última arma que nos queda contra la arbitrariedad,
precariedad, manipulación, e incluso sobreabundancia de
información…. Si, por ejemplo en la fachada de la Universidad de
Salamanca no nos dicen que hay una rana, ésta no la vemos por lo
rellena que está la fachada. La verdad nos trae claridad, criterio,
libertad, sencillez o contundencia.
Las
leyes, y su influencia sobre las sociedades y personas ha sido
siempre objeto de estudio por las mentes más brillantes: Carlos
Marx, sobre el uso de la ley para el dominio de unos grupos sobre
otros, dice. “La voluntad de vuestra clase hecha ley a través de
vuestra fuerza”; Otras definiciones de la Ley : “La Ley es el
poder del que no lo tiene (el poder )”. Otra…. “ El que hizo la
ley hizo la trampa”. O “ la ley es el poder de los sin poder. “
En realidad, creo que la ley no es más que la consecuencia de un
consenso necesario entre grupos con intereses distintos, cuya más
importante cualidad es su condición de obligatoriedad de
cumplimiento, llegando al caso de que incluso su desconocimiento te
obliga a cumplirla, por lo que tiene que ser como mínimo coherente.
- Dicen que dijo Churchill: “ El éxito consiste en pasar de fracaso en fracaso sin perder el ánimo”
- “El que regala bien vende, si el que recibe lo entiende”: ( refrán español).
- Definición de la música que hace Pavi: “ La música es un silencio bien cortao”.
- El nacionalismo es creer que los humanos descendemos de distintos “monos”.
Diego
MI ENTRADA DE AÑO
Compañeros quisiera contaros mi entrada de año, ya por fin
terminaron las fiestas y volvemos a la normalidad. He estado sin venir a mis
sesiones de terapia y lo he echado bastante de menos .Ya con la vuelta he
iniciado mi vuelta a la URSM ,
también al gimnasio, que eso la verdad me ayuda mucho y motiva bastante a la
hora de estar mas activa. Yo en particular recomendaría a todos tener actividad
física ya que ayuda mucho a la mental. Yo llevo en el deporte dos años y desde
que estoy en él me siento de ánimos bastante mejor. Acudo cada mañana al gimnasio a las siete de
la mañana para que después me de lugar a venir a mis actividades en la Unidad . Me encanta venir
aquí pues es donde mas amigos tengo. En ellos me apoyo cuando tengo un problema
y normalmente encuentro siempre alguien que ha pasado por algo similar y me
puede ayudar. Yo valoro mucho la amistad y me encanta estar con personas que la
valoren tanto como yo ,en esta vida hay que aprender a valorar todo lo que
tenemos pues solos no debemos de estar ya que en algún momento de nuestra vida
nos puede hacer falta la ayuda de alguien. Espero que la entrada de año de
todos míos compañeros y amigos sea fabulosa y que este año podamos tener un
buen año de salud y que lo podamos ver en todos los días que venimos aquí.
Silvia
viernes, 12 de enero de 2018
CONTRADICCIONES
Pues hemos sobrevivido a otro fin de semana. Un
nuevo lunes ha venido a rescatarme de la modorra que me entró ayer domingo.
Estuve casi todo el día sentado en mi sillón azul durmiendo o en un duermevela
poco poético y un poco tontorrón.
El sábado fue distinto porque tuve que hacer las
faenas de la casa y no tenía más remedio que estar activo y bien despierto para
realizar todas las cosas. Por la tarde escuché por la radio el partido del
Sevilla y el Deportivo de La Coruña. Ganó
el Sevilla por dos goles a cero. Me quedé muy contento. Más tarde quise ver una
película, pero de la tensión vivida durante el partido me dormí en el sillón y
no vi nada.
Pero ayer domingo todo el día estuve con modorra.
Me levanté demasiado temprano, a las 5 de la madrugada. Quería yo apagar las
luces de la ciudad porque salí muy pronto a la calle. Sólo durante el desayuno
estuve despierto. Después me asaltó el sueño que no me dejó en todo el día.
Ahora, lunes, vuelvo a estar listo para afrontar otra semana que se inicia con
mi artículo semanal. Ayer, entre sueño y sueño, estuve pensando en él, en las
ideas que quería desarrollar hoy con el título global de Contradicciones.
Y es que me dio por pensar en las contradicciones
en las que incurro por culpa de mi enfermedad o he incurrido en tiempos
anteriores pero ahora no. No hay dos días iguales para un enfermo mental
(expresión que ya sabéis que me gusta muy poco pero que se usa para poder
entendernos). Yo muchas veces me siento bien y quiero comerme el mundo y en otras
cosas ocasiones me siento tan débil y apagado que el mundo me come a mí. Con
facilidad. Y me duelen esos cambios tan radicales porque yo quisiera tener un
equilibrio, no ser un espíritu tan contradictorio y complejo. Quiero la
simplificación de mi vida, quiero la sencillez. Pero esa sencillez cuesta mucho
trabajo conseguirla.
Hay días en los que la ansiedad y la angustia me
atrapan por la noche y no me dejan en paz y me meto en la cama para olvidarme de ellas
durmiendo. Y al mismo tiempo que me estoy metiendo en la cama estoy deseando
que llegue el principio del día para, ya mejor, empezar a vivir de nuevo,
reanudar la vida. Es una contradicción: meterme en la cama y querer estar fuera
de ella al mismo tiempo. Pero es así como lo siento. Yo no estoy deprimido. Si
lo estuviera no desearía que llegase la mañana porque tendría que enfrentarme a
la vida que con tantos obstáculos me la encuentro siempre. Cuando padecía
depresión me metía en la cama varios días y no salía nada más que para ir al
cuarto de baño y al frigorífico. No echaba cuenta de nada más. Era una especie
de vegetal que sobrevivía con la ayuda de una extraña fuerza exterior que me
impelía a levantarme y escapar de la cama.
Otras veces las contradicciones surgen con mi hijo.
Nunca he querido dejarle traslucir mis problemas de nervios y he tratado por
todos los medios de disimular para que no se dé cuenta de nada. Tenía sólo dos
años cuanto su madre y yo nos divorciamos y he querido dedicarme a él en cuerpo
y alma durante todos estos años. Ya es mayor. Tiene 27 años. Pero aún así no
quiero que me vea como a un enfermo mental, sino como a un padre “normal”.
Vivimos en la misma calle y en la misma acera.
Muchas veces pienso que por qué no viene a verme nunca. Y otras veces pienso
que mejor que no venga porque puedo estar mal y a lo mejor no tengo fuerzas
para fingir. Otra contradicción. Por eso no sufro por que no venga a verme
porque podría estar mal y no quiero que mi hijo me vea mal. A veces lo más que
hago es llegar a decirle que estoy pachucho y él ya sabe que eso significa que
estoy mal por problemas de nervios. Pero sin más explicaciones porque él no ha
sacado los problemas de nervios que yo tengo y que sí tenía también mi padre.
Siempre me han dicho los médicos que yo heredé de mi padre esos problemas, que
los llevaba en la sangre. Afortunadamente mi hijo ha sacado el equilibrio
mental de la madre y de momento no ha dado en ningún momento muestra de
enfermedad mental ninguna.
Lo que me pasa con mi hijo me pasa en general con
el resto del mundo. A veces hecho de menos la visita de los amigos, de mis
hermanas, de otros familiares. Y otras veces pienso que mejor estar solo, no
ofrecer a los demás mi cara más débil, mis problemas nerviosos porque es
mostrar mi debilidad, la cara del sufrimiento, el hundimiento físico y mental
en que caigo con demasiada frecuencia. Así que me debato en esa contradicción
de añorar a la gente y evitarla casi al mismo tiempo. He de echarle valor a la vida para no acobardarme y no caer
en depresión que para mí es lo peor de todo, aunque las crisis de ansiedad no
se quedan atrás.
Hay días que tengo muchas ganas de escribir y días
en los que me cuesta escribir lo más elemental. Me muevo en esa otra
contradicción creativa: el escribir mucho y el no escribir casi nada. Me duele
porque para escribir hace falta cierto equilibrio, aunque a veces los mejores
libros surgen del desequilibrio, de los altibajos continuos en los que nos
movemos los enfermos nerviosos. El desequilibrio, sí, puede ser una fuente de
creación. Es contradictorio pero es así. A veces necesito de la angustia para
crear, de la ansiedad para estar activo y no quedarme ante el papel en blanco
decaído y vencido.
Vivo pendularmente, yendo de un extremo a otro, sin
pautas de conductas fijas porque no sé cómo voy a estar cada día. A veces, por
ejemplo, tengo ganas de prepararme algo de comer. Otras veces echo mano de lo
primero que pillo y con eso me alimento o hago como que me alimento. Este
trastorno con la comida es otra contradicción que hace que esté sobrado de peso
y necesite perder bastantes kilos porque no como de una forma positiva,
saludable.
A veces tengo ganas de comunicarme por whatsApp con
mis amigos y familiares y en otras ocasiones no tengo ganas de escribir ni una
letra. Contradicción que intento vencer para estar por lo menos en comunicación
por esta red social con las personas a las que sé importo. No es bueno aislarse
del todo. Hay que relacionarse aunque sea a la fuerza para no caer en un
aislamiento negativo y destructivo que significa lo peor de todo.
Y así podría seguir diciendo cosas que implican
contradicción, pero creo que con lo que he dicho queda ilustrada esa
contradicción dolorosa en la que vivo y que es hija de mi desequilibrio
emocional. Y éste es hijo de la contradicción. Otra contradicción más.
Pero con contradicción o sin ella sigo viviendo y
tirando hacia delante porque eso si lo tengo claro: tengo que seguir vivo,
tengo que luchar, tengo que vivir. No quiero darle a la muerte más margen para
su victoria. No quiero anticiparla porque llegará cuando tenga que venir y ya
está. Aquí no hay contradicción posible porque no estoy pensando entre vivir y
morir. QUIERO ESTAR VIVO SIEMPRE. Y lo pongo con mayúsculas para que quede
absolutamente claro.
Vivir es la victoria contra todas las
contradicciones. Vivir es un éxito que da ánimos para luchar contra todo lo que
no signifique vida.
Vivir es el triunfo de lo cotidiano, del día a día
que puede resultar lo más duro muchas veces para vencer a la enfermedad. HAY
QUE VIVIR. No queda otra. Afortunadamente. Salud y suerte.
José Cuadrado
Morales
jueves, 11 de enero de 2018
CISNE BLANCO / CISNE NEGRO
En una charca, cerca de las marismas, vivía sólo, un patito, despreciado por su fealdad.
Este patito, no sabía su destino, estaba perdido, desesperado buscando un
poquito de ternura, amistad, cariño… pero nadie le quería.
Con el tiempo, este patito feo, fue creciendo, y madurando
muy a su pesar. Hasta que de pronto, una hembra, orgullosa ella, de cisne
blanca, reparó en lontananza en un animalito que deambulaba por la orilla del
río. La cisne, al acercarse, no, para su placer, que ese patito feo, era ahora
un mocito de cisne negro, anomalía, dijo ella: “nunca he visto tal belleza”, y se
fue a insinuar y decirle a su manera al patito feo, que nadara junto a ella.
Al tiempo… Un pescador observó una ristra divina de: cisne
negro, junto a cisne blanco, y detrás un cisnecito negro, detrás, una cisnecita
blanca, después, otro igual que el primero, y así… hasta completar 7
animalitos, orgullosos, descubriendo el mundo, sin mas molestia, que las ondas
de la charca, que los vio nacer.
Aquí termina la historia de un patito feo…, más que la forma , la belleza sale de la
bondad, y ésta es fruto de la verdad.
Diego
miércoles, 10 de enero de 2018
nº 44 de nuestra revista "LO+"
Aquí tenéis el nuevo número de nuestra revista bimensual LO+. Esperamos que os guste.
BUSCAMOS COLABORADORES/AS QUE PARTICIPEN EN NUESTRO BLOG ENVIÁNDONOS ARTÍCULOS, POESÍAS, RELATOS, RECETAS DE COCINA, CHISTES O LO QUE QUERÁIS.
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P.D. Nuestro correo electrónico es unidadrehabilitacionsm@gmail.com
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