jueves, 21 de diciembre de 2017
TEATRO Y FIESTA
Ayer, dentro de la fiesta de Navidad, el grupo de teatro de
la URSM, representó la obra “El nacimiento del niño Jesús”. Ante un numeroso público,
entregado desde el principio, fuimos testigos de una representación con cinco
actos amenizados por villancicos que todos pudimos cantar. A pesar de los
escasos recursos de vestuario, escenografía y sonido, disfrutamos de un
espectáculo brillante en el que se notaba el trabajo de varios meses. Enhorabuena
a todos y todas las personas que lo habéis hecho posible. Esperamos con ilusión la próxima obra.
Importante: como siempre recordaros que las personas que
aparecen en la fotografías han dado su consentimiento expreso para poderlas
publicar en nuestro Blog.
martes, 19 de diciembre de 2017
viernes, 15 de diciembre de 2017
EL PASO Y EL PESO DE LA EXISTENCIA
Por fin es San Lunes. La mayoría le pone velas a
San Viernes, pero yo soy más devoto de San Lunes. Queda atrás otro fin de
semana, aunque éste no ha sido tan malo como otros anteriores. Al contrario: me
he levantado peor hoy. Con esto de la enfermedad de nervios no hay dos malditos
días iguales y vive uno en una continua montaña rusa con subidas y bajadas
terribles, peores que las que se dan en esa atracción.
Pero he salido indemne del sábado y el domingo a
base de lectura, televisión y tareas domésticas. Estoy fuerte para empezar la
semana, aunque algo debilitado por el tute que me ha dado la ansiedad desde las
3.30 de la madrugada aproximadamente. Pero no ha podido conmigo. Una vez más yo
la he derrotado a ella.
Esto forma parte del peso de mi existencia. Tengo
que cargar con él probablemente toda la vida, ayudado por medicinas y apoyos
psicológicos para que el trastorno no vaya a más. Supongo que por alguna ley no
escrita esto tiene que ser así. Quizás sea simplemente fatalismo. No estoy
seguro.
Al escribir sobre el peso de la existencia lo
primero que me viene a la cabeza son
unas sevillanas muy conocidas. Una de las líneas dice: “Pasa la vida,/pasa la
vida./Pasa la vida/y no has notado que has vivido/cuando pasa la vida/y no has
notado que has vivido /cuando pasa la vida”. A veces yo también tengo esa
sensación de no pasar, o lo que es lo mismo: de pasar tan deprisa que no me
entero de nada, que no sé exactamente si estoy viviendo algo o es todo un
espejismo, una burla de Dios o un vacío disfrazado de existencialismo.
El estribillo de la sevillana dice: “Pasa la vida,/
igual que pasa la corriente/del río cuando busca el mar, / y yo camino
indiferente allí donde me quieran llevar”. Yo a veces también me siento un ser
mecido por la existencia, que va de un lado a otro como las aguas de un río que
al final terminará de seguro en la muerte, en el mar de la muerte.
Ya decía el clásico Jorge Manrique” que nuestras
vidas son los ríos que van a dar a la mar que es el morir. Allí van los
señoríos derechos a se acabar y consumir”. La muerte igualadora no tiene
compasión con nadie.
Afortunadamente. La muerte no entiende de dineros,
estratos sociales o cosas similares. Sencillamente estamos todos señalados y
tenemos un día para morir. Hay una película de la saga de James Bond que dice
que “ Sólo se vive dos veces”. Me temo que no es muy cierto esto. Sólo se vive
una vez. Concluido el tiempo todo acaba. Cae sobre nosotros definitivamente el
telón del paso del tiempo y hacemos mutis por el foro hacia la eternidad.
Quizás sea mejor así. Debe de ser muy duro vivir
eternamente en la Tierra ,
arrastrar siempre el peso de la existencia como el preso sus cadenas. Es mejor
considerarlo todo como dice un amigo mío: la vida es la constante antesala de
la muerte. El final está ya marcado y tenemos que morir en una fecha concreta,
que afortunadamente desconocemos. Sería terrible saber en qué fecha exacta
vamos a morir. Es mucho mejor desconocerlo, pero como seres racionales sabemos
que esto del vivir tiene un final. Por eso también es un peso la existencia:
porque sabemos que tiene un punto y final. Que todo en un punto se es ido y
acabado como dice el clásico.
Así es la vida. Y afortunadamente esto no lo
rebato. La vida pasa, continuamente, como el río cuando busca el mar. Siempre
el agua en movimiento, siempre pasando continuamente. La vida es un continuo
trasiego, un continuo paso, un permanente transcurrir desde el punto de partida
hasta el momento del fallecimiento. Sin pausa posible. Incluso en estado de
coma estamos viviendo. Mientras no sobrevenga la muerte física no podemos decir
que el peso de la existencia ha dejado de cargar nuestros hombros. Que el paso
de la existencia ha concluido definitivamente.
Decía Schopenhauer, el gran filósofo, que el hombre
es un ser para la muerte. Los existencialistas decían mejor que el hombre es un
ser para la angustia. Bueno: digamos que la vida tiene un montón de angustia,
entre ella la consciencia de la finalización de la existencia. El hombre es un
ser para la muerte. Es puro y absoluto fatalismo. Es indiscutible. No se puede
hacer nada y esto puede generar impotencia y puede justificar muchos suicidios.
Paradójicamente saber que vamos a morir no nos motiva muchas veces para
aprovechar el tiempo en entretenimientos felices sino que nos acercamos a la
muerte antes de tiempo gracias al suicidio. El suicidio es un final anticipado,
pero si nuestra vida está premeditada del todo el suicidio no es ninguna
anticipación: es el final previsto en nuestra carta astral, por decirlo de una
manera que se entienda bien.
La vida hay que llevarla con la mayor dignidad
posible porque es muy difícil vivir sabiendo que el paso de la existencia
concluye. Que todo cuanto hacemos concluye con la muerte. Soportamos el peso de
la conciencia como una carga íntima e inseparable porque la mente va con
nosotros a todas partes y en todas partes los pensamientos acuden a nosotros
con rapidez vertiginosa. No sé cómo los pensadores, lo que hacen del
pensamiento una profesión, no se vuelven locos por hacer del pensamiento su
medio de vida. La reflexión excesiva puede provocar ansiedad, depresión y
muchos problemas psiquiátricos. Ya escribía Manuel Machado esos versos tan
bonitos: “Para no sufrir no pensar, /para descansar morir”. Manuel Machado
equipara el pensamiento al sufrimiento y el descanso a la muerte. Yo defiendo
en muchos momentos la muerte del pensamiento como método de supervivencia. Por
eso ya escribí en otro artículo que he llegado la hartazgo del pensamiento,
además del hartazgo de mi propia enfermedad.
Eso me pasa muchas veces los fines de semana: que
pienso demasiado. Que estoy solo y le doy demasiado al tarro. El cerebro se
convierte en un juego de pensamientos. Y estos pensamientos a veces nos manejan
más de lo que nosotros los manejamos a ellos. Existe esa eterna dualidad entre
la reflexión y el pasotismo. Sin términos medios. O se piensa o no se piensa.
Porque en el pensar está muchas veces el peso excesivo de la existencia que
hacen que el paso de la misma sea más un martirio que una experiencia
placentera.
El paso de la existencia nos descubre día a día el
peso de nuestra infinita ignorancia. Anoche estuve viendo un programa musical
especializado y me di cuenta de que no sé nada en realidad de música.
Simplemente escucho algo y me gusta o no me gusta y ya está. Pero a la hora de
profundizar en los cantantes o en los grupos que ha habido en la Historia del pop, del
rock o del britpop del que hablaba el programa realmente no sabemos nada. Yo me
quedé asombrado del peso de mi ignorancia, de que el paso por la existencia
sólo te garantiza la adquisición de un número muy limitado de conocimientos.
Esa limitación puede llevarse con sufrimiento o con resignación. El caso es que
el paso por la vida es fugaz. Es una estrella fugaz en la eternidad del
Universo, que está por ver también que sea eterno o también está programado su
final.
Internet, por ejemplo, ha convertido el mundo más
que ningún otro medio en una aldea global. Todo se ha generalizado. La
información es cada vez más inmediata y no podemos hacer nada para evitarla.
Tendríamos que irnos a una cueva en las montañas para alejarnos de toda fuente
de información para experimentar la verdadera soledad. Pero el peso de la
información es tanto que carga nuestra existencia, la lastra hasta el límite y acabamos hastiados, aburridos de
tantas noticias, de tantos puntos de vista diferentes, de tanta variedad de
todo. El paso de cada existencia es como una pequeña noticia en mitad de la
nada o una parte minúscula de un todo global que tiende siempre al exterminio. Un
trocito de la aldea global de Marshall McLuhan, el maestro de los mass media,
de los medios de comunicación de masas. Ya él predijo la creación de una aldea
global que se ha hecho realidad con internet. Cualquier noticia que se produzca
en cualquier lugar del mundo es conocida de inmediato en todo el planeta.
Nuestro paso por la existencia se ha convertido en un exceso de información que
no podemos procesar por completo y con verdadera objetividad. Esa información
es un peso sobre nuestros hombros de comunicadores muy grande. Pero yo
considero que las consciencia de la muerte tiene más peso en la creación de la
angustia que el exceso de comunicación.
Sea como sea vivir es una tarea dura, que podemos
retocar con pinceladas de felicidad para aligerarlo todo un poquito. La
felicidad podría ser una parada de la angustia, un stop en la disputada ruta de
la ansiedad. Otros, más optimistas, piensan que es la angustia la parada de la
felicidad. Que lo que predomina es ésta. Algo así como que el hombre es un ser
para la felicidad. Podría haberlo dicho muy bien Rousseau.
A lo largo de la vida hay muchos pesos, entre ellos
el peso de la enfermedad. Esto añade más dolor si cabe al paso de la
existencia. Hay toda clase de enfermedades. Son como pruebas que nos pone la
vida y que, desde el fatalismo, las consideramos absurdas porque si hay que
morirse, ¿para qué enfermar? ¿Por qué no morir directamente sin más
padecimientos? Imagino que ése es el fin de la medicina: curar todas las
enfermedades para hacer más placentera la vida. El paso de la existencia se
liberaría del peso de la enfermedad y todo sería más llevadero.
Como éste podríamos poner muchos ejemplos, pero
creo que es el más ilustrativo. La enfermedad tiene un peso muy importante en
nuestras vidas. Depende de la naturaleza de cada cual, como dependen otras
muchas cosas.
Podría poner muchas más ilustraciones que
demuestren lo que es el peso y el paso de la existencia, pero creo que por hoy
está ya bien. Hay suficientes temas para reflexionar. Esto no es malo en sí
mismo, pero la reflexión excesiva puede llevar a la locura. Podemos preguntar
por ejemplo a Nietzche. Filosofó a martillazos y acabó perdiendo la razón.
Creo que es necesario poner punto y final al
artículo con el mensaje optimista de que la muerte no tiene sentido ninguno sin
la vida. Vivimos un tiempo y morimos en un solo instante aunque sea una
enfermedad duradera. Observemos la vida propia desde una cierta objetividad
para no ser demasiado duros con nosotros mismos y mimémonos más, querámonos
más. Eso es lo que va a quedar de nosotros junto con nuestras obras, producidas
por nuestro talento personal. Y no hay que desperdiciar el talento porque no
hay nada peor que el talento malgastado. Yo intento aprovechar mis talentos
(los que Dios me ha dado) para vivir la vida con la mayor dignidad posible.
Quiero morir en la cama diciendo en voz alta: HE VIVIDO, he sido honesto
conmigo mismo, he tenido amor propio y he puesto toda la voluntad posible a la
existencia para extraer de ella el máximo posible.
Ése es el posible epitafio de una hipotética tumba
(me van a incinerar): HE VIVIDO. Ya lo decía Neruda: Confieso que he vivido.
Pues yo quiero terminar diciendo lo mismo. Que el paso por la existencia no ha
sido estéril y que he podido con el peso de la misma. Salud y suerte.
José Cuadrado
Morales
martes, 12 de diciembre de 2017
LA DIABETES UNA ENFERMEDAD QUE SE ESCONDE
Hola ¿qué tal todos? hoy
os voy a hablar de una enfermedad que la sufren muchas personas en el mundo, la
diabetes, por desgracia las personas que padecemos esta enfermedad necesitamos
muchos cuidados porque toda precaución
es poca. Hay que llevar una vida saludable,
hacer ejercicio, pero a unas horas aconsejables y comer de todo, pero
con moderación nada de excesos. La diabetes no se ve, pero se puede manifestar con temblores, mareos, problemas de
coordinación… Una bajada de azúcar, en términos médicos, se conoce como hipoglucemia y en el otro lado
de la moneda, el azúcar alta, se llama hiperglucemia.
Bueno, yo soy diabetico y
se como se las gasta esta enfermedad, yo me pongo insulina varias veces al día,
además de tener especial cuidado con nuestra dieta y practicar deporte, si veis algún sintoma extraño no os lo penséis
dos veces ir a vuestro medico de familia. y lo que recomiende hacerle caso.
Si no te cuidas la
enfermedad pasa factura a largo plaza y nos podemos encontrar con problemas
circulatorios graves, problemas en la visión, etc...
Un consejo personal, esta
enfermedad se puede llevar muy bien y hacer una vida totalmente normal,
simplemente hay que cuidarse mucho porque sin salud no se puede disfrutar de
cosas buenas de la vida.
Espero que este escrito os
ayude, muchos gracias por vuestra atención y feliz navidad, feliz año nuevo y
que en el año que viene 2018 os traiga todos los sueños que tengáis en la mente, hasta otra.
P.D. Cuidado con los
dulces navideños.
David.
lunes, 11 de diciembre de 2017
RUTINA DE DEBATE
Se puede llamar rutina de debate
a un tipo de reflexión mental que nos puede ayudar a eliminar las creencias
irracionales. Las creencias irracionales son ideas que surgen en nuestra mente
y que se salen de lo racional, de lo lógico, de lo que tiene un sentido para
nosotros comúnmente. Unas de las creencias irracionales que se padece con la
enfermedad mental son las fobias, los
miedos ilógicos.
La rutina
de debate consiste en reflexionar sobre estas creencias siguiendo el
procedimiento siguiente:
1) Descubrir o encontrar las creencias
irracionales.
2) Combatir estas creencias irracionales.
3) Sustituirlas por creencias racionales.
Es lo
que me ocurrió a mi con la fobia a ir a mi pueblo. La creencia irracional
consistía en pensar que cuando llegase a mi pueblo me iba a encontrar sólo, sin
poder ver a mi madre y sin poder recurrir a nadie de ese entorno para poder
volver a Sevilla. Encontrarse de repente con que no llega el autobús, que la
gente se marcha de donde estás y que no puedes recurrir a nadie. Esta es la
creencia irracional que encontré mientras padecía (y todavía padezco) este tipo
de fobias. Lo importante de encontrar o descubrir una creencia irracional
consiste en plantearse bien el problema que tienes. Yo lo planteé todo lo mejor que pude en el
sentido que digo. ¿Y cómo se combate?. Con ayuda de profesionales como los que
he encontrado en la unidad de rehabilitación. Ellos me hicieron ver que lo que
yo planteaba no tenía sentido, que me tenía que animar a ir a mi pueblo.
Me
armé de valor para poder ir a mi pueblo y decidí seguir cogiendo el autobús que
me llevaba hasta él. Y fui repetidamente en estas condiciones aunque pensando
que no tenía sentido lo que pensaba que todo iría con la normalidad que hasta
entonces había tenido. Me apoyé en la experiencia previa. Esa fue la manera de
combatir esa creencia irracional a nivel mental, esa fobia.
Seguí llendo en
autobús a mi pueblo aunque a veces los retrasos a la vuelta de mi pueblo del
autobús me ponían nervioso si se pasaba de los diez o doce minutos. No llegó el
autobús más tarde de un cuarto de hora. Eso me ayudó. También el que siempre
hubiera alguien en la parada ayudó mucho ya fueran solo una o dos personas. Y
lo conseguí dos o tres veces. Luego se acrecentó la fobia pero tuve suerte, ya
tenía un amigo que me podía acompañar hasta allí y que conocí en la unidad de
rehabilitación.
Con el estuve llendo muchas veces a mi pueblo y seguí
comprobando que las ideas que yo tenía eran
irracionales. Me lo pasaba maravillosamente en mi pueblo mientras
visitaba a mi madre en compañía de mi amigo. Esa es otra forma de combatir las
fobias que como en mi caso te acompañe alguien. Me pregunto: ¿Si va bien yendo
con un amigo porque no va a ir bien yendo sólo?. Y es lo que me planteo
actualmente, aunque ya no tiene mucho sentido pues mi madre murió hace año y
medio y he perdido el contacto con los amigos de mi pueblo. En cualquier caso
podría ir con mi hermana y mi sobrina, pero prefiero dejarlas tranquilas para
que disfruten y se relajen los fines de semana que pasan allí, mientras yo aquí
en Sevilla las espero siempre con los brazos abiertos.
Jesús
martes, 5 de diciembre de 2017
BERIZZO (segunda parte)
Me parece mentira, pero he sobrevivido a otro fin
de semana. El lunes, el nuevo lunes, ha venido a rescatarme y a procurarme un
poco de paz y tranquilidad, lejos de la ansiedad vivida, sobre todo ayer
domingo, cuando me golpeó bastante y estuve casi todo el tiempo sentado en mi
ya famoso sillón azul. Pero de todo se sale, como diría el antiguo.
He tenido ocasión de reflexionar este domingo de
sillón sobre Berizzo, el todavía entrenador del Sevilla. Reflexioné aún más
mientras escuchaba la retransmisión del partido en Villarreal, donde el Sevilla
venció 2-3, con goles de Lenglet, Mudo Vazquez y Banega de penalti.
Vaya por delante que sigo pensando que Berizzo no
es entrenador para el Sevilla F.C.. No tiene la categoría suficiente como para
entrenarlo, cosa que ya quedó clara en mi primer artículo titulado simplemente
Berizzo.
La confesión de su cáncer de próstata no ha
cambiado mi actitud hacia él, mi opinión, no ha pasado por así decirlo de
demonio a ángel. Sigo pensando lo mismo de él, aunque en los dos últimos
partidos el Sevilla ha sacado la casta y el coraje de la canción frente al
Liverpool y al Villarreal. Dos remontadas con garra, la garra que siempre ha
caracterizado al Sevilla y que afortunadamente no ha perdido. Pero esa garra tiene
que sacarla siempre, no a cuentagotas, esporádicamente. Estaría más arriba en
la tabla si hubiera sacado esa garra en muchos partidos que los ha perdido por
abulia, por dejadez.
Berizzo confesó al Presidente del Sevilla que
padecía cáncer de próstata una semana antes del partido decisivo contra el
Leganés. No se lo comunicó a los jugadores hasta dos días antes del partido
contra el Liverpool. Puede que eso ocasionara la reacción del equipo en la
segunda mitad remontando tres goles. Los jugadores ya sabían del cáncer de su
entrenador.
No ha sido hasta el fin de semana pasado cuando ha
dado una rueda de prensa oficial Berizzo para comunicar lo de su cáncer y ha
declarado que no quiere convertirse en centro de la noticia y que por encima de
todo no quiere victimizarse. Esto último me ha gustado mucho porque ya escribí
hace bastante tiempo un artículo titulado Victimismo donde dejaba clara mi
postura opuesta a esta actitud manipuladora.
Berizzo no quiere hacerse la víctima. Sabe que como
él hay miles de personas en España que padecen lo mismo que él y él está en una
situación privilegiada porque tiene a su servicio a los médicos del Sevilla
F.C., a sus propios médicos y al equipo médico del F.C. Barcelona que se ha
ofrecido para todo al Sevilla y a Berizzo. Berizzo es un enfermo, pero es
también un privilegiado.
Se había hablado en un principio que Berizzo
estaría en la dirección de la plantilla sevillista hasta el 6 de diciembre, día
del último partido de la fase de grupo de la Liga de Campeones. Después se retiraría para
hacer el tratamiento y aprovechar el parón navideño para ponerse a punto.
Pero los acontecimientos se han precicipitado y
parece que su enfermedad reviste más gravedad y al parecer ayer domingo
(escribo hoy lunes 27 de noviembre) dirigió al Sevilla por última vez antes de
empezar a someterse al tratamiento de su cáncer. Así que hoy, oficialmente,
Berizzo pasa a ser paciente y como entrenador ejercerá el segundo entrenador
del Sevilla. No podía esperar más tiempo su enfermedad.
Lo vi en la rueda de prensa muy tranquilo, como en
todas las ruedas de prensa. Frío, seco, calculador, seguro de sí mismo, con sus
ideas claras. Otra cosa es que tenga las ideas claras sobre el equipo, pero ése
no es el tema de hoy.
La enfermedad lo ha convertido en más humano de
cara al público y éste lo ha visto de forma diferente. Ayer en Villarreal el
Sevilla sacó de nuevo la casta y el coraje en la segunda mitad, supongo que
para darle una alegría a su entrenador para su recuperación (que espero sea un
éxito). Los dos equipos saltaron al campo con camisetas alusivas al tema de
Berizzo para darle ánimo y todo el fútbol en general se ha volcado con él. Por
eso digo que, dentro de la desgracia, es un privilegiado.
Un privilegiado, pero no una víctima. Seguirá al Sevilla
ahora en la sombra, por las informaciones que le dé su segundo entrenador, por
los partidos que vea en la tele, por lo que lea en los periódicos. Pero ahora
tiene que centrarse en la enfermedad. Puede que todo ello le ayude a
reflexionar sobre todo lo que lleva hecho en el Sevilla hasta ahora y los
posibles errores que haya cometido.
En cada sesión de quimioterapia o de lo que le
apliquen recuperará un trozo de vida. Porque ahora se trata de recuperar al
hombre, a la persona enferma, al que ha sido objeto de innumerables críticas en
las últimas semanas, también por parte de mí. Críticas merecidas porque el
equipo estaba mal y sigue teniendo carencias importantes más por problemas de
Dirección Deportiva que del propio entrenador. Pero el que da la cara siempre
es el entrenador y el que recibe los palos sobre todo es él.
No sé cómo será Berizzo como hombre, pero sin duda
afronta la enfermedad con gran entereza, con un espíritu de lucha envidiable y
con un optimismo a prueba de bomba.
No me gusta Berizzo como entrenador para el
Sevilla, pero sí me ha causado una grata impresión su actitud como persona para
afrontar una de las enfermedades más terribles que existen. Esto no me va a
llevar a decir que la actitud errática del equipo fue un espejismo. No. Hay que
ser objetivo: Berizzo es un entrenador mediano que se ha puesto enfermo, pero
ha demostrado ser un hombrer cabal para no dejarse arrastrar por la enfermedad.
El hecho de entrenar al equipo ante el Leganés, el Liverpool y el Villarreal
habla muy bien de él como persona, como hombre. Un luchador, como lo fue como
futbolista por ejemplo en el Celta de Vigo y como entrenador también en este
equipo donde hizo temporadas muy buenas.
Ahora tiene a su disposición un montón de médicos y
el apoyo de toda la afición de España para que no se le venga abajo la moral y
esté arropado por muchísimas personas anónimas que arrinconarán sus carencias
como entrenador y se centrarán en su labor como enfermo, una dura palabra, pero
es como hay que ver ahora mismo a Berizzo. Un enfermo más, pero no cualquier
enfermo.
Berizzo es un privilegiado del fútbol y por ello un
privilegiado de la vida. No me causa ninguna pena, aunque siento su cáncer como
podría sentir el de cualquier otra persona. Pero Berizzo tiene la suerte de contar
con grandes apoyos y va a salir adelante. Estoy seguro. El Presidente del
Sevilla ha expresado el absoluto apoyo del club al entrenador en estos duros
momentos y toda la plantilla está con él. Yo desde aquí expreso mi apoyo al
hombre que está enfermo, al que no quiere hacerse la víctima, cosa que
agradezco. No me gusta en absoluto el victimismo. Bastante chantaje emocional
he tenido que soportar en mi vida. Por eso me ha gustado tanto que Berizzo diga
que no quiere victimizarse.
Sólo por eso me cae bien humanamente Berizzo. Que
la suerte le acompañe y se recupere pronto. Y madure como persona y como
entrenador por el bien del Sevilla F.C..
Nunca mejor dicho: salud y suerte.
José Cuadrado
Morales
lunes, 4 de diciembre de 2017
LO QUE ANDALUCÍA SEA HOY Y EN ADELANTE, SERÁ LO QUE LOS ANDALUCES QUERAMOS.
Hoy, 4 de diciembre, es una fecha importantísima en la historia
de Andalucía. Como no recuerdo exactamente qué se recuerda, dada
las escasa repercusión que se está dando , bien está señalarlo;
ANDALUCIA, la que divierte, la que implora, la que exige parta sí
lo que de por sí se le debe, la que ruega por la reforma agraria
siempre eternamente pendiente…; la relación Andalucía- España no
sólo no es cuestinable, sino que es, junto a Castilla-León y Pais
Vasco (Reino de Navarra) , la que ha conformado, en calidad y
cantidad, la manera de ser, la esencia de lo español .
No sé si es cierto lo anterior, pero como actualmente se suele
primero llegar a una conclusión y después buscar las
justificaciones para ésta, es atractiva esta idea, pues conjuga bien
la en general dureza castellana o fortaleza vasca, con la
espontaneidad , exuberancia o creatividad andaluzas.
Pasa una cosa con Andalucía; como no tenemos complejo de
inferioridad , no estamos continuamente reivindicándola , no lo
necesitamos. Sabemos que lo que tenemos o somos son un valor de por
sí , “surje” de la gente, y no puede ser más auténtico porque
no imita a nadie, nace de las entrañas, y ésto, ni se compra ni se
vende; lo imitan. Casos …: el toreo, el flamenco, la simpatía,
el barroco, la semana santa , la geografía, la exuberancia, lo
andalusí, los caballos , la literatura, la pintura, el arte
renacentista en Jaén, etc.
Lo que Andalucía sea hoy y en adelante, será lo que los
andaluces queramos que sea, en esencia.
Nota: El 4 de diciembre de 1977 mas de 2.000.000 de andaluces salieron a la calle en todos los pueblos y ciudades de Andalucía para luchar por la indentidad de Andalucía y conseguir que sus ciudadanos dejaran de ser ciudadanos de segunda tanto en el norte como en el sur.
Como curiosidad decir que en Barcelona se manifestaron también 300.000 ciudadanos de Andalucía. En 1970 había 840.000 andaluces en Cataluña, hoy se calcula que los catalanes con origen andaluz son el 8%.
Diego
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