miércoles, 30 de noviembre de 2016
LOS PEORES DÍAS DE MI VIDA
No sé, pero este artículo podría ser una ampliación
o una aclaración del artículo precedente titulado “55 años”. Estaba yo
repasando un archivo de carátulas de películas y me encontré con la de la cinta
de William Wyler “Los mejores años de nuestra vida”, ganadora de varios premios
óscar, y me dije que podría escribir , a imitación del título, un artículo
titulado “Los peores días de mi vida” por esta crisis transitoria que estoy
viviendo. De alguna manera el cine siempre está presente en mi vida.
Mi médica de cabecera me dice que cuando me sienta
mal mire siempre hacia atrás que seguramente descubriré momentos en los que he
estado peor y así hallaré consuelo. Lo hago como ella dice y es cierto,
funciona. Lo que ocurre ahora es que la crisis que estoy viviendo se está
prolongando más de la cuenta y es peor que otras que he vivido. Me está
castigando más y con más furia.
Estoy viviendo momentos de angustia intensa,
atravesando una fuerte carga de ansiedad y muy afectado por mi trastorno
obsesivo compulsivo que me machaca hasta límites insospechados. Esto me afecta
incluso para escribir mi novela Monólogo en clave neurótica. Mi psiquiatra me
ha aumentado la medicación y, a pesar de los efectos secundarios, me siento
mejor. Estoy más relajado y duermo un poco mejor. Necesito descansar para no
estar después todo el día como un zombi.
A mis hermanas les digo que estoy mejor. Ya sé que
es una mentira, pero creo que es una mentira necesaria porque no quiero hacer
sufrir a nadie. Ellas tienen sus propias enfermedades y no quiero ser una carga
para nadie.
Encuentro en estos artículos que escribo en
internet un diario compartido con los amigos lectores. Ellos me leen y me
entienden y compartimos las mismas inquietudes y esperanzas.
No puedo llorar por la medicación, pero desde que
me han modificado el tratamiento (mínimamente) tampoco tengo tantas ganas de
llorar. En ese sentido me siento mejor.
A veces, cuando no puedo romper a llorar, se me
queda la angustia dentro y lo paso francamente mal. Es un peso tremendo que
anida dentro de mí y que muchas veces no puedo sino aguantar y no queda otra
cosa.
Me refugio en el rezo, la meditación y la
relajación. En las oraciones hallo una paz inmensa, así como en las otras dos
cosas. Y no necesito mucho tiempo.
También camino y así me relajo, además de que me
sirve para activar la circulación sanguínea y para adelgazar, que me viene muy
bien.
Recuerdo los consejos de los psicólogos de la
Ura. He tenido cuatro psicólogos hasta el
momento aquí. Del primero recuerdo la frase “no repases tanto”, para ayudarme a
superar mi trastorno obsesivo compulsivo. Del segundo recuerdo la frase “repasa
más deprisa”, que es la que estoy poniendo en práctica más últimamente y me
está yendo bien. Del tercero recuerdo la frase “ama tu T.O.C.”, cosa que
intento y cuando lo consigo me va mejor. Y de la última psicóloga recuerdo la
frase “quédate en la cama despierto”. Me lo dice cuando no puedo dormir y en
lugar de levantarme a las tres de la madrugada que me quede en la cama descansando
aunque esté despierto. De vez en cuando lo consigo y me quedo en la cama,
aunque sea un rato. Ahora, con la modificación de la medicación que me han
hecho, duermo un poco mejor.
Los consejos de los psicólogos me sirven entre
otras cosas para ver el lado positivo de lo negativo. Por ejemplo: la ansiedad
es buena a veces y nos sirve para activarnos y trabajar, y también para estar
alerta ante los peligros. El caso es que de todos los psicólogos aprendo algo y
de los libros de autoayuda que he leído a lo largo de mi vida.
Y recuerdo los consejos de otros psicólogos y
psiquiatras. Un psiquiatra me dio un brillante consejo: “Evita que surjan
nuevas obsesiones”. Han ido en incremento desde que me lo dijo, pero por mi
dificultad para hacer frente a las obsesiones, pero otras veces consigo evitar
una nueva obsesión y es un triunfo para mí y me siento muy feliz. El mundo de
las obsesiones es complejo. La mente probablemente sea la compleja y tiene
muchas trampas en las que caemos con tremenda ingenuidad.
Poco a poco voy saliendo del bache. Hoy me siento
bastante tranquilo. No he dormido mucho y tengo un poco de somnolencia, pero
tengo la mente fresca para escribir un nuevo artículo para la
Ura. Y tengo muchas ganas de hacerlo.
Como me dijo una vez una amiga “yo soy más fuerte
de lo que creo”. Y eso es cierto. Somos más fuertes de lo que creemos y no
podemos dejarnos vencer por esas trampas de la mente. Debemos aprovechar al
máximo esa fuerza interior que nos motiva y nos ayuda a vivir y a salir
adelante.
Yo, gracias a esa fuerza, he salido de muy malas
situaciones y me siento orgulloso de ello. Y ahora soy más fuerte para vencer
la soledad y todas las cosas negativas que ésta conlleva.
Pienso que mis artículos pueden servir para otros
enfermos, aunque no me guste mucho la palabra enfermos. Sufrimos trastornos y
demás, pero vivimos como el resto de las personas, con nuestros altos y
nuestros bajos.
Yo siempre saco un resumen positivo de mis malas
experiencias. Siempre intento quedarme con lo bueno de lo malo. Y me sirve.
Tiro hacia delante con toda la fuerza que Dios me da y yo mismo me proporciono
a mí mismo.
Cuando salga de esta crisis existencial seré más
fuerte todavía. Aquello de que lo que no mata engorda y te hace más fuerte es
cierto. Yo voy a seguir sacando las consecuencias positivas de mis crisis y no
me voy a dejar destruir por mí mismo.
Y sé que terminaré mi novela. Con tranquilidad
porque es la primera y estoy acostumbrado a escribir poesía. Y conseguiré que
me la publique una editorial sin tener que poner yo dinero o una pequeña parte a lo sumo.
Y acompañado por mí mismo no me sentiré tan solo.
Tengo energía suficiente para seguir adelante siempre y no puedo dejarme vencer
por mis debilidades y mis momentos de flaqueza.
Y siempre alejado del victimismo. Yo cuento las
cosas tal como las vivo, pero no les doy un sentido de tragedia, sino de
realidad. Vivo una serie cosas y las cuento sin más para compartirlo con los
otros y vaciarme yo un poquito de combustible negativo.
Y así voy viviendo. Y quiero que mi vida sea más
rica, quiero darle más sustancia para no sentirme nunca vacío. No quiero dejar
de escribir nunca porque esto es lo que más sentido da a mi vida. Espero que
este artículo os guste y valoréis el alto nivel de sinceridad que he puesto en
él. Salud y suerte.
José Cuadrado
Morales
martes, 29 de noviembre de 2016
LA TRAMPA DE LA EDUCACIÓN
El libro de texto es la herramienta que los enseñantes tienen y usan para transmitir el conocimiento a los alumnos. Además, se da por evidente y natural que el contenido de estos libros responde a la verdad en las distintas disciplinas que hay.
Pero distinguiendo entre lo científico o matemático (que son exactas, concretas….) y materias como la filosofía, historia, literatura, religión o geografía, puede apreciarse un conflicto: la interpretación de lo que se divulga está condicionada tanto por el texto como por el que lo divulga. La realidad, o más bien su percepción, no es unívoca, ni inmutable, sino que está sujeta al contexto general o particular de cada persona; así, el libro puede (en vez de estimular la curiosidad, el librepensamiento o la diversidad y pluralidad cultural) convertirse en objeto de manipulación con el objetivo de que el conocimiento y la información “adquiridas”, no cuestionen (o sí) , el sistema socioeconómico y político imperante.
No en vano, asistimos continuamente al jaleo sobre el sistema educativo. Y cosa no menos importante es cuánto cuesta la educación (universitaria), quién la sufraga, y las condiciones para acceder a los estadios más altos del conocimiento, si son por méritos o por capacidad económica.
Diego de la Algaba
lunes, 28 de noviembre de 2016
Poesías de ayer IV...
He soñado que salia de mi cuerpo,
he soñado que volaba como un cuervo,
he soñado que buscaba,
un corazón dulce y nuevo,
he soñado que te apresaba...
y tú, mi presa, tú me amabas...
Víctor S. N.
Poesías de ayer III...
Sota de amor,sota de espadas por ti,
las picas enceladas me aconsejan
males de armas lides y querellas.
Sota de amor sotas de oros por ti,
los tréboles me auguran por tu mal,
amor de baraja, amor penumbral.
Sota de amor, sota de bastos por ti,
los rombos me acuartelan"por mi bien"
me dicen las cartas, rombo de a cien.
Sota de amor, sota de copas por ti,
los corazones me invisten de tu brial,
¡cupidosas cartas!vivo de las copas,grial
me alimento de tu aurora,
briosa reina de copas corazonada.
Víctor S. N.
CRÍTICA DE CINE: "100 METROS"
Estamos ante una producción española del año 2016
dirigida por Marcel Barrena, que es también guionista de la película. Del
reparto destacamos a María de Medeiros, Dani Rovira, Alba Ribas, Karra Elejalde
y Alexandra Jiménez. Sorprende Dani Rovira especialmente porque está habituado
a papeles cómicos y aquí hace muy bien un papel dramático. Y es que estamos
ante un drama con ligeros tintes de comedia, con una duración de 1 hora y 36
minutos no recomendada para menores de 12 años. Distribuye Filmax.
En la producción hay que distinguir entre las
productoras principales y otras productoras menores que hacen su aportación
como Televisión Española, Televisión de Catalunya y Movistar +, que cada vez
está apostando más fuerte por la producción cinematográfica.
En cuanto a la historia estamos ante Ramón, un padre de familia (tiene mujer y dos hijos)
que vive para el trabajo hasta que su cuerpo empieza a fallar. Diagnosticado de
esclerosis múltiple, todos los pronósticos parecen indicar que en un año no
será capaz de caminar ni cien metros ( de aquí el título de la película. Y
también de que Ramón un día ve una carrera atlética de cien metros en una
tablet y comenta inocentemente que “no es tanto”. Después verá con dureza que
la enfermedad lo puede dejar completamente paralizado). Ramón no se achica y
decide plantarle cara a la vida participando en una de las pruebas más duras
del mundo: un triatlón, conocido en el argot atlético como un ironman,
literalmente “hombre de hierro”.
Está película está basada íntegramente en una
increíble hisoria real, muy bien llevada a la pantalla por el director.
La frase publicitaria lo dice todo: “Rendirse no es
una opción”. Y el personaje protagonista no se rendirá ante todas las
adversidades que se le presentan y todas las limitaciones que le supone una
enfermedad neurodegenerativa como la esclerosis múltiple.
Su mujer se llama Inma y lo apoya en todo momento.
Manolo es su suegro, un sujeto algo gruñón que acabará siendo su entrenador
personal para participar en el ironman. En su juventud fue ciclista y llegó a
ganar una etapa del Tour de Francia, después de lo cual se retiró porque
pensaba que ya estaban cumplidas todas sus expectativas. Se ven en la película
imágenes reales del auténtico protagonista de la historia subido al podio
acompañado por su mujer, Pilar, ya fallecida. Manolo vive solo y es bastante
excéntrico. Conocerá durante los entrenamientos con Ramón a una mujer, Noelia,
de la que se enamorará y será felizmente correspondido.
Los entrenamientos para el ironman se
compatibilizan con las sesiones en las que tiene que tomar su medicación por
vía intravenosa, imagino que el Trisavi porque por experiencia lo sé: tengo a
mi hermana pequeña, Renata, diagnosticada de esta cruel enfermedad que no tiene
cura.
Ramón comparte en las sesiones de Trisavi sus
experiencias con el resto de pacientes. Un día se les añade una chica muy joven
llamada Arianna, muy bella, que iba para bailarina por vocación y ya no puede
ni ponerse de puntillas para dar unos pasos. La enfermedad le atacará sobre
todo la vista hasta que se queda completamente ciega.
Manolo, el suegro, intenta animar a Ramón en todo
momento porque son muchos los instantes de depresión y decaimiento cuando
siente que ya no puede más y que no será capaz de superar la prueba. Manolo le
dice frases inteligentes y agudas como que “la vida es una enfermedad
degenerativa”, no sólo la esclerosis múltiple.
Ramón soporta las parálisis de su cuerpo de vez en
cuando durante los entrenamientos. Su suegro le acompaña en bici cuando se
conoce lo del Tour de Francia. Al final le regalará el maillot del Tour como
regalo por su insistencia y perseverancia. Los brotes de la enfermedad (como
así se conoce a los episodios de la misma) son terribles.
Ramón vuelve a su trabajo antes de que le den una
invalidez, pero finalmente él mismo le pedirá a su jefa que lo despida porque
no puede trabajar. Es uno de los momentos más tristes y duros de la película.
Pero Ramón no deja de entrenarse. Tiene que
terminar la prueba en un máximo de 17 horas. La prueba consta de natación,
bicicleta y maratón, en ese orden. Durísima para una persona normal, cuánto más
para un esclerótico múltiple.
La película es muy emotiva, pero en ningún momento
sensiblera, aunque al final se me saltaron las lágrimas. La sala estaba vacía.
Podían haberle hecho a 100
metros un poquito de la publicidad que le han hecho a Un monstruo viene a verme. Esto es
algo que me disgusta: mientras películas como la del monstruo recibe mucha
publicidad, otras no tienen ninguna o muy poca y están poco tiempo en
cartelera. Y en el peor de los casos ni se estrenan y pasan directamente a la
televisión.
Hay que decir que Ramón consigue completar la
prueba segundos antes de las 17 horas. Se ven las imágenes del protagonista real
con su mujer y sus dos hijos, en un paralelismo con las escenas de la película.
Y Ramón no se quedó en este triatlón. Hizo después
más carreras: maratones, triatlones, etc… Se indica con un rótulo al final de
la cinta.
Como se indica al final con otro rótulo que hay
500000 enfermos de esclerosis múltiple en Europa. Se dice que sufren
marginación, incomprensión, depresión y otros muchos males.
La banda sonora es muy buena, íntegramente en
inglés, excepto la canción de Nino Bravo Noelia y la canción, original para la
cinta, del final de la película compuesta por Amaia Montero (la ex vocalista de
La oreja de Van Gogh) y Lucas Vidal interpretada naturalmente por la propia
Amaia. La canción va de fondo a imágenes reales de la rehabilitación que tienen
que hacer los enfermos de esclerosis múltiple. Es un momento muy emotivo de la
película, ya con los títulos de crédito.
Los actores están todos muy bien, sobre todo Dani
Rovira, que da mucha credibilidad a la enfermedad, y que vuelve a coincidir con
Karra Elejalde después del éxito de Ocho apellidos vascos.
La fotografía es muy apropiada para la historia que
se cuenta, predominando los tonos oscuros.
Considero que la película es cine social bien hecho
y le concedo tres estrellas. La recomiendo para que se conozca una de las
enfermedades neurodegenerativas más duras que existen y que yo vivo día a día
por mi hermana. Salud y suerte.
Calificicación:
José Cuadrado
Morales
miércoles, 23 de noviembre de 2016
TRABAJANDO DE NUEVO
Ayer lunes entré a trabajar como peón de albañil, con un contrato para quince
días. Primero me seleccionaron para la limpieza de las calles, y al día siguiente,
me llaman y me dicen que ha habido cambios por falta de personal y que si me interesa trabajar de peón.
Fui el mismo día que me llamaron al
ayuntamiento para que contaran conmigo y
firmar, el horario es diferente al de las calles. Es de 8:00 a 16:45 y los viernes es de 8:00 a 14:45, y no se
trabaja el sábado. La zona es cerca del cementerio,
justo al lado, que hay un parque, es una zona muy tranquila. Ayer lunes como llovió, y no se podía hacer
nada, nos fuimos los tres, yo, por si no
lo sabéis soy una chica, y dos hombres
que tengo de compañeros, para otra obra en
el pueblo que esta bajo techo. Estuve sacando escombros a la cuba, compartíamos la tarea entre nosotros,
así hasta la hora de salir.Terminé muy cansada
y con un fuerte dolor de cabeza, no estoy acostumbrada tener tanto tiempo el casco puesto y además las herramientas
para picar el suelo hacían un ruido
terrible. Hoy martes no he estado tan cansada, como en la obra de ayer, hoy he estado en mi zona, y al aire libre, e hecho
lo que me han mandado, ayudarles a llevar
arena con el carrillo, hacer el cemento…
Hago lo que ellos me manden hacer y
les ayudo en lo que puedo. Estoy contenta.
Ludi.
Recreación |
lunes, 21 de noviembre de 2016
NO A LA TERRIBILITIS
No hay nada terrible,
hay que decirse en muchas ocasiones si queremos salir adelante. La cuestión en
nuestro caso es ser más fuertes emocionalmente y no perder los nervios. Esto se
puede aprender de personas que han pasado y pasan por una situación difícil
como aquellas que padecen enfermedades graves. Enfermedades que les podrían
impedir llevar una vida normal.
El caso mas notorio en nuestro tiempo es
el de Stephen Hawking, ese gran científico inglés que todos conocemos que
padece esclerosis lateral y que solo puede comunicarse con el mundo mediante el
movimiento de sus ojos y la ayuda de un ordenador especialmente diseñado para
ello. Él sin embargo en vez de dejarse vencer por la enfermedad sigue
trabajando, discurriendo y escribiendo sobre lo
que le ha preocupado siempre la Ciencia y lleva una vida además como la
de cualquier padre, preocupándose por su familia y por los demás.
Como el hay muchos mas ejemplos de
superación. Puede verse también en muchos discapacitados ese afán de superación
y de amor por la vida. Lo vemos diariamente mientras nos movemos por la calle.
Cuando nos enfrentemos a un problema
tenemos que hacerlo desde la perspectiva de que si no se soluciona como
queremos tampoco es tan terrible la situación, incluso si no tiene solución. La
cuestión es salir adelante y pensar que si tenemos cubiertas nuestras
necesidades más primordiales, como comer, vestir, asearse y tener un techo lo
demás debemos verlo como un regalo, aunque pueda agobiarnos ese problema es ya en si algo bueno, algo que sirve para
estar activos y superarnos.
A mi se me esta presentando un problema
con el aparcamiento de casa. Vivo en un edificio con garaje que tenemos desde
que hace mas de veinte años; ahora como no puedo conducir esta desocupado lo
tenemos para cuando me visite mi hermana o para alquilar si es necesario y hay
gente que lo ocupa cuando quiere. Pues hay gente que le gusta dar la lata y se
mete en él por su cuenta sin pedir permiso a sus dueños. Yo tengo un coche que
lleva metiéndose en el garaje desde hace un mes según me ha informado uno de
mis vecinos, le he dejado una nota en el coche pero no ha hecho caso cosa que
si hacían los anteriores y no puedo hablar con esta persona porque no la
encuentro. Pero no me he alterado. He hablado con mi hermana y vamos a intentar
solucionarlo poniendo un cepo. Lo primero que pensé es que si no se solucionaba
pronto llamaría a la policía, pero creo que esto solo lo haremos en última
instancia, es decir si no vemos otra solución. Pasada una semana se ha
solucionado el problema mediando el administrador del edificio, a quien hemos
acudido (ha intervenido también el conserje).
Los problemas se solucionan con
paciencia, es la mejor manera, y teniendo en cuenta lo dicho: no hay nada
terrible.
Jesús
POESÍAS DEL AYER II...
Mi lecho
Oh mi bello y tierno lecho,
tantos placeres dormidos,
con mis sueños delirantes
y mi mente bien vividos.
oh mi bello y tierno lecho,
cuan confidente has sido,
de mis sueños palpitante,
de mi tristeza y amoríos.
oh mi bello y tierno lecho,
cuanto el tiempo mío, contigo
¡cuantas perezosas siestas
ambos hemos compartido!
oh mi bello y tierno lecho.
ahora veo que has sido,
de entre todos, mi mas fiel
NARANJAS
Las naranjas son una fruta que
madura en invierno. Ello implica que hay que cogerla en esta estación del año.
Pero el invierno condiciona su manejo y la forma de cogerla. Para empezar, hay
que levantarse temprano, para no perder, el jornalero, su puesto de trabajo…, aunque
esto no quiere decir que no haya que empezar a las diez de la mañana, por
ejemplo, pues hay que dejar que el árbol se seque del Rocío de la mañana. Me
imagino una cuadrilla a las 7 de la mañana, después del café y de la copa de
anís, en el tajo alrededor de un fuego esperando a empezar.
Quiero aclarar que hacer
levantarse a un hombre a las 6 de la mañana, es tenerlo controlado, y sucumbido, pues sabe que si él no se
levanta, hay otro que si lo hará, y aquí está la amenaza: hay más trabajadores
que trabajo. Diariamente, como antiguamente, quedan citados en un bar, y les
confirman a cada uno si van a trabajar al día siguiente; esto exige obediencia
y sometimiento.
El proceso de la cogida de la naranja es
sencillo: Si el palo es pequeño, sólo hace falta “faldeadores” (faldas del
árbol), y si es grande, hay que tirar de las escaleras, las cuales son tan
grandes como pasos (escalones) tengan éstas, y sirven para coger los
“pimpollos” (parte alta del árbol). Las cuadrillas las gobierna el naranjero;
hombre de confianza del dueño de la huerta, o del comprador de la naranja, y
depende de la voluntad de él llevar a quien considere oportuno.
Cuando la tierra es muy fértil, como la Vega,
el árbol crece de manera exuberante, lo que complica el trabajo a la hora de
coger el fruto. Además, la naranja que madura demasiado pronto, suele tener falta
de azúcar, es ácida. Sin embargo, en tierras areniscas, madura más tarde, (éstas
tierras son menos fértiles), posibilitando que la naranja sea más dulce.
La comercialización, a gran escala, ha estado tradicionalmente,
en manos levantinas, pero progresivamente, los importadores europeos se están
estableciendo “in situ”, para abaratar la cadena de distribución. Otra cosa
sería si la venta y distribución estuviera en manos de cooperativas, que
establecieran un precio base del que no bajar…La unión hace la fuerza.
Diego de la Algaba.
VIBRACIONES EXTERNAS
Los planetas ejercen su influencia,
sobre la tierra;
y hasta la luna,
calma las mareas.
Vibraciones externas,
Vibraciones externas.
Las constelaciones bailan sobre la tierra,
y la tierra se mueve;
al compás de las estrellas.
Vibraciones externas,
Vibraciones externas.
La tierra se está moviendo,
y yo recibo vibraciones;
de ella y en el centro.
Vibraciones externas,
Vibraciones externas.
Francisco Manuel.
jueves, 17 de noviembre de 2016
55 AÑOS
Se habla mucho de la crisis
de los 40, pero yo no recuerdo haberla vivido. Por aquella época estaba muy
dedicado a mi hijo como padre divorciado que soy y no tenía mucho tiempo para
preocupaciones filosóficas u ontológicas. Estaba centrado en mi hijo a más no
poder y todas mis energías positivas estaban invertidas en su felicidad para
que fuera lo que ahora es con 26 años: un hombre equilibrado, feliz, dedicado a
sus oposiciones a juez y a su novia que tiene desde hace ya casi 10 años. En
este sentido puede decirse que he triunfado como padre y me siento orgulloso de
ello.
Ahora tengo 55 años y sí
siento que estoy pasando por una crisis. Me van saliendo goteras de las que ya
hablé un poquito en el primer artículo de la temporada titulado Impresiones
vacacionales. Tengo algunos problemas de circulación. Tengo que untarme todas
las mañanas una crema en las piernas para facilitar la circulación sanguínea.
Además después una crema hidratante para que la piel nunca esté seca y haya
menos problemas de heridas que puedan ulcerarse. Tomo también para esto dos
pastillas al día para eliminar líquidos y facilitar también así la circulación
sanguínea. Me da mucha pereza tomar medicamentos, y eso que ya soy veterano por
los años que llevo tomando pastillas de nervios. Siento mucha pesadez en las
piernas y están algo coloradas, algo que me ha comentado mi médica de cabecera
que ya no se me quitará. Me han hecho pruebas de vascularización. También las
pruebas me producen una enorme pereza y fastidio. Y me asustan un poco.
Padezco también de tensión
alta y para esto sirven también las dos pastillas que me tomo para la
circulación. Está controlada, aunque a veces se me dispara cuando la ansiedad
se apodera de mí y no me deja vivir tranquilo. Me duele la cabeza, me pitan los
oídos y otros síntomas. Un fastidio más.
Últimamente me han detectado
que tengo el azúcar alta en sangre. Tomo otras dos pastillas enormes para esto,
una por la mañana y otra por la noche. Me someto a controles periódicos para
que no se me dispare. Sinceramente no me gusta ir a los médicos. Me dan un poco
de fobia y soy algo hipocondríaco.
Todos los años hago un
tratamiento profiláctico para el colon consistente en tomarme la primera semana
de cada mes cuatro pastillas al día durante seis meses. Tengo divertículos y
hay que evitar la formación de una diverticulitis, de ahí la profilaxis.
Curiosamente esto no me da pereza. No tengo ni idea de por qué cuando es un
tratamiento bastante pesado y que lo hago a gusto.
Y por supuesto tomo mis
pastillas de nervios, que me acompañan desde hace muchos años. A esto ya estoy
acostumbrado. He cambiado tantas veces de tratamiento que ya no me da ni
pereza. Es la costumbre. Y una forma de esclavitud. Pero necesito medicación de
nervios. Sin ella no podría tirar hacia delante y superar parcialmente mis
problemas de obsesión compulsiva y ansiedad.
Aunque ya tengo 55 años no
considero que mi vida esté vacía, es decir, que no he llegado a un punto muerto
donde no sirvo para nada. Estoy contento con mi faceta de periodista, que
ejerzo ahora en internet con mis artículos y mis críticas de cine en el blog de
la Ura Macarena.
Antes trabajé en El Correo de Andalucía, en el desaparecido Nueva Andalucía,
hice esporádicas colaboraciones en ABC y periódicos comarcales, trabajé en
Radio Andalucía, Radio Manantial y Radio Guadalquivir. Me sentía feliz, pero la
enfermedad mental truncó mi trabajo periodístico. Lo único que no ha podido
truncar esta enfermedad es mi trabajo literario: nunca he dejado de escribir.
He publicado 14 libros de
poesía, estoy preparando mi primera novela Monólogo en clave neurótica y tengo
diversas obras inéditas como Testamento de un depresivo (diario), un libro
sobre greguerías, otro de pensamientos y otro de chistes. Sí, de chistes. El
que los nervios no me hayan dejado en paz desde niño no me ha quitado las ganas
de reír y algún día publicaré este libro que escribí hace ya bastantes años.
En cuanto a vivir solo a
veces tengo que decir que la soledad es un lastre, pero otras la mejor
compañía. Sí me asusta enfermar viviendo solo. Y me da miedo la idea de morir
solo. Forma parte de mi hipocondría. Me dan ataques de pánico y lo veo todo muy
oscuro. Aunque sé que de alguna manera he de morirme, solo o acompañado. Como
le decía Sally Field a Tom Hanks en Forrest Gump la muerte forma parte de la
vida y no me da miedo. La asumo plenamente.
Tengo también para animarme
mi rutina positiva: viajes a Madrid, Arcos de la Frontera , Aracena, etc…
Voy al cine semanalmente. Veo concursos culturales y películas en la televisión.
Esto me distrae bastante y me deja bastante satisfecho. No todo es escribir.
En cuanto a la muerte sí me
asusta morir lentamente como mi madre: falleció de Parkinson y Alzheimer. Fue
un poco conejillo de Indias de los médicos porque le mandaron toda clase de
medicamentos en prueba. Yo personalmente hubiera preferido que muriera antes.
Se hubiera ahorrado una decrepitud progresiva, un sufrimiento inútil, el no
llegar ni a conocer a sus propios hijos, la alteración total de la memoria. En
fin: una mixtura muy desagradable que era muy dolorosa de llevar y que me hizo
plantearme muchas cosas en su momento.
Echo de menos ahora desde
estos 55 años mi infancia: estábamos todos juntos, mis padres y mis dos
hermanas. Recuerdo los juegos callejeros, que hoy prácticamente han
desaparecido con las consolas y todas las redes sociales. Recuerdo con
nostalgia el colegio, después el instituto. Yo no tenía ninguna pereza para
estudiar. Me encantaban los libros. Estudiar era fascinante. Aprender. Y echo
de menos las meriendas de cuando llegaba del colegio y me ponía a ver la tele
mientras comía. Es uno de los recuerdos más agradables de mi infancia: esas
meriendas vespertinas que me hacían sentir muy feliz.
Echo también de menos
trabajar como funcionario en la
Junta de Andalucía. Por mi enfermedad de nervios me dieron la Invalidez Permanente
Total y estoy condenado a ella. Yo estaba contento en mi puesto de trabajo,
pero pudo más la enfermedad. Ahora cobraría un sueldo fantástico y no mi
pequeña pensión, aunque no es tan pequeña comparada con otros tipos de pensión.
Yo trabajaba en la
Consejería de Economía y Hacienda, concretamente en la Dirección General
de Tributos e Inspección Tributaria. Había alcanzado ya por concurso de méritos
el nivel 15. En fin: ahora podría tener un nivel mucho más alto. No sé hasta
dónde hubiera podido llegar. Han pasado muchos años.
Mi madre decía que temía más
a la vejez que a la muerte. A mí, de tanto oírla, me pasa lo mismo. Temo
también más a la vejez, a los achaques, a esas cosas que van saliendo, a la
soledad, etc… La muerte es una circunstancia última que da paso a otra vida en
la que las cosas, pienso yo, serán muy distintas.
En estas líneas lo comparto
todo con vosotros, fieles lectores. Soy un ferviente defensor de la vida. Creo
en lo avances de la ciencia, cada vez más rápidos. Lo percibo, por ejemplo, en
los medicamentos de nervios: hoy son mucho más eficaces que hace sólo veinte años. Amo escribir y la
belleza que me ofrece la vida. Y odio el victimismo, por eso no me quedo sólo
con esta crisis que me afecta ahora con estos 55 años, sino que señalo también
todas las cosas positivas que llenan mi vida y que siento plena.
Quiero también decir que me
gusta mucho el fútbol y que soy un fiel seguidor del Sevilla F.C., que me da muchas
más alegrías que tristezas. No voy ahora al campo por problemas económicos,
pero suelo escuchar los partidos por la radio y es como si lo viviera en el
propio campo por la forma de narrar de los profesionales. Yo también hice esto
cuando trabajaba en Radio Andalucía. En fin: he hecho un poquito de todo y sé
que aún me queda mucho por hacer, que no me voy a quedar anclado en estos 55
años y que no van a poder conmigo. Después de todo, si he llegado hasta aquí es
porque lo he vivido. Ahora pienso en todo lo que me queda por hacer por
delante. En verdad aún me siento joven y sé que le voy a sacar partido a los
años que me quedan de vida, que espero que sean muchos. No quiero que me pase
lo que a Leonard Cohen, que apareció en la tele hablando para decir que sentía
próxima la muerte y hace escasos días me enteré de que había muerto. Me
pregunto cómo presentía la muerte tan de cerca. Nos ha dejado su último álbum y
toda su valiosa discografía.
En fin: hagamos un homenaje a
la vida con cada artículo y sintamos que vamos a seguir muy unidos a través de estos
textos y estos buenos ratos que echamos en internet. Salud y suerte.
José Cuadrado Morales
miércoles, 16 de noviembre de 2016
CUÉNTATE UN CHISTECITO
Un hombre en
la consulta del médico:
- No sé que me pasa doctor, si me toco la cabeza, me duele; si me toco la nariz, me duele; si me toco el pie, me duele. ¿qué cree que tengo doctor?
- Pues creo que tiene el dedo roto.
- No sé que me pasa doctor, si me toco la cabeza, me duele; si me toco la nariz, me duele; si me toco el pie, me duele. ¿qué cree que tengo doctor?
- Pues creo que tiene el dedo roto.
Un día estaban
Adán y Dios hablando, y Adán le pregunto:
- Dios, ¿Por qué hiciste a Eva tan agradable?
Y Dios le contesto:
- Para que te sintieras a gusto con ella.
De nuevo Adán:
- Dios, y ¿Por qué hiciste a Eva tan sexy?
Contesta Dios:
- Para que te enamoraras de ella.
Y vuelva Adán y pregunta:
- Dios, ¿Por qué hiciste a Eva tan tonta?
Y Dios le contesta:
- Para que se enamorara de ti.
- Dios, ¿Por qué hiciste a Eva tan agradable?
Y Dios le contesto:
- Para que te sintieras a gusto con ella.
De nuevo Adán:
- Dios, y ¿Por qué hiciste a Eva tan sexy?
Contesta Dios:
- Para que te enamoraras de ella.
Y vuelva Adán y pregunta:
- Dios, ¿Por qué hiciste a Eva tan tonta?
Y Dios le contesta:
- Para que se enamorara de ti.
Un viejo estaba
sentado en un banco de un centro comercial.
Un joven se acerca y se sienta también en el banco. (El joven tenía el pelo revuelto y de diferentes colores)
El viejo se le queda mirando fijamente, y el joven le dice:
- ¿Qué pasa, abuelo, nunca hiciste nada salvaje en tu vida?
El viejo responde:
- Una vez me emborraché y practiqué sexo con un loro. Ahora estoy pensando si serás tú mi hijo.
Un joven se acerca y se sienta también en el banco. (El joven tenía el pelo revuelto y de diferentes colores)
El viejo se le queda mirando fijamente, y el joven le dice:
- ¿Qué pasa, abuelo, nunca hiciste nada salvaje en tu vida?
El viejo responde:
- Una vez me emborraché y practiqué sexo con un loro. Ahora estoy pensando si serás tú mi hijo.
Un hombre al
que para la policía y le ordenan que abra el maletero.
Dentro había un montón de cuchillos, y el hombre dice:
- Es que soy lanzador de cuchillos.
Y el policía responde:
- Ah si? demuéstralo.
Entonces este toma a su esposa que iba en el coche y la pone contra un árbol y empieza a tirar los cuchillos.
En ese momento pasa por allí otro conductor que presencia la escena y se dice a si mismo:
- Joder, sí que sé están poniendo difícil la prueba del alcohol.
Dentro había un montón de cuchillos, y el hombre dice:
- Es que soy lanzador de cuchillos.
Y el policía responde:
- Ah si? demuéstralo.
Entonces este toma a su esposa que iba en el coche y la pone contra un árbol y empieza a tirar los cuchillos.
En ese momento pasa por allí otro conductor que presencia la escena y se dice a si mismo:
- Joder, sí que sé están poniendo difícil la prueba del alcohol.
Se estrella un
avión en las montañas y quedan 3 supervivientes: un francés, un alemán y un español.
Pasan los días y empiezan a tener mucha hambre. Entonces dice el francés: "Yo me corto un brazo para que
comamos".
Pasan los días y dice el alemán: "Yo me corto una pierna".
Después de unos días dice el español: "Bueno, ya me toca", y se baja el pantalón.
El alemán y el francés exclaman: "¡oh! ahora vamos a comer salchicha con huevos".
Y contesta el español: "Si, si, leche calentita y a dormir"
Pasan los días y dice el alemán: "Yo me corto una pierna".
Después de unos días dice el español: "Bueno, ya me toca", y se baja el pantalón.
El alemán y el francés exclaman: "¡oh! ahora vamos a comer salchicha con huevos".
Y contesta el español: "Si, si, leche calentita y a dormir"
Jaime.
lunes, 14 de noviembre de 2016
Poesías de ayer...
Divina flor de veinte pétalos, capullo de amor,
Aura de vida, diamante en bruto, halo bello
Y fresco, rosa del viento, olor a jazmín, cabello
Lacio y el cimbreo de tus hojas, brisa de amor
Aura de vida, flor de pétalo y cincel de alabastro
El tallo, forja del viento y la mar, húmeda, salada,
Clamando al cielo, bóveda espigada, celeste, poblada,
Radiante, estrellada y nítida, suave nube de astros.
¡Vive dios que es bonita!, linda orquídea, precioso pétalo
De flor, romance de mi amor, linda proeza, gran hado,
¡germinación esplendorosa, vida latente y viva!
Por fin la he hallado, estaba ahí,tan solo un pomelo,
Rico dulce y tierno, era mi amor, el secreto ácido;
Por fin la he hallado, rasgando el alma, mi fe mi vida.
Víctor M. S.
domingo, 13 de noviembre de 2016
NO TODO ES LO QUE PARECE.
El caso que nos ocupa es el de
un hombre joven, de unos cuarenta años, discapacitado mental. Que tiene un
puesto en la administración pero que se ve ridiculizado por sus compañeros
porque su enfermedad le dice que él es un ser superior y que está por encima de
la media, tanto físicamente como
mentalmente, pero eso no es cierto, es su fantasía y eso lo que provoca
son risas y burlas de los compañeros. No saben tratar a un enfermo y eso hace
que lo excluya cuando llega la hora del desayuno y procuran tener las
relaciones justas con él. Sin que se note mucho, vayan a pensar que eres
amigo suyo y eso te caiga encima.
Este hombre de cuarenta años,
es Eduardo. Es alto, rubio con poco pelo ya, a pesar de su juventud, tiene los
ojos verdes y la medicación hace que salive mucho, por lo que cuando habla se
ve la saliva en su boca y eso echa para atrás aún más. Él cumple con su
trabajo. Es buena persona.
Como vive solo y apenas tiene gastos puede
permitirse el lujo de alimentar a una manada de gatos que cada noche, sobre las
once, esperan su ración de pienso en los bajos de su edificio. Los gatos más
viejos no dejan comer a los más jóvenes y muchas veces se ve obligado a cargar
con el saco de pienso para que todos puedan comer. Eso no lo hace una persona
que carezca de sentimientos. Más bien todo lo contrario. “Las personas no me
dan el afecto que necesito y lo busco en los animales”.
Pero un traslado de personal lo
cambio todo. Un administrativo se marchó a otro departamento y se incorporó un
chico joven de unos veinticinco años. Este chico, en principio, estaba muy
condicionado por cómo lo aceptaría los nuevos compañeros. El único que se
acercó a darle la bienvenida fue Eduardo y eso le motivo para mantener una
relación de amistad con él. Los demás, como vieron que era amigo de “este ser
superdotado”, empezaron a darle un poco la espalda y apenas cruzaban los buenos
días con él. Eduardo ya no desayunaba solo sino que lo hacía con Jordi. Este no
tardo mucho en darse cuenta de que algo le pasaba a su nuevo compañero pero no
le dio más importancia. Simplemente lo acepto igual que él lo había aceptado
también.
En uno de sus desayunos Eduardo
le confesó algo a Jordi que se sentía solo, que nadie en la oficina lo trataba
bien. Él era un ser superdotado, de una inteligencia superior a la media, con
unas cualidades física muy por encima de los que fumaban y de los que no. Era
un ser especial. Había una voz que le decía que no se preocupase. Que pronto
seria reconocido por la Iglesia como un ser que está por encima de los demás.
Jordi escuchaba todo esto y no lo juzgaba, simplemente sabía que era parte de
Eduardo. Que su persona era así y que le quedarían muchos desayunos escuchando
eso. Pero él en realidad no era un mal tipo. Simplemente un enfermo y no se
explicaba cómo sus compañero le habían hecho ese ostracismo. Que también se lo
habían hecho a él por desayunar y compartir algunos minutos de la mañana con
Eduardo.
El tiempo fue transcurriendo y
la amistad entre Eduardo y Jordi fue incrementando. Cada vez se pasaba más por
la mesa de Jordi para pedirle un consejo o simplemente por charlas unos cinco
minutos. Jordi se estaba volviendo indispensable para Eduardo y este se sentía
por fin escuchado. Se fue creando un vínculo de amistad. Ambos amigos eran
conscientes de la desaprobación de los demás compañeros pero a ninguno de los
dos les importaba. Y menos a Jordi. Si no eran capaces de ver que este hombre
necesitaba una forma especial de cariño ¿Cómo relacionarse con gente tan
superficial?
Una mañana de viernes, Eduardo
invitó a comer en su casa a Jordi. Este se vio en un compromiso. Si le decía
que no se lo podía tomar a mal y estropear la manera que Eduardo tenía de verlo. Estaba obligado a aceptar. Y
su respuesta fue que sí, que estaría encantado de almorzar con él el sábado a
medio día, que los pasteles los ponía Jordi.
Eduardo le escribió en un papel
su dirección. Le dijo que el solía comer sobre las dos y que si no le venía mal
la hora. Para Jordi eso era lo de menos.
El sábado a las dos estaría allí, con una bandeja de pasteles para el café. Lo
pasarían bien. “A mí me salen muy bien las paellas, que te parece si hago una
para dos personas, de carne y marisco”. “Estupendo”. Jordi no dudaba de las habilidades culinarias
de su amigo pero el arroz es un plato delicado y hay que saber cocinar bien
para que salga bueno. Se imaginaba comiendo sin ganas una paella espantosa y
teniendo que poner buena cara. Eso era divertido, verse en una situación así
era cómico. O por lo menos esperpéntico.
El fin de semana llegó y antes
de que terminase el viernes, Eduardo recordó su cita a Jordi. “No te preocupes,
allí estaré”.
El sábado por la mañana Jordi
se levanto cerca de las once. Los fines de semana solía aguantar un rato más en
la cama. No tenía la presión de hacer grandes cosas. Entre él y Marta lo
recogían todo en un momento. Marta era la chica con la que ahora estaba
viviendo. Lo único que necesitaba era un buen café y sentarse delante del
ordenador para seguir con su novela. Jordi soñaba con hacerse escritor y algún
día terminaría su texto y lo presentaría a una editorial. Seguro que se lo
aceptaría. Era un escritor que se consideraba bueno. No un premio Nobel pero ya
había ganado varios concursos de relatos libres y ahora había decidido de dar
el salto a la novela.
Se puso a escribir y cuando se
dio cuenta eran las doce y media. Tiempo suficiente para ducharse, arreglarse y
salir para casa de Eduardo. Marta iba a ver a su madre por lo que también
estaría ocupada gran parte del día. Así que los dos tenían cosas que hacer pero
esta vez por separado.
La paella estaba exquisita y se
notaba que Eduardo tenía una habilidad innata para la cocina. Mientras
almorzaban este le contó otra vez lo de que era una persona especial y que eso
no sabían valorarlo en la oficina. La Iglesia se lo reconocería. Jordi intento
desviar el tema y no entrar en detalles. Se sentía cómodo con Eduardo porque
este era natural, pero cuando empezaba a hablar de cosas así, a Jordi se le
partía el alma. Por eso lo rechazaban por ser precisamente una persona
especial.
Llego la hora de los pasteles y
Jordi fue al frigorífico por ellos. Entre los dos recogieron la mesa y Eduardo
le dijo que los dulces mejor se los tomarían en otra habitación, más acogedora
y de forma más intima, para valorar el regalo que le había hecho. Jordi entró
en una habitación donde había una mesa del Ikea y cuatro sillas. Al entrar notó
como Eduardo cerraba la puerta detrás de él y echaba un candado.
“Qué es esto Eduardo. ¿Tú no
entras”. No obtuvo respuesta. Lo más que escucho fue una silla arrastrándose
por el suelo del piso y situándola al otro lado de la puerta. ”Vas a ser mi
amigo durante todo el fin de semana”. “Te he elegido a ti entre todos los de la
oficina porque serias el único que aceptaría venir a mi casa” “Pero ¿qué es
todo esto Eduardo?” pregunto. No sabía si este le oía o no porque Eduardo
gritaba cuando le había hablado. “Es muy sencillo, Jordi. No estoy dispuesto a pasar un fin de semana
solo y tú vas a ser mi compañía. He pasado fines de semana solo durante años,
fiestas de Navidad, Semanas Santas, Vacaciones…este fin de semana lo vamos a
pasar juntos, aunque nos separe una puerta” Jordi estaba atónito “¿Qué me
quieres decir, qué me vas a secuestrar un fin de semana” y entonces se echo a
reír. Esto sí que era esperpéntico.
Por unos momentos Jordi no supo muy bien
qué hacer. Soltó los pasteles sobre la mesa del Ikea y golpeo con todas sus
fuerzas la puerta. Todo fue en vano. Se hizo sangre en los dedos. “Esto es
ridículo, Eduardo, ábreme la puertas, por favor, ya está bien la broma” “No es
ninguna broma, la puerta la abriré el domingo por la noche, ahora lo que
necesito es que me escuches, que compartas conmigo tus ideas, que charlemos.
Ser dos verdaderos amigos. En el mueble que esta frente a la puerta encontrarás
ron, hielo y refrescos. Bébete algo si te apetece. Para comer tienes los
pasteles. Solo será un día y medio”.
Jordi intento llamar a Marta
pero su móvil estaba sin batería. ”Maldita sea, que inoportuno”. No escucha
nada dese detrás de la puerta. No sabía si Eduardo seguía ahí. “Estas ahí” “Si,
aquí esperando estoy, esperando a que comencemos una conversación” “Esta bien,
Eduardo, si me dejas marchar no lo tendré en cuenta, te lo prometo, seguiré
siendo tan amigo tuyo como antes” pero Eduardo no contestaba. El silencio se
apodero de las dos habitaciones que se separaban por una puerta que Jordi se
dio cuenta de que no tenia picaporte por su lado. “Está bien te contaré la
última peli que he visto y me dejaras salir” fue lo que propuso. Eduardo se
negó a aceptar la sugerencia. “Me contaras la última peli, como te va con
Marta, como te encuentras en la oficina y todo lo que desees, tiene todo un día
y medio para hablar”. Esto empezó a preocupar a Jordi. No era una broma.
Pensaba retenerlo contra su voluntad todo un día y medio. “¿Pues sabes lo que
te digo? Que no pienso contarte nada de nada. Voy a estar callado todo el rato,
o mejor dicho, todo el mal rato que me vas a hacer pasar” Eduardo se
entristeció. Ahora tenía un amigo que no quería hablar. ¿Dónde estaba el fallo?
Los primero veinte minutos no
intercambiaron palabras. Eduardo se sentía triste. Tenía a un amigo detrás de
la puerta y este había tomado la decisión de no hablar, “Ya se le pasará”
pensó. Pero también paso la primera hora, y la segunda y así una tras otra.
“Bueno, Jordi, voy a darle de comer a los gatos, Luego seguimos nuestra charla”
Salió a la calle con su bolsa de pienso hecho de comer a los gatos. Disfruto
del aire que corría aquella noche. Una brisa fresca y agradable. Volvió a casa.
Se sentó en su silla y le pregunto a Jordi si se había perdido algo
interesante. No escuchó respuesta. Eso lo entristeció aún más. Eduardo tenía
dudas ¿Había hecho lo mejor? Era esa una forma sana de convencer a un amigo
para charlar. Evidentemente no. Así que decidió abrir la puerta y dejar marchar
a Jordi. Este al escuchar el correr del cerrojo despertó de su letargo y
espero que la puerta se abriera. Se
dirigió directamente hacia Eduardo y se lió a golpes contra él. Le dio tanto
puñetazo que Eduardo empezó a sangrar. Todos en la cara. Cogió la silla y le
golpeo con ella. Descargando toda su furia, que no era más que de
incomprensión. Cuando quiso darse cuenta Eduardo no respondía ¿Lo habría
matado? Enseguida cogió un teléfono y llamo a una ambulancia, después a la
policía. Conto todo lo sucedido y que tenía miedo por la vida de su amigo.
Cuando llego la policía lo
primero que hizo o fue preguntarle como había ocurrido todo. Jordi lo explico
detalladamente. Eduardo estaba muerto. Le preguntaron qué día era hoy y el
contesto que sábado por la noche. Era martes y el lunes se le vio a él y a
Eduardo salir juntos de la oficina. Que Jordi llevaba una caja de pasteles y
que trabajaron durante toda la mañana con normalidad. Lo que el contaba no se
correspondía con los hechos. Había cientos de testigo. Eduardo era muy querido
en la oficina y a todos les estraño
mucho que el martes no fuera a trabajar porque cumplía siempre a pesar de tener
resfriado y de encontrarse malo. Jordi no daba crédito.”¿Qué me está acusando
de asesinato?”
El policía agacho la cabeza.
Indico a otros agentes que lo esposasen. “Lo que usted me cuenta no se atiende
a lo que ha sucedido. El sábado su chica, Marta y usted, almorzaron con su
suegra. El sábado por la noche salió de copas y la camarera que le atendió nos
dijo hasta lo que usted había tomado, su chica una caipiriña, usted ron con
refresco. El domingo estuvo escribiendo todo el día en casa. Su chica así lo
afirma, y el lunes usted fue a trabajar.
Fue el martes cuando usted urdió su
plan por los celos que le tenía a la
popularidad de Eduardo y lo mal que le trataban a usted en la oficina. Lo
engañó y le hizo que lo invitase a su casa que usted pondría los pasteles y sin
mayor síntoma de humanidad cogió esa silla y le golpeó hasta matarlo, es
correcto” Jordi se quedó estupefacto. No creía lo que escuchaba. Esto debería
de ser un sueño. Algo no encajaba “¿Y los desayunos? ¿Qué me dice? ¿Con quién
desayunaba Eduardo?” “con usted, era la única persona que lo hacía. Todos sus
compañeros le obviaban, él era el único que sentía lastima y era el único que
se acercaba a usted”Lo metieron en el coche patrulla y enseguida lo llevaron a los calabozos. Allí se encontró con un hombre de unos cuarenta años, con poco pelo pero rubio, y con los ojos azule. Estaba encerrado por secuestro.
Pedro.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)