¿Cuando
te iniciaste en el noble arte del flamenco cuáles fueron tus
primeros pasos?
Pues
yo comencé a bailar con unos siete años más o menos pero como
cualquier sevillano, cualquier andaluz, mi madre me apuntó a
una academia de baile para aprender sevillanas, rumbas, lo típico,
pero no fue ya hasta los 8 o 9, a los 2 años más o menos de estar
bailando y presentándome a concursos de sevillanas, cuando uno de
los profesores le dijo a mi madre, que ¿por qué no me apuntaba al
conservatorio para sacar la titulación de danza oficial ya que tenía
habilidades? se me daba bien el flamenco, que no lo tomara solamente
como un hobby sino que debía estudiar una carrera porque podía
dedicarme a ella.
El
flamenco es pasión alegría desgarro ¿Como continuarías y
explicarías estas facetas de este arte?
Efectivamente,
el flamenco es un vehículo transmisor de las emociones y de los
sentimientos, es una manera de canalizarlas, además de expresión es
comunicación no verbal, por qué se hace con el cuerpo y lo que yo
no sea capaz de comunicar con las palabras, puedo hacerlo con el
baile. Personalmente, cada vez que ensayo, doy una clase o bailo en
el escenario me siento bien, y una vez que la he terminado ya sea si
me pasa algo bueno o algo malo, lo puedo desahogar a través del
baile, entonces es un generador de alegría también.
Como
lo estas contando ¿puede ser tu propia medicina no?
Exactamente
el antídoto ante la depresión y ante los problemas, ya te digo, da
la casualidad que comencé a bailar con 7 años, somos cuatro
hermanos y yo soy el más pequeño. Cuando yo tenia unos 5 o 6 años
mi hermano, que iba por encima mía, falleció con unos 10 años de
un cáncer. En esa época teníamos en casa un negocio familiar, un
kiosco, mi madre lo cerró y se dedicó precisamente a llevarme a
Sevilla, pues yo soy del pueblo de Camas, a estudiar danza en el
conservatorio. Esto le sirvió también a mi madre incluso a mí, el
arte flamenco como un refugio ante algo tan triste como la perdida de
mi hermano, del hijo de mi madre. Dedicarme al mundo de la danza y
estar entretenido nos sirvió como una vía de escape.
¿Quiénes
son o han sido en el cante y el baile tu preferidos? ¿Qué matices
descubres en ellos?
Es
verdad que yo he consumido flamenco, como cualquiera de nosotros,
desde siempre, ya sea de Camarón, La Niña Pastori o todo el
flamenco comercial, pero no es hasta mucho más tarde cuando ya me
dedico al flamenco de forma profesional cuando empiezo a interesarme
por cantaor@s y bailaor@s, incluso ya muertos de la historia del
flamenco. Necesitaba aprender la parte teórica, saber de dónde
vienen las raíces de su flamenco, no solo para aplicarlo a la
práctica sino para conocer la riqueza cultural tan importante que
tiene este arte, sus letras, sus estilos, no solamente lo que se
canta sino también como se cuenta. Un fandango por ejemplo, en tres
o cuatro frases te está contando una historia, muy condensada pero
con una moraleja y muy bonita, esto es impresionante y acaba
enganchando.
El
flamenco es un sentimiento y una forma de vivir, aparte por ser
andaluz yo creo que también tengo la suerte de tenerlo más cerca,
mas a mano porque si resulta que soy japonés lo tengo más
complicado, pero para que veas que incluso allí les encanta, pues
además desde el 2010 es patrimonio inmaterial de la humanidad.
¿José
dónde has realizado tu carrera artística entendiéndose que el
flamenco no tiene fronteras? Resúmenos un poco tu recorrido.
Pues
mi carrera artística o sea ya como profesional comenzó con 17 o 18
años, empecé a bailar en un tablado de Sevilla y después en
compañías de teatro y danza, uno de mis trabajos más importante
fue con Salvador Tavora, que falleció hace poco, con la compañía
de teatro LA CUADRA de Sevilla. Gracias a los inicios con él en
el 1999, tenía yo apenas 18 años, viajé por todo el
mundo. Gracias a mi trabajo he viajado a la otra punta del
mundo, Australia, Nueva York ... viajando se aprende mucho de otras
culturas, de otras formas de entender el mundo. Y vives
muchísimas anécdotas, la primera vez que fui a Nueva York, en el
2001, fue cuando ocurrió lo de las Torres Gemelas, muchos de mis
compañeros fueron a visitarlas por ocio y un poco más
y les cae la torre encima, vamos que también se pasa miedo.
También
se aprende mucho de la alimentación de otros lugares, hoy en día yo
como de todo, pero cuando era más joven e iba a China y muchas de
las comidas de allí me daban asco.
Estas cosas te hacen
madurar mucho y ser consciente de la gran diversidad
cultural y humana que hay mas allá de nuestro lugar de origen.
También de la importancia de llevar la disciplina que requiere
el baile porque es algo que tienes que estar practicando todos los
días.
Al
mismo tiempo he estado compaginando el flamenco con
los estudios porque me quería formar también de forma
académica, no solamente decir yo soy artista y me dedico
al baile, yo quise estudiar y por eso me quedé en Sevilla, no me fui
a Madrid, quería tener una carrera universitaria, estudié
pedagogía, un máster de educación social y precisamente
por eso me dedico al mundo del flamenco pero también con un
compromiso social muy fuerte.
¿Qué
nos aporta el flamenco a las personas que padecemos una enfermedad
mental?
Como
bien he dicho antes al igual que el flamenco para mí fue una especie
de terapia puede serlo para todo el mundo, no solamente para las
personas que tengan algún tipo de enfermedad o de diversidad
funcional o de discapacidad sino que para todo el mundo. La
música y el arte en general nos sirven para transformarnos,
para mejorar para dejar ahí nuestras alegrías, nuestras
frustraciones. No es solamente el baile sino el hecho por ejemplo de
escribir, la poesía, el hecho de pintar, estas actividades te
relajan, te llevan a otro plano. Hay cosas que no somos capaces de
expresar con palabras, pero a través de un dibujo o a través
de un movimiento somos capaces de hacerlo. Expresarnos
libremente le sirve a cualquier persona,independientemente
de que tenga o no una discapacidad, una de vía de
escape para canalizar sus emociones encontrarse y
conocerse a uno mismo.
Yo
creo que las personas con enfermedad mental lo que tienen también es
mucha sensibilidad, creo que nadie nos prepara en la vida para
vivir o gestionar nuestras emociones. El arte es una
herramienta genial para utilizarla como medio para la
transformación personal y la transformación incluso de la
sociedad. sobre todo teniendo en cuenta que cada vez vivimos en
sociedades mas egoístas e individualistas.
¿Con
que grupos has participado de manera inclusiva?
Yo
empecé el tema de la inclusión con chicos con síndrome de Down,
con personas con discapacidad intelectual, sensorial, con personas
ciegas y personas sordas, después con personas con discapacidad
física y por último con personas con enfermedad mental. También
con chicos en riesgo de exclusión social o mujeres con cáncer de
mama. Cuando yo hablo de inclusión o de diversidad la gente se cree
que yo me dedico solamente a personas con discapacidad y no, es
inclusión general, le puedo dar clases lo mismo a un niño pequeño
que una persona anciana porque hoy en día hay muchos grupos
desfavorecidos. Un grupo desfavorecido es por ejemplo el de las
mujeres el propio género hombre - mujer una mujer puede estar
discriminada en su trabajo por el simple hecho de ser mujer, ella
puede cobrar un dinero por hacer un trabajo y su compañero cobrar
más dinero por hacer lo mismo. La verdad que he trabajado con casi
todos los grupos de personas y todo todos me gustan.
¿Qué
palo del flamenco crees que es el más conveniente para iniciarse y
cuál es el que mejor se te da?
Hay
tantos palos del flamenco y son tan bonitos que es difícil
decidirse, si queremos bailar las emociones a través de flamenco
podemos trabajarlas todas ya que da la casualidad que en el
flamenco encontramos todas las emociones.
Hay
gente que dice que el flamenco es muy triste, no, el flamenco tiene
de todo tristeza, alegría, melancolía, amor, desamor, trata todos
los sentimientos universales, gracias a que hay muchos palos,
dependiendo del palo de flamenco que tú elijas se puede transmitir
una emoción u otra incluso hay algunos palo del flamenco que se
llaman como esas emociones por ejemplo la alegría o la
soledad que no es triste es más bien intimista.
Desde
mi punto de vista los bailes mas básicos, con los que debería
empezar un principiante son los que tienen un ritmo más sencillo
como los tangos, yo pondría también los fandangos y la alegrías,
podría decir que eso que son los más sencillos.
Estos
son los que mejor se me dan por su sencillez, pero hay otros bailes
que también creo los hago bien porque se me representa y me siento
identificado con ellos, son por ejemplo la solea y la seguidilla.
¿Por
qué iniciar el flamenco inclusivo?
En
el año 2004 me apunté a un curso que se llamaba “lo educativo de
la danza”, me pareció muy interesante por que unificaba las dos
disciplinas, la educación y la danza. El último día del curso
invitaron a unos chicos con discapacidad intelectual y nos invitaron
a bailar con ellos, quién quisiera de forma voluntaria, me puse a
bailar con ellos, no los conocía de nada ni al chico ni a la chica y
lo que sentí fue tan especial, chica, me gustó tanto, que me llegó.
Creo que el flamenco trata no solo de perfección sino también de la
autenticidad de bailar con el corazón, con la verdad, sin tabús.
Eso es lo que tienen ellos precisamente, que no tienen tantos
prejuicios como nosotros, no estamos bailando estamos pensando y lo
haré bien lo haré mal, mira que me está mirando y qué vergüenza,
ellos lo hacen de forma espontánea.
Pero
no empecé con el flamenco inclusivo de manera inmediata, primero di
clases de danza contemoporanea, continué buscándome un hueco en las
grandes compañías, incluso estuve en Madrid trabajando con Sara
Varas.
En
2010 creo mi propia compañía, en esa época no no había ninguna
compañía de flamenco inclusivo. Creamos un espectáculo en cuyo
elenco de artistas había algunas personas con discapacidad, en el
primer espectáculo eramos siete y cuatro eran personas con
discapacidad. Fue un trabajo empático donde nadie era mejor que
nadie, nadie integra a nadie. Las personas con discapacidad no
necesitan que las integren, la discapacidad no está en la persona,
esta en el entorno, y es este el que tiene que facilitar que
todos tengamos la misma igualdad de oportunidades.
¿Como
pensaste incluir la salud mental en el flamenco inclusivo?
Recuerdo
la primera vez que me topé con la salud mental fue realizando
una visita al psiquiátrico penitenciario, fui con Esmeralda
Valderrama, la directora del Centro de Danza Móvile, que
trabaja con chicos con discapacidad intelectual, allí conocí al
psicólogo que llevaba el proyecto “onda cerebral”, era una
emisora de radio interna de la cárcel y me encantó conocer a
las personas de allí. Hombre, son personas que están allí porque
han cometido un delito, aunque estén cumpliendo una condena
todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad y sobre todo
porque, ¿cómo se dice?... que tire la primera piedra el que
esté libre de pecado.
Hace
ya casi 20 años mi padre se puso enfermo, después de un ictus,
incluso antes de esto él ya lo estaba cuando yo era
pequeño, siempre ha tenido algo, lo que pasa es que muchas veces no
se diagnóstica porque la persona no va al médico o no se quiere
tratar.
Realmente
yo creo que mi padre si tenía algún problema que no gestionaba
bien. Lo malo es que se unan los problemas de conducta con algunos
hábitos poco saludables, mi padre bebía y entonces se llevaba dos o
tres días rarísimo, en casa, sin querer salir. Algunas veces, con
nosotros no, pero si lo pagaba con mi madre, es la primera vez
que lo estoy contando y lo hago público. Hablar de todo esto cuesta
mucho y está muy relacionado con el estigma que rodea a la
enfermedad mental.
Igual
que debemos ir al dentista porque se nos pica una muela, nos
duele la rodilla o cualquier cosa de salud física es muy importante
ir a un especialista para los problemas mentales y hablar con
la misma naturalidad que si lo hiciéramos para un
problema físico.
Estoy
muy contento de poder trabajar también con usuarios de salud mental,
llevo menos tiempo con personas con este tipo de trastorno, unos tres
años mas o menos.
¿Qué
puede aportar al flamenco el mundo de la discapacidad y que te ha
aportado a ti como persona?
Trabajar y tratar de
cerca con personas con discapacidad funcional me ha hecho crecer
mucho tanto pero hasta ahora me aportado mucho, y me han hecho
crecer mucho a nivel personal y a nivel profesional. A
nivel personal precisamente por ponerme en el lugar de la otra
persona. Recuerdo un día que viajé con mis padres a Madrid,
recuerdo que mi madre se quejaba de que la gente iba con
prisa a todos sitios dando empujones. Me hacía mucha gracia mi
madre porque le decía a la gente -" Ay cuidado que mi marido no
está bien, que mi marido está malo".
Es
una pena que un familiar tenga que ir diciendo por ahí que su hijo
tiene autismo o que su marido tiene amnesia o que tiene problemas
mentales, creo que la culpa es de la sociedad que no está
concienciada, se han perdido muchos valores y ahora lo que predomina
es la ley del mas fuerte, estamos en un mundo demasiado competitivo.
Lo que está mal es la sociedad no las personas, cada persona es
distinta y como tal tiene muchos problemas y defectos, pero también
tiene sus cosas buenas, eso es lo importante, lo positivo.
El
mundo de la discapacidad me ha aportado muchísimo, me ha ayudado a
ponerme en el lugar de la otra persona, para poder ayudarle. Yo
personalmente antes de enseñar a una persona ciega, por ejemplo, me
tengo que poner una venda en los ojos e intentar conocer lo que
siente , igualmente para enseñar a bailar a una persona en silla de
ruedas yo me tengo que sentar en la silla de ruedas para ver como se
puede bailar. Es fundamental darte cuenta de las barreras con las que
esas personas se encuentra en su día a día, pero no solo físicas
sino sociales, como la gente las trata o el concepto que tiene de
ellos.
Para
mí esto es un aprendizaje continuo y las mejores herramientas con
las que contamos son el amor por lo que se hace y el sentido del
humor al hacerlo.
¿Qué
es lo que la discapacidad puede aportar al flamenco?
Lo
que la discapacidad aporta al flamenco es algo muy interesante ya que
se establece una relación bidireccional en cuyo eje central
encontramos la diversidad y el trabajo en equipo.
Por
ejemplo al zapatear, si una persona no zapatea ¿no se hace
flamenco? ¿no puede bailar flamenco? o si yo tengo 80 años y era un
pedazo de bailaor pero yo ahora mismo no puedo bailar de lo que me
duelen la piernas ¿ya no soy bailaor?. Claro que sí, se puede
bailar de cintura para arriba o sin zapatear, es muy interesante eso,
que una persona utilice sus capacidades para disfrutar del flamenco,
es cuestión de adaptarse a la realidad de cada persona
independientemente del tipo de discapacidad que tenga.
Cuando
se trata de discapacidad se produce un fenómeno muy interesante ya
que a diferencia de en otro tipo de elencos donde cada artista va un
poco a lo suyo, aquí es fundamental el trabajo en equipo y la unión
de unos artistas con otros, quizás el resultado no es tan
perfecto, pero si muy bonito, porque se ha hecho en armonía y
gracias al trabajo en equipo.
Ahora
con la pandemia nos damos cuenta que todos dependemos unos de
otros, en realidad todo el mundo es dependiente de una u otra manera
de los demás, debemos ser conscientes de ello .
¿Has
pensado alguna vez en dejar el flamenco?
Creo
que no, es verdad que uno a veces se desanima, yo llevo muchos
años en esto y no siempre han sido las cosas fáciles. Desde el 2010
que cree la compañía y gracias a ella estoy siendo mas conocido, es
ahora cuando estoy empezando a recoger las semillas de tantos años
de trabajo.
No
es fácil, recuerdo cuando estaba estudiando algunos profesores
o profesoras eran antipedagógicos, te quitaban las ganas de seguir
bailando, yo recuerdo hartarme de llorar y en más de una ocasión
plantearme tirar la toalla.
No es un camino fácil,
incluso en el mundo de la discapacidad, yo pensaba que aquí
habría menos competencia que sería algo mas bonito, mas sencillo,
pero no ha sido así me he encontrado con muchas críticas poco
constructivas, incluso dentro del mismo mundo de la discapacidad. Eso
te duele, que un vecino te critique, duele pero te da mas o menos
igual, pero que lo haga tu hermano te duele más.
Es
cierto que me han entrado ganas alguna vez de desistir, pero no
voy a tirar la toalla. Hay una frase muy bonita que además no es mía
sino de una chica con discapacidad física, que se llama
Virginia Fernández, esta se desplaza en una silla de ruedas
eléctrica y apenas si tiene movilidad que dice que “el
arte es el único amor que no te abandona “¿qué bonito no?
Como diciendo habrá amigos que dejen de ser
tus amigos, incluso puedes perder a un familiar como tus padres
porque son más mayores, pero sin embargo el arte la música, la
poesía, la pintura, es ese refugio en el que todo el mundo se puede
sentir a gusto, libre incluso acompañado.
¿Que aporta
a tu vida el flamenco?
A
mi muchos problemas, ja ja ja, pero a la misma vez me aporta muchos
logros y me aporta mucha felicidad, ya te digo es como mi pañuelo de
lágrimas, tanto para lo bueno como para lo malo está ahí.
Es
curioso porque mi flamenco no es igual al tuyo o sea cada uno siente
el flamenco de una forma distinta, por ejemplo si aquí se
sienta Farruquito o cualquier personaje flamenco gitano dirá "mi
flamenco es el válido", pues pienso que no, que el flamenco es
algo universal y asequible a todo el mundo, por ejemplo, imaginaos el
flamenco que siente una persona japonesa, aunque cante fatal porque
no domina el idioma, pero si ella se emociona, le gusta y lo ama su
flamenco es tan válido como el mio.
El flamenco tanto en el
cante como en el baile es muy personal, tiene múltiples matices,cada
persona tiene una forma particular de sentir y de hacer el flamenco,
es algo tan personal, tan mío, que nadie me lo puede robar, es como
nuestra voz, la voz que tiene cada persona es diferente, unos
la tienen más aguda, otros grave, es algo que nadie te
puede arrebatar, en lo diverso está la riqueza. Vivimos en una
sociedad plural, diversa donde cada ser humano es diferente e
imperfecto por naturaleza de ahí viene la belleza, lo que pasa que
nos venden el ideal de la perfección intelectual de la perfección
física que esto no nos lleva a ninguna parte.
¿Tienes
alguna anécdota divertida que quieras contar cómo profesor o cómo
bailaor?
Verás,
hay muchas anécdotas divertidas, yo intento en mis clases utilizar
una terminología inclusiva, por ejemplo me ha ocurrido que con
personas en silla de ruedas yo decía que caminamos o damos cuatro
pasos para adelante o para atrás, lo que producía risas y protestas
en los participantes ¿pero si vamos en silla de ruedas como vamos a
dar pasos?. Me he tenido que adaptar en las clases para
hacerlas mas accesibles, por ejemplo, digo rodante a la gente que va
en silla de ruedas, intento decir desplazar en vez de caminar, todo se
soluciona con ganas y buen humor.
Lo
mismo ocurre con las personas ciegas cuando al despedirme, de manera
automática, les digo -"Nos vemos mañána", en realidad es
cuestión de darnos cuenta si metemos la pata e intentar solucionarlo
de la manera mas natural posible, ahora intento decir -"mañana
quedamos"
Con
respecto a las anécdotas, esta no es de mis clases, pero mas
que graciosa me parece superbonita, Recuerdo una en que un medio de
comunicación le preguntó a a un chico con síndrome Down
¿tú qué quieres ser de mayor? Este chico, que era de mi edad, les
contestó que el era más bailarín que Down, lo que provocó un
incomodo silencio entre quienes hacían la entrevista.
Todavía hoy no se sabe como tratar a este tipo de personas, no, no
son niños chicos para que los traten como tales.
Continuaron la
entrevista haciendole una pregunta a otra la chica con síndrome
de Down, Reyes, le dice, ¿qué es el flamenco para ti? Y
responde esta - "el flamenco soy yo".
Los medios de
comunicación deben ser sensibles a la gente con distintas
capacidades y tratarlos de una manera adecuada sin prejuicios ni
estigmas.
A raíz de la pandemia se ha producido situaciones de estrés
importantes entre los sanitarios, fuerzas del orden, personal de
supermercado, etcétera ¿Sería sugerente iniciarse en un actividad
como la tuya para eliminar tensiones?
Pues la verdad que sí, aquí en España no somos conscientes todavía de
la importancia de la arte terapia, pro así llamarlo, pero yo tuve la
suerte de viajar a Estados Unidos en el 2015 y en los centros
sanitarios se contemplaba esta figura. Es algo complementario a los
tratamientos farmacológicos y aporta bien estar intelectual, físico
y emocional. Muy recomendable, claro que si.
¿Como
te ha afectado profesional y económicamente la aparición de la
pandemia por COVID-19?
Pues
la verdad que relativizando y comparando con otros compañeros, no
estoy en la peor situación, pero hemos tenido que anular muchas
cosas. Me ha dado mucha pena tener que suspender una gira que
teníamos durante quince días en Estados Unidos. No iba allí desde
el año 2015 y tenía muchas ganas de cruzar el charco. Nos han
anulado muchas acciones y proyectos algunos de ellos de cierta
importancia, al no haber un contrato físico te quedas
desamparado y sin ayudas, pero bueno lo importante es la salud y
que estamos con motivación para cuando esto mejore.
Después
del confinamiento he paseado mucho por el rio y he visto a mucha
gente haciendo lo mismo, creo que ahora valoramos más las cosas
porque hasta que no las pierdes no las valoras, Ahora
valoramos más el simple hecho de estar aquí juntos tomándonos un
café, el pasear, la vida son los pequeños detalles y no los grandes
lujos. Yo creo que debería de servir a la gran mayoría para
reflexionar sobre lo que realmente importa, lo que son las pequeñas
cosas. Creo que deberíamos tomarnos el confinamiento como
una lección de vida, mucha gente ha tenido que dejar las prisas, las
ambiciones, el consumo excesivo y se han visto en casa con su familia
con sus hijos, ayudándoles con los deberes o haciendo las
tareas domésticas. Eso es lo que verdaderamente importa, todos somos
iguales, todos dependemos unos de otros y nadie es mas que nadie.
Teniendo
en cuenta la situación actual ¿Que nuevos proyectos profesionales
tienes en mente?
Todavía
no estoy trabajando corporalmente pero si mentalmente, imaginando
nuevos proyectos, a lo mejor no para ahora mismo, pero si para más
adelante. NO hay que detenerse hay que buscar las cosas, cuento con
la ayuda de mi compañera Lola, que ya es socia de la asociación,
también tengo un representante, pero al final para que te
vayan bien las cosas tienes que luchar tu mismo. Uno no encuentra
trabajo si se queda en casa viéndolas venir, hay que hacer muchas
llamadas telefónicas y tocar muchas puertas.
También
he aprovechado estos meses para llamar y contactar con gente
que hace mucho que no lo hacía, para conservar la amistad hay que
cuidarla y este ha sido un buen momento para hacerlo, lo mismo ocurre
con la familia, ellos viven en Arahal, hay que buscar momentos para
celebrar más la vida, no solo en las fechas señaladas, cualquier
momento es bueno. Estamos aquí para dos días y hay que intentar ser
feliz.
¿Cómo
ves la situación de tus colegas de profesión en la
actualidad?¿Ha surgido algún tipo de actividad flamenca
diferente?
La
mayoría de mis compañeros han seguido trabajando de forma on line,
yo también he dado clases una vez por semana, porque si
realmente estoy cobrando dinero tengo que justificarlo con mi
trabajo. Aun así, no me parece el medio mas adecuado es algo frío e
incompleto, falta lo mas importante, el contacto, y no me
refiero únicamente al contacto físico, de la piel, que
con la pandemia lo vamos a tener complicado, pero si al contacto
visual, al escucharnos al sentirnos cerca en un mismo espacio.
Lo
que si me parece que ha generado esta situación ha sido que parece
que la gente se ha unido un poco más, incluso en el flamenco. En
nuestra disciplina hay mucho individualismo, hay artistas consagrados
como Poveda, Sara Baras, Antonio Canales que en principio no
tienen muchos problemas para trabajar, ¿pero qué pasa con el resto,
con la gente que trabajamos en pequeños teatros, en compañías
independientes y que no tenemos tantas oportunidades?
Para
que funcione la cultura es importante que lo hagan todos, no
solamente los artistas consagrados y que estos apoyen al resto
de los profesionales.
Ya para cerrar la entrevista me
gustaría remarcar que es la sociedad la que tiene que cambiar,
luchar contras los estigmas asociados a la discapacidad, estar
preparada para ser mas igualitaria, justa y diversa. Las etiquetas
solo valen para la ropa, en las personas lo único que hacen es crear
problemas. Esperemos que poco a poco se consiga.
Te
agradecemos mucho que nos hayas dado esta entrevista y deseamos que
te vaya genial en tu bonito camino.