martes, 20 de diciembre de 2016

JAMÁS PODRÍA HABERME IMAGINADO QUE UN 24 DE DICIEMBRE LO PASARÍA EN UN COMEDOR SOCIAL

Lo viví casi como si estuviera metido dentro de una nube. Las cosas que me rodeaban no eran materiales, sino etéreas. Probablemente la culpa de mi sugestión la tuviese el alcohol. En esa época yo era un gran bebedor y el mundo pasaba ante mí sin noches ni días, sin luces ni sombras, sin grises. Lo terrible era que yo no tenía ganas de cambiar. No es que me gustase esa vida, es que no entendía otra forma de vivir. Cada mañana, lo primero que hacía, antes de plantearme por dónde iba a deambular, lo que más apremiaba, era conseguir dinero para una litrona. Bien aparcando coches, bien pidiendo dinero a la gente que pasaba por la calle. Para mí, la vida no tenía más que un sentido, beber. Así sufría menos y era menos consciente de lo que me rodeaba.
Yo había tenido una infancia feliz. Mis padres me dieron la mejor educación que se le puede dar a un hijo. Igual que a mi hermana. Tuve un negocio que no iba mal y antes de llegar a la calle había estado ya en la Universidad. Por mucho que me lo hubieran dicho, jamás podría haberme imaginado que un 24 de diciembre lo pasaría en el comedor social del Pumarejo junto a ochenta o noventa vagabundos con las Hijas de la Caridad. Esa noche cenamos sopa y pollo. Antes tuvimos que hacer unos rezos y agradecer la comida que nos íbamos a tomar. Por supuesto, yo no estaba del todo sereno. Aún así, pensaba que era una broma macabra del destino. 
Yo no podía estar ahí. Debía de haber una equivocación. A ver, que venga el director de la obra ¿me puede decir usted que hago yo aquí? “Lo siento mucho, pero este es tu futuro y el que te vendrá de ahora en adelante si no cambias” ¿cómo? “Si has oído bien. Cada uno va marcado por pequeños giros hacia dónde quiere hacer que le lleve  su brújula y la tuya está marcando ahora mismo, una cena de navidad, ebrio, con los sin techos que te juntas y, además,  de momento eso es lo que te espera”. Pues bien, no reaccione. No fue suficiente. No había tragado tanta mierda porque aún necesitaba tragar más. Era un usillo. Una alcantarilla.
Los motivos que llevan a una persona a mantener esa vida son inexplicables. Nadie los entiende. Hay quien llega a la calle por mala fortuna pero yo lo hice porque no supe gobernar mi vida. Siempre, de todas las personas que he conocido, la mayoría, me han dicho que soy un tipo inteligente. En esos momentos me preguntaba si eso era cierto. Si en realidad yo era un tipo inteligente. Porque una persona que tiene dos dedos de frente no se busca la ruina. Una persona que usa el sentido común procura buscar soluciones a su precariedad cuando la tiene. A mí, nada de eso me preocupaba. Lo único que me interesaba era beber. No era importante como iba vestido, que por supuesto era ropa de los comedores o de las Casas de Hermandad. La suciedad no me molestaba. La veía natural. Empujaba un carrito con una manta y los dos o tres chalecos que me acompañaban, con un par de zapatos de repuesto, por si me robaban los míos mientras dormía.
Pero la calle te enseña. Te enseña a odiarla. A repudiarla. A saber bien claro que es lo que no quieres. Las personas que se llevan toda su vida en la calle interiorizan una forma de vida que es irracional e incompresible. Creo que a nadie le puede gustar. Pueden llegar a adaptarse. A sobrevivir. A encontrarlo como modelo de vida pero nunca a interiorizarlo. Es un sentimiento que se acepta por resignación. A ver, ¿el director de esta obra de nuevo? “Si, aquí, presente y a su disposición” ¿puede usted aclararme algo sobre lo que llevo dicho? “No. Creo que has enjuiciado bien. Lo que pasa que el director no es el autor de la obra. El autor eres tú. Eres el que elige cada paso que das y hacía dónde lo das. Si decides beber, esto entra en el lote. Precariedad, mala vida, calle, suciedad, sentirse la última mierda del mundo, no querer ser consciente de lo que te rodea…cada camino tiene a sus lados unas flores y este que tú, y sólo tú, has elegido, tiene flores con espinas que no son rosas, sino zarzas”.  
Menudo director me ha tocado. Se supone que debería de buscarme una salida a mi situación. Y, por supuesto que me la envió, lo que pasa en que los salvavidas que me mandaban estaban escritos en otro lenguaje. Unas inscripciones que yo no entendía. Primero me mando una mano. Luego una barca y, por último, un helicóptero. Pero no fuero suficiente. La mierda no sabe tan mal cuando la comes a diario.
Evidentemente que aquí, hablar de tener personalidad, sobra. Está totalmente deteriorada. No tiene vergüenza de que la gente te vea en ese mal estado. Ni tú si quieras te ves en mal estado. Lo ves como algo natural. Por la suciedad que me rodeaba, una noche que iba ebrio, me caí por unas escaleras y me hice una herida. Se me infectó y tenía una gran parte de la pierna en carne viva con celulitis dentro de la herida. Me dijeron en el hospital que tenía que quedarme ingresado y yo me negué. Podían haberme cortado la pierna pero para mí era más importante beber. Cuando al poco tiempo entre en razón (bendita forma de razonar) volví al hospital a que me ingresaran y, con mucha suerte, todo se solucionó. Es triste dar el alta médica cuando esa persona no tiene dónde ir. Nadie le espera. Nadie lo visita mientras está enfermo. Otra vez a la calle. A continuar dando pasos hacia el infierno. Cada vez más cerca. Cada vez siente el fuego que arde allí más próximo.
Todo esto son conjeturas filosóficas para intentar comprender por qué me tocó vivir a mí esa experiencia ¿Quién era el causante de toda la mierda que estaba tragando? La respuesta es sencilla: yo. A nadie debo de responsabilizar de lo que me sucedió. Guié mis pasos hacia ese destino, de forma consciente, por la necesidad de beber. Ahora no me tomaría una copa ni aunque me la diera en jarra de oro. La lucha contra el alcohol fue titánica y siempre ganaba él. Por más veces que lo intentase estando en centros de rehabilitación o desintoxicación, a lo sumo estaba tres meses, seis, dos, sin beber. Pero luego se despertaba el bicho que llevo dentro de mí y me pedía que bebiera hasta perder el conocimiento. Hasta caer tumbado. Sin frenos.
¿Oiga, el director de la obra, sigue por ahí? “Si, aquí me encuentro” ¿Por qué es tan irracional beber cuando sabes que en realidad lo que estás haciendo es matarte? “Por una sencilla razón, has perdido el gobierno de tú vida y debe pasarte algo que tambalee ese mundo y decidas reconstruir otro” A mí me sacaron de la calle. La mano que en otro momento se me tendió y no supe recoger se me volvió a presentar y fui capaz de cogerla. “No todo el mundo lo hace”.
 Los hombres de la calle, con sus pelos alborotados y llenos de mierda, con sus barbas largas y sucias, no son hombres normales. No siente ni padecen. No ven. No entienden. No razonan. Su piel se agrieta por el frio. Ser vuelven de piedra, como la estatuas que hay colgadas en las entradas de las catedrales, como las gárgolas. Grotescos personajes del diablo que viven sumergidos en una adicción. Fantasmas que pasan desapercibidos a los transeúntes porque son espectros de personas. Sombras que se diluyen en la atmósfera.Creo que la peor noche que tuve que pasar en la calle, fue la primera. Sabía que me había quedado sin casa. Pero no logre entender lo que esto significaba. Durante el día, más o menos, pase la jornada adaptándome a ella. Sentándome en bancos, bebiendo agua de las fuentes, sin comer porque no tenía dinero y no sabía cómo conseguir comida. Pero cuando se fue acercando la noche, jamás me la imagine así. Recuerdo que era una noche de febrero. Hacia frió y yo tenía solamente lo puesto. Me senté en los escalones de Mª Auxiliadora y, ahí, en un rincón intente dormir, pero no podía hacerlo. 
Me fui un poco más para el centro y me senté en el escalón de mármol de una casa de venta y compra de oro. Tampoco pude dormir. Me fui un poco más para detrás y entre los derribos de una obra, intente dormir un poco. Todo fue en vano. No me relajaba. Estaba en tensión. Ahora cuando intento ver los pasos consecutivos que me llevaron a sistematizar mi estancia en la calle, no soy capaz de unir esta primera noche a como sobreviví después. Del hombre que paso esa primera noche al que vivió un año en la calle hay una evolución. Un periodo de adaptación. Un ser diferente.  Tengo lagunas de memoria. Sé que un buen día utilizaba todos los recursos sociales que se dan para los que están en la calle y que los utilizaba con soltura. Pero no recuerdo cómo lo aprendí. Puede que alguien me guiase, alguien que me enseñase a moverme de esa manera pero no recuerdo ni quien ni como.

Como conclusión a este dramático relato, pediría a la vida, que no dejase que las personas perdieran el rumbo de sus vidas y tuvieran que pasar por la calle para encontrar otra vez la necesidad de vivir. El amor a la vida debe de ser más grande que cualquier cosa. El instinto de supervivencia debe prevalecer sobre los malos acompañamientos. Que nadie, jamás este en contra de su voluntad en la calle. Yo no se lo desearía a nadie como lección que tuviese que aprender. Hay muchas maneras de enseñar. Eliminemos de nuestra sociedad las más crueles.  

Pedro.

lunes, 19 de diciembre de 2016

AQUELLA NAVIDAD

La muerte es eso que parece que nunca  va a llegar pero que llega. Yo nunca había visto la muerte hasta que falleció mi abuela. Recuerdo que las navidades con ella eran muy divertidas. Papi por aquella época nos veía poco porque trabajaba  mucho , pero lo poco que nos veía era de diversión máxima. Retomando el hilo yo era el ojito derecho de mi abuela.
He sido una mala hija, una nieta mala y una mala hermana. Mi sueño sería estrecharlos entre mis brazo y pedirles perdón de todo mi corazón. En las fiestas de navidad disfrutábamos todos porque no faltaba nadie. Recuerdo anécdotas graciosas. Como la de que la juventud venían después  de las uvas y se acercaban a casa de mi abuela.       Ella los invitaba a tomar unos chupitos hasta que se “ponían contentos” y empezaban a contar chistes y yo me hartaba de reír. Total que se les pasaba la hora del cotillón y nos tomábamos los turrones y mi abuela les decía “NIÑAS QUE OS VAN A VIOLAR” y ellas contestaban  “OJALA MI ARMA”  era cachondeo puro y duro.


YFC

CRÍTICA DE CINE: Fiesta de empresa.

Estamos ante una nueva producción estadounidense del año 2016 dirigida por Josh Gordon y Will Speck. Tiene un amplio reparto, destacando Jennifer Aniston ( a quien vemos menos de lo que quisiéramos últimamente en el cine, siempre espléndida y bella), Jason Bateman, T.J. Miller y Kate McKinnon. Ya digo que el reparto es muy amplio y hay una gran cantidad de actores secundarios y simples figurantes.
Se trata de una comedia de una hora y 45 minutos de duración no recomendada para menores de 16 años, lo cual me parece moralmente adecuado.
 En cuanto al argumento decir que con el fin de conseguir a un gran cliente y una gran cuenta para la empresa un grupo de ejecutivos organiza lo que tendría que ser una épica fiesta de empresa, pero se les acabará yendo de las manos, convirtiéndose en un desmadre sin control.
El cliente al que pretenden conseguir es Walter Davis de la empresa Data. La empresa que quiere conseguirlo se llama Zenoteck, que ante la gravísima crisis por la que atraviesa se plantea despedir al 40% de los trabajadores. Lo que no saben los ejecutivos de Zenoteck es que a Walter Davis lo acaban de despedir de su empresa paradójicamente, por lo que no tiene cuenta alguna y la fiesta, consecuentemente, no servirá para el objetivo previsto.
Entre los ejecutivos que organizan la fiesta están Josh, divorciado, Director de Zenoteck, uno de los protagonistas de la divertida cinta; Angey, que acabará al final de la alocada fiesta siendo pareja de Josh, de entre las muchas cosas que ocurren en las muchas horas que dura la fiesta; Alison; Jeremy, Director de Atención al Cliente; Mary, Directora de Recursos Humanos; y Carol y Clay, dueños de la empresa.
Clay es el Director Ejecutivo. Sus ahorros, todos, 300000 euros, servirán para pagar la antológica fiesta. Al final se quedará sin dinero y sin cliente, en la más completa ruina, aunque habrá un giro de guión que cambiará radicalmente las cosas para procurar un final feliz, el tipico “happy end” americano.
Carol y Clay heredaron la empresa de su padre, que fue incinerado siguiendo su voluntad testamentaria. Carol, en algo verdaderamente humorístico, lleva siempre consigo las cenizas de su padre en una urna de plata. No se separa de ellas en ningún momento. Carol es Jennifer Aniston, que como hemos señalado está espléndida como siempre. Considero que es una actriz infravalorada.
Al final de la película, cuando todo se resuelve bien, la nueva Directora Ejecutiva será Carol, según los compromisos adquiridos con su padre en vida, cumpliendo de esta manera una de sus ilusiones principales.
La fiesta de empresa se convierte en un desmadre total de sexo, drogas, prostitución y un largo etcétera de despropósitos. Abundan el humor escatológico y la sal gorda, pero la película no deja de ser divertida dentro de su locura y sus limitaciones argumentales y desde luego por encima de las comedias gamberras típicas estadounidenses.
Hay numerosos personajes secundarios como ha quedado dicho que destacan como Clara, la guardia de seguridad, que deja a la gente K.O. con una pistola eléctrica.
Salvará la empresa un ingenio de internet que dejo en el anonimato para los que vayan a ver la película, que por cierto no ha tenido, por desgracia como muchas otras, apenas publicidad, así que le auguro una mala carrera en pantalla.
La frase publicitaria de la película es: “ Desfasa como si tutrabajo dependiera de ello”. Y así es: todo se desmadra para contentar al pretendido cliente: se le proporciona cocaína, se le contrata a un DJ llamado Calvis y un jugador de la NBA para que sirvan de reclamo, etc… Todo es poco para satisfacer al hipotético cliente.
El título original de la cinta es “Office Christmas party”, es decir, Fiesta de Navidad en la Oficina. La música, estupenda, es de Theodore Shapiro. La dirección de fotografía corre a cargo de Jeff Curter.
Hay que decir que entre los tres productores ejecutivos de la cinta están los dos directores de la misma, así que se han implicado abiertamente en el proyecto y por eso quizás la película tenga la calidad por encima de las típicas comedias de este tipo que producen con frecuencia los Estados Unidos y que exportan con facilidad al resto del mundo porque suelen gozar de buena acogida, siempre y cuando se les dé la debida publicidad, no la ignorancia que ha tenido ésta.
La historia es de Jon Lucas, Scott Moore y Timothy Dowling, y el guión es también de tres personas: Justin Maden, Laura Solan y Dan Mazer. Se nota en el guión bien elaborado, aunque con baches.
La película añade poco nuevo a las típicas comedias gamberras estadounidenses, pero se deja ver y tiene un montaje muy ágil. No es película de carcajadas, pero sí de garantizada sonrisa, algo que se agradece en los tiempos que corren por lo que seré generoso y le concederé tres estrellas. Felices Fiestas de Navidad y, como siempre digo, salud y suerte.

Calificación: 


José Cuadrado Morales

POESÍAS DE AYER V



Dos esmeraldas que tienes por ojos, ¡benditos ojos!
espejos del alma, esos ojos, tus ojos de mujer.
¡Ya aúllan los ojos, aúllan al ver!
el irradiar, tu mirada... los lobos caen de hinojos,

ante tus ojos y su cándida y lluviosa madreselva,
que es el ánima de tus ojos, ojos verde ayer.
Ojos que miden al mundo, varas de vergel.
Esos tus ojos verde, vida y selva.

Aúllo las noches de nostalgia, lamentando,
no tener la calidez y el amor, dulce bálsamo,
embriagador de tu mirada por la mañana.

Ya llega el día y busco con ansia, desesperado,
el suave reflejo de la vida, de la selva, del alma,
y lo hallo en tus ojos color esmeralda.




Víctor S. N.


¡¡¡¡FELICES FIESTAS!!!!


jueves, 15 de diciembre de 2016

EL DOLOR

Dolor es una palabra muy amplia. Abarca numerosas sensaciones, muchas emociones, infinidad de sentimientos.
Según el prestigioso diccionario de María Moliner la primera definición que surge del verbo doler es “hacerse sentir con dolor una parte del cuerpo”. Ejemplo: “Me duele la cabeza”.
Se emplea a veces como terciopersonal: “No me ha dolido cuando me han sacado la muela”. También significa “causar sentimiento a alguien, un desengaño, prueba de falta de cariño o mal trato moral que recibe”.
También podemos encontrar el dolor en “causar sentimiento un daño hecho por uno mismo a otro”. Ejemplo: “Ahora me duele haberle contestado tan secamente”. O: “Me duele negarte ese gusto, pero no tengo dinero”.
También significa “causar compasión”. Ejemplo: “A cualquiera le dolería ver trabajar de ese modo a una criatura”.
Es decir, estamos ante una palabra polisémica que alude a muchos estados de la mente, del alma y del cuerpo, de una gran riqueza léxica que nos permite definir numerosas cosas.
Hay muchas expresiones que aluden al dolor como: “Ahí duele” o “Ahí le duele”, frases que se refieren a la cosa que constituye el quid o punto delicado de una cuestión o a lo que es el motivo de disgusto o enfado de alguien, lo esencial, la principal referencia de algo.
También cabe aplicarse al “dolor del alma”, muy variado y evanescente. Un dolor invisible pero muy intenso que provoca depresiones, crisis de ansiedad y otras manifestaciones de una enfermedad mental y otras muchas enfermedades.
Las canciones recogen muy bien este doler del alma. Por ejemplo: Miguel Bosé, en “Morir de amor”: “Morir de amor, despacio y en silencio sin saber si todo te llegó a tiempo”. El dolor, pues, llega hasta las puertas mismas de la muerte. Es un dolor intensísimo el dolor del alma, el dolor del amor y del desamor, el dolor que afecta a numerosos sentimientos y que se suele manifestar con hipérboles como el título de la canción (“Morir de amor”) y en frases diversas de la misma como: “Tengo seco el corazón y es de haber llorado tanto”. Es una licencia que se puede permitir el autor para expresar sus emociones relacionadas íntimamente con el dolor.

El dolor anímico puede reducir a una persona a la nada. Lo vemos también en una conocida canción del dúo Amaral: “Sin ti no soy nada”. Es la pérdida total de la autoestima, la desconsideración absoluta hacia uno mismo. Nada levanta la moral y el ser enamorado y no correspondido se siente como la nada más terrible.
Y qué decir del dolor físico. Por ejemplo: un dolor de muelas. Hay frases populares que aluden a este ejemplo: “Es más malo que un dolor de muelas”. El castellano es un idioma muy rico en expresiones de este tipo. Podemos encontrar innumerables ejemplos. Hay muchas frases que se refieren al dolor de las cosas en general. El dolor físico es de las peores que hay. A veces no se alivia ni con potentes analgésicos como la morfina: dolores de artrosis, dolores de la artritis reumatoide (mi madre la padecía y tenía unos dolores terribles. Se le hinchaban las articulaciones y pasaba un verdadero calvario. Tengo también una vecina que se  pone parches de morfina para combatir sus fuertes dolores y ya ni siquiera estos la están ayudando lo suficiente), etc…
Podemos reseñar también los dolores que ocasionan enfermedades más fuertes como la esclerosis múltiple por ejemplo. Es un dolor que corroe todo el cuerpo y apenas hay analgésicos que lo alivien. Están los tradicionales como el paracetamol que no hace prácticamente nada y está la morfina que resulta más eficaz  pero que a fuerza de usarse deja de serlo.

El dolor está también en la superación de uno mismo, en el esfuerzo por vivir, por salir adelante un día tras otro. El dolor de la monotonía, de la rutina que puede condicionar toda una vida. A muchas personas esa monotonía le causa un profundo dolor del alma y puede llegar hasta el dolor físico porque muchas veces se somatizan las cosas y surge el dolor en muchas de sus manifestaciones.
Está también el dolor del suicidio, que engloba la fuerza de voluntad y la cobardía a un mismo tiempo para acabar con la propia vida. Y el dolor que esto causa en los seres queridos, en los que deberían pensar más los suicidas aunque sea una situación tan crítica. Hay que ampliar los campos afectivos para que el dolor no nos coma más terreno. Si los suicidas pensaran más en los demás tal vez, sólo tal vez, habría menos suicidios.
Hay que tener muchas fuerzas para salir adelante con el múltiple dolor de la vida. Ya se llega al mundo conjugando el verbo doler. El dolor del parto para la madre y el dolor del niño que carece de palabras para expresarlo.
¿Y qué decir del cante flamenco para el verbo doler? Un continuo quejío, un “ay” sin límites como en la canción conocida “Me duele el corazón de quererte tanto”, donde metafóricamente se expresa hasta qué punto puede doler el amor. Es otra hipérbole como señalábamos anteriormente.

Y están también las saetas, otra forma de cultura popular, en las que es frecuente también el uso de la interjección “ay”.
Y más sencillamente aún utilizamos el “ay” como suspiro de alivio ante un dolor determinado.
Y está el dolor que más afecta a los usuarios de este sitio de internet: el dolor “callado”, silencioso de los enfermos mentales. Recordaréis los dos artículos que escribí dedicados a mi amigo suicida. Tenía un dolor enorme dentro que nadie conocía. Su forma de evasión fue el suicidio. Fue su forma de hacer frente al dolor, una forma inútil y totalmente prescindible.
El enfermo mental sufre una barbaridad. Las depresiones, las crisis de ansiedad, la esquizofrenia y tantas otras enfermedades mentales producen un enorme sufrimiento contra el que hay que estar luchando continuamente. Hay que tener una enorme fuerza de voluntad para hacer frente a ese sufrimiento. Yo os animo a que no decaigáis nunca y si os venís abajo pensad en mí y en mi artículo que siempre está lleno de esperanza como todos. No hay dolor que pueda acabar con nosotros. Nosotros somos más fuertes que todo dolor. Mucho ánimo. Salud y suerte.


José Cuadrado Morales 



martes, 13 de diciembre de 2016

LA LUCHA POR LA FELICIDAD

La felicidad no es lo que todos pensamos que se consigue solo con una estabilidad económica es mucho mas que eso. Para encontrarla hay que buscarla, luchar por ella y saber conservarla. En estos momentos de mi vida no creo que sea feliz del todo pero no me canso de buscarla. Hay veces que la enfermedad te para un poco para luchar para conseguirla. 
Teniendo en cuenta que mis hijos son lo mas importante de mi vida no quiero dejar de poder seguir intentándolo. En es tos momentos de mi enfermedad me encuentro baja de ánimos pero no se como puedo llegar a controlar todavía esos altibajos del trastorno bipolar. Recuerdo a mi psiquiatra cuando me dice que ya debería de saber cuando me van dar esos cambios pero creo que no es fácil de controlar pero si de decirlo. No me quiero rendir pero si estoy cansada de que esto me pueda pues son ya ocho años luchando y luchando contra ella. Todo en la vida se suele decir que se consigue , pero compañeros, creo que nosotros somos mas sensibles y nos afecta todo un poco mas que a los demás pues los demás son fuertes y no toman medicación pues la medicación puede que nos pare para hacer una vida totalmente normal. Nos da sueño, apatía, temblores, aumento de peso, etc. 

Me gusta refugiarme en los demás pues ya que de ellos aprendo mucho y ante todo de mis compañeros pues todos son ejemplos de superación y de admiración. Detrás de cada uno de nosotros hay una historia y con un final a veces no tan feliz como quisiéramos. También  hay que tener en cuenta, que la vida de una persona que no esta enferma como yo, no es la misma no sigue las mismas pautas de vida. Es por lo que hay veces que nos juzgan mal y opinan sin saber de nosotros y de nuestra vida. De hay el siempre llamado estigma.  Creo y espero poder saber salir de este estado de bajo ánimo pues creo y me repito a diario que soy fuerte y que esto no me va a poder. Quiero desde aquí dar las gracias a esos compañeros, profesionales, y familia con la que cuento todos los días para salir de este bache y ya de camino felicitar estas fiestas a todos y desear que haya salud y paz en todas las casas.


Un saludo Silvia 

lunes, 12 de diciembre de 2016

EL TIEMPO NO PASA EN VALDE

Me suelo levantar temprano, desayuno algo ligero y salgo a caminar una hora. Luego el día me lo paso entre estudiando idiomas, viendo la TV, leyendo y por la noche escuchando la radio. Una vez por semana voy un grupo de terapia, allí he conocido amigos y también estoy conociendo mi carácter. También pertenezco a una tertulia literaria en la biblioteca de mi pueblo.
Cojo el tren. Desde la ventanilla he visto cambiar el paisaje, de color marrón, a color verde y de colores en primavera. He visto crecer las plantas y me ha gustado.
También hago algo de gimnasia, por mi enfermedad no estoy del todo en forma, pero todos los días práctico algo de bicicleta estática y algo de fitness. Por lo tanto no he engordado demasiado.
Tengo una perrita la conozco desde que era un cachorro. Cuando llego a casa tenía el tamaño de la palma de la mano, poco tiempo creció y cogió varios kilos. Es muy traviesa pero le hemos cogido cariño. Ahora se pasa todo el día descansando todo el día, pero le tenemos igual de cariño que cuando era una cría.


Jesús.

viernes, 9 de diciembre de 2016

CRÍTICA DE CINE. Amor y amistad

Se trata de una producción irlandesa del año 2016 dirigida por Whit Stillman. De su amplio reparto podemos destacar a Kate Beckinsale, Chloe Sevigny, Xavier Samuel y Stephen Fry. Sobresale por encima de todos los actores la espléndida Kate Beckinsale.
Estamos ante un drama con apuntes de comedia romántica de una hora y 32 minutos de duración autorizado para todos los públicos.
En la película Kate Beckinsale, alejada de sus papeles habituales y demostrando que es una excelente actriz muy camaleónica, interpreta a Susan Vernon, una viuda que viaja hasta la casa en el campo de su familia política, con la que mantiene una estupenda relación, con la intención de establecer allí su residencia definitiva. Se siente muy sola pues su única hija está internada en un colegio y sólo la ve en los períodos vacacionales.
La mansión de Susan es Langford y quiere vivir en la mansión Churchill. En ésta  los propietarios son Charles y Catherine, sus suegros. Hay en esta mansión un apuesto caballero llamado Reginald de Courcy que pretende a Susan como futuro marido, pero ella no está enamorada de él. Es la delgada línea que separa el amor de la amistad como reza el título de la película.
La hija de Susan, Frederica, escapa del colegio y se va con su madre. Está harta de la rigidez normativa de la institución escolar y prefiere estar al lado de su madre. Además no es tan niña. Es más bien una muchachita en edad de enamoramientos y otras cosas propias.
Ahora Reginald pondrá todos sus encantos al servicio de Frederica dada la indiferencia de la madre y espera tener más suerte con ella. Pero hay otro hombre que pretende a Frederica: James Martin, hombre atolondrado y bastante bufón que provoca la mayor parte de las situaciones de humor de la película por la buena interpretación del actor.

James Martin no es considerado por Susan como un buen partido para Frederica, por lo que hará el sacrificio de casarse con James para evitar la boda con su hija. Es la parte más dramática de la película por el esfuerzo que realiza la madre en beneficio de su hija.
Lady Susan pasará a ser Lady Susan Vernon Martin.
Y Lady Susan conseguirá lo que pretendía: que Reginald y Frederica se enamoren y se casen, compensando así el drama del enorme sacrificio personal que ha tenido que realizar al casarse sin amor con James Martin, hombre de buena posición social.
La película está basada en una novela de Jane Austen llamada precisamente “Lady Susan”.
La cinta recrea perfectamente el universo novelístico de Austen, las grandes mansiones, la amplia diferencia entre criados y señores, los amores de la alta burguesía y de la nobleza y un largo etcétera de factores.
La película tiene unos diálogos brillantes e inteligentes. Es para todos los públicos como ha quedado dicho, pero la película tiene una densidad de diálogos tan elevada que la hace difícil de entender para personas algo inmaduras, no digamos para los niños y la gente joven en general.

Es una película de actores. Entre ellos encontramos a veteranos como Stephen Fry (siempre recordaremos su espléndida interpretación de Peter en la estupenda cinta del gran actor británico Kenneth Branagh “Los amigos de Peter”, estrenada hace ya un buen puñado de años, cuando Kenneth estaba en la cima de su carrera). Y entre los más jóvenes destacamos una vez más a Kate Beckinsale como ya ha quedado dicho que cambia completamente de registro interpretativo y no desentona en absoluto.
El título original de la cinta es igual que en castellano: “Love and friendship”. Para los que tenemos más paciencia y nos quedamos hasta el final de los títulos de crédito vemos que se indica en ellos que hay una novela escrita sobre la película con el mismo título. Esto es algo bastante frecuente y hay infinidad de casos.
La cinta está rodada en Irlanda, tierra bellísima. Se nota en el ambiente verde y frío, y en los hermosísimos paisajes. La película, hay que decirlo, está perfectamente ambientada.
Destaca el espléndido vestuario, lujosísimo y costosísimo de hacer, muy cuidado, dando plena credibilidad a la película. Se miden hasta los más mínimos detalles. Es realmente impresionante la labor de sastrería en la película.

Destaca también la presencia de la poesía y del arte en general. Las mansiones están suntuosamente decoradas y hay numerosas obras de arte. Se leen varios poemas a lo largo del metraje, básicamente como declaraciones de amor.
La música es extraordinaria. Música barroca preferentemente, con unos coros espléndidos que llegan a emocionar. Todos los elementos técnicos de la cinta están muy bien cuidados.
Hay que señalar la presencia del típico humor inglés, considerando a Irlanda como parte del Reino Unido. Este humor le quita bastante hierro al drama romántico de los personajes.
La película ha obtenido excelentes críticas y es bastante divertida a pesar de su contenido dramático. Es una pena que esté pasando desapercibida en los cines por falta de publicidad. Yo considero que la película es muy buena y le concedo cuatro estrellas. Id a verla. Salud y suerte.

Calificación:     


José Cuadrado Morales

viernes, 2 de diciembre de 2016

EL AMOR

El amor es algo que se tiene y se da. El amor para mi es dar, me gusta sentir en el corazón  mariposas. A mi me gusta más dar cariño que recibirlo. Porque aunque hallamos pasado muy malas experiencias  el cariño es algo distinto. A veces no es quien nos quiera y quien nos gusta  a veces es otra persona la que nos escoge como pareja.


 Y.F.C.



EL AMOR LLEGO A MI

Estoy enamorada
de una persona extraña
es mi amor verdadero
dentro de mi corazón  duradero.

Es mi escudero
mi corazón verdadero
dentro mi vida juvenil
dentro de toda mi.

Es mi vida espiritual
Él es digno de mí
es lo que mas he sentido
dentro mi corazón dormido.

Por eso ante
Él me declaro
porque de Él me he enamorado
porque sin  Él no se vivir. 

Ruth.