ritos, su camisa de rayas y sus zapatillas de deporte. Fue al cuarto de baño y cuando se miro en el espejo vio un monstruo de feo que era, tenia el pelo sucio y muy largo tenia barba, los dientes negros de no lavárselos y unos pelos muy largos que le asomaban de la nariz. Salio a la calle y se fue a una peluquería, entró, dio los buenos días y pidió que lo arreglaran, bueno, que hicieran un milagro con él. Le cortaron el pelo, le lavaron los dientes, lo afeitaron y le cortaron esos pelitos tan largos de la nariz. Luego fue a una tienda a comprarse ropa moderna y se compro una chaqueta y unos zapatos elegantes que con su camisa de rayas y sus vaqueros preferidos le daban un aspecto fenomenal.Al salir de la tiendo cruzó su mirada con Isabel y vio que ella le sonrió, le gusto mucho, se acercó y empezó a charlar con ella, lo primero que le dijo fue. “hola buenos días” ¿Tienes novio? Y ella le contestó; “Tu de que coño vas”, le dio la espalda y con un ligero corte de mangas lo mandó a paseo.
Federico, porque así se llamaba el protagonista de nuestra historia se quedó más cortao que una loncha de jamón, y se fue a su casa con el rabo entre las piernas como es normal. Había perdido una batalla pero no la guerra........
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