La historia que podeis leer a continuación está hecha con una técnica denominada "ahora te toca a tí" y consiste en que se reunen un grupo de personas y una de ellas empieza a contar una historia, la que tiene a su lado la debe seguir y así sucesivamente. Aquí os presentamos el inicio de la vida del solitario ( escrita por Pilar, Genaro, David, Antonio y Manuel) os animamos a que la continueis enviandonos vuestras propuestas a nuestro correo. unidadrehabiltiacionsm@gmail.com
EL SOLITARIO (Primera parte).
Esta es la historia de un hombre que aunque vivía en una gran ciudad, siempre estaba solo. Un día se dio cuenta de que el problema estaba en él. Porque no tenía amigos, ni conocidos, ni familia ni siquiera una mascota a la que darle cariño. Odiaba a la gente y pensaba que la gente también lo odiaba a él. Entonces intento solucionarlo, se levanto de la cama, se puso sus vaqueros favoritos, su camisa de rayas y sus zapatillas de deporte. Fue al cuarto de baño y cuando se miro en el espejo vio un monstruo de feo que era, tenia el pelo sucio y muy largo tenia barba, los dientes negros de no lavárselos y unos pelos muy largos que le asomaban de la nariz. Salio a la calle y se fue a una peluquería, entró, dio los buenos días y pidió que lo arreglaran, bueno, que hicieran un milagro con él. Le cortaron el pelo, le lavaron los dientes, lo afeitaron y le cortaron esos pelitos tan largos de la nariz. Luego fue a una tienda a comprarse ropa moderna y se compro una chaqueta y unos zapatos elegantes que con su camisa de rayas y sus vaqueros preferidos le daban un aspecto fenomenal.
Al salir de la tiendo cruzó su mirada con Isabel y vio que ella le sonrió, le gusto mucho, se acercó y empezó a charlar con ella, lo primero que le dijo fue. “hola buenos días” ¿Tienes novio? Y ella le contestó; “Tu de que coño vas”, le dio la espalda y con un ligero corte de mangas lo mandó a paseo.
Federico, porque así se llamaba el protagonista de nuestra historia se quedó más cortao que una loncha de jamón, y se fue a su casa con el rabo entre las piernas como es normal. Había perdido una batalla pero no la guerra........
Al salir de la tiendo cruzó su mirada con Isabel y vio que ella le sonrió, le gusto mucho, se acercó y empezó a charlar con ella, lo primero que le dijo fue. “hola buenos días” ¿Tienes novio? Y ella le contestó; “Tu de que coño vas”, le dio la espalda y con un ligero corte de mangas lo mandó a paseo.
Federico, porque así se llamaba el protagonista de nuestra historia se quedó más cortao que una loncha de jamón, y se fue a su casa con el rabo entre las piernas como es normal. Había perdido una batalla pero no la guerra........
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