Perdona, joven hermosa, por mirarte,
por posar mis ojos, descuidadamente
sobre tu figura.
Tal vez la madurez que deseas
o quizá la belleza de mi soledad
llamaron tu atención,
alimentaron tu ilusión juvenil.
Tú enamorado sufre cuando me miras
y mi corazón sufre por vosotros dos.
¡¡ Seguid unidos!!
Él te ama desmesuradamente,
sus ojos están llenos de ternura
y de temor,
no quiere perderte,
no quiere que nadie le arrebate
su primer amor,
su gran amor.
No te fíjes en mi,
olvídame.
Hoy te pido perdón
porque en una noche de locura
mis ojos volaron hacia ti.
Jose G.
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