Continuo contando ese viaje a Francia que hice con 20 años en el año 86. Después de Lourdes llegamos a Dax, no recuerdo a que hora pero se puede decir que sobre las tres o las cuatro o más tarde, por la tarde. Llegamos cansados al chalet del Abuelo Massein. El Abuelo no estaba, se encontraba según averiguó Isabelle la madre de mi amigo Domi( Dominique Michel) en el Casino o en el Hogar de Ancianos, que no se exactamente, con sus amigos jugando a las cartas o cualquier otro entretenimiento. Recuerdo que nos instalamos en las habitaciones del chalet, que era blanco y rojo, de paredes blancas y techumbre roja y con un pequeño jardín con césped. Lo que recuerdo es que descansamos después de instalarnos.
Lo más llamativo del segundo día en el Sur de Francia fue el desayuno: acostumbrado a las típicas tostadas españolas con mantequilla acompañadas de café, un buen y grande tazón con leche y cereales me sorprendió y me hizo sonreír. ¿Qué era aquello?. Había que probarlo. Estaba bastante bueno. Disfruté de mi primer desayuno con cereales. Desayunamos y salimos a pasear por el pueblo.
El Abuelo Massein era entrañable. Ni alto ni bajo, de pelo moreno, nos tenía mucho cariño y le tenía bastante cariño a su perrita que se llamaba Sita o Zita y a la que llamaba cariñosamente “la situnetta”. De las pocas palabras que recuerdo de él fue que dijo: “elle es mignone” que para mi se tradujo según pensé y desarrolle por mi cuenta, pequeña y graciosa. La perrita andurreaba de un lado a otro con gesto serio y era ya un poco mayor. Seria y no ladraba. Le daría bastante compañía al Abuelo pensé. Me dio por dibujarla y la dibujé como un pequeño perro, con grandes patas sobre las que se erguía, con unas patas traseras muy robustas y largas y unas delanteras más pequeñas y con grandes garras, a modo de tiranosaurus Rex. Pensé, si supiera que es ella seguro que no le gustaría el dibujo.
Tengo que decir que por momentos se me ocurrían cosas absurdas sobre el abuelo y la perrita, propio de un joven que piensa en todo en todo momento, como que si estarían liados sexualmente, cosa que se me pasó en el mes y algo que estuve allí de vez en cuando por la cabeza, pero enseguida me volvía atrás en esos pensamientos y los negaba (¿Cómo algo tan entrañable como el cariño entre dos seres iba a dar paso a eso?). Esto es propio de la juventud y de no tan jóvenes, sopesarlo todo, hasta las cosas más absurdas. Y lo digo porque en la juventud nos bombardean con todo tipo de cosas de este tipo, pedofilia, zoofilia, necrofilia, etc., desde diferentes entes de información, desde noticias de periódicos, pasando por televisión, hasta maquinitas de videojuegos de trivial por ejemplo que había en los bares.
Y es que el verbo, la palabra es poderosa, y el conocimiento; cuanto más pensemos más libres estamos de que se de con nosotros algo de esto, porque sabemos que está mal y que es delito el hacerlo y fundamentalmente porque comprendemos que esta mal, ya de antemano. Dejar libre esta información y que vuele de unas personas a otras es bueno en todos los aspectos porque nos previene e incluso dándose el caso es importante que entre a formar parte del conocimiento de los demás para que nos ayuden.El Abuelo Massein tenía un tumor benigno. Se operó creo y quedó curado, o en esas estaba la familia en esos momentos, ya no recuerdo después de tanto tiempo, o lo había padecido. Después mi amigo Dominique lo ha padecido también, su nieto, y se ha curado gracias a Dios. Es complicado lo de los tumores. Domi sufrió una operación de 10 horas para eliminar el tumor, yo puedo decir que estuve a su lado en esos momentos tan malos por los que pasó mi amigo y se de los nervios que se sufren en situación tan angustiosa, más teniendo una familia que sacar adelante.
Hace dos semanas que comencé este artículo y he de decir que me ha dado tiempo a reflexionar y recordar: en mi adolescencia no aparecía la palabra pedofilia por ninguna parte, eso quedó para la juventud (al menos a partir de los 16 años aproximadamente porque la juventud oficialmente empieza a los 18), como zoofilia (hacerlo con animales) o necrofilia (hacerlo con un cadáver), ya avanzando en el lenguaje. Pero siempre había un amigo de mi pueblo que te decía, fulanito lo ha hecho con una cabra en este huerto, o menganito lo ha hecho con una burra en el cabecillo( vertedero de basuras). Uno se decía que era imposible, que las personas no hacían eso, al menos eso pensaba yo en mi adolescencia cuando oía hablar de estos temas. Y sigo pensándolo, porque es grave. Pero respecto a pensar sobre el tema, la juventud es la más dispuesta a pensar en todo lo posible y es normal y bueno que lo haga, pienso.
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