No me gustaría seguir escribiendo artículos sobre la enfermedad Covid 19, pero la actualidad lo impone y me inspira el humilde periodista que llevo dentro.
El maldito bicho ha contagiado ya a más de 60 millones de personas en todo el planeta y ha matado a cerca de 1 millón y medio de personas a día de hoy. Tremendo como para pasarlo por encima.
Pero yo me quiero centrar hoy en el tema de las mascarillas que ahora son obligatorias, pero que han pasado por muy distintas fases.
Ahora se le ha dado mucho bombo a rebajar el IVA de las mismas del 21 al 4% como si fuera algo genial. Las mascarillas no deberían tener IVA alguno porque no sólo son un producto necesario sino que además es obligatorio. Deberían sentir vergüenza esos extraños seres llamados políticos de haber bajado el IVA cuando no tendrían que haber puesto nunca IVA ninguno. Nunca se debería de haber cobrado ese impuesto por el que se han recaudado a día de hoy aproximadamente 1200 millones de euros, una barbaridad. No es un éxito rectificar. Es un éxito no empezar a cometer el error.
Decían en el Gobierno que estaba maniatado por la Unión Europea y que obraba según dictaba ésta. Pero entonces me pregunto por qué en algunas Comunidades Autónomas se ha cobrado el 21 % de IVA y en otras el 0%. La norma debería haber sido igual para todas. No lo entiendo.
Pero no me importa ahora el tema del IVA sino el tema de las mascarillas en sí.
Al principio el Gobierno y más concretamente Fernando Simón decía que no eran imprescindibles. No sé por qué. Yo he visto fotos de la pandemia de la gripe española de 1920 y contemplo a todas las personas ( e incluso animales como gatos) con mascarillas. Las mascarillas no se han inventado ahora, aunque algunos las vendan como el invento del siglo. Son ya muy antiguas, aunque les quitaran importancia cuando la pandemia estaba empezando.
El tema de la obligatoriedad de las mascarillas empezó realmente cuando el control de la pandemia pasó a manos de las Comunidades Autónomas. Ellas fueron declarando obligatorias las mascarillas progresivamente, hasta ahora que son obligatorias en todas las Comunidades. Es decir: parece que han inventado las mascarillas ellas, cuando son muy antiguas. Y por supuesto se han extendido por toda Europa (muy castigada) y por el resto del mundo.
Ahora es muy difícil ver a alguien sin mascarilla. No sé si es por el miedo a una multa como está establecido o que la mayoría de la gente ha tomado conciencia de la importancia de las mascarillas para protegerse de la enfermedad, para no contagiar ni contagiarse. Las mascarillas no son un aditamento innecesario, sino una especie de prenda más para salir a la calle. Hay que colocarla despacito al lado del resto de cosas que tenemos que llevarnos por la mañana al salir de casa.
Por desgracia hay mucho irresponsable y se abusan de fiestas y reuniones de más de 6 personas sin mascarillas y la enfermedad se ha extendido más de la cuenta. Con un ejercicio de responsabilidad colectiva se hubiera podido evitar la propagación tan rápida y brutal en España (uno de los países más castigados) y en todo el mundo.
Defiendo la gratuidad de las mascarillas porque hay personas que no tienen recursos para pagarlas y sirven para evitar un contagio que puede incluso causar la muerte.
La Junta de Andalucía reparte de vez en cuando mascarillas gratuitas para todos los afiliados a la Seguridad Social. Tienen filtro y están muy bien, y con ello demuestra la Junta que está a favor de la gratuidad de esta especie de invento del siglo que está haciendo de oro a más de uno.
Hay ya incluso tiendas exclusivamente dedicadas a la venta de mascarillas de todas clases, desde la quirúrgicas desechables normales hasta las personalizadas que pueden ser de todo tipo: un club de fútbol, el nombre de la novia, una ciudad, etc… Se hacen de oro muchos a costa del sufrimiento colectivo. Oportunidad de mercado se llama esto y muchos lo han llevado a la práctica.
Algunas mascarillas son estrambóticas y tienen colores chillones y motivos muy variados que rozan el surrealismo. Pero lo principal es defenderse y defender a los demás del Covid 19.
Espero que pronto llegue la vacuna y estemos a salvo. Y no haga falta el uso de las mascarillas, a las que por lo menos yo me he acostumbrado de sobra. Es una prenda más, desechable o no.
Todo pasa. El Covid también pasará y se quedará para los libros de Historia. Que quede ahí bien enterrado. Salud y suerte.
José Cuadrado Morales
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