Mis habilidades me han hecho fracasar porque no he sido capaz de relacionarme lo mas mínimo con cualquiera de mi clase. En principio porque todo es nuevo y porque todas las caras de los compañeros de clase no se me quedaban. He ido montado en el autobús y no sabía si esta chica o este chico estaban en mi clase así que me ha dado vergüenza hablar con él y luego a resultado que sí, que estaba en mi clase. Metedura de pata si queremos comenzar una relación de amistad. Pero tampoco puedo achacárselo todo a la enfermedad. No todos los días he tenido delirios ni con todas las personas que me he cruzado.
Ahora viene aquí lo de que tengo que ser un capullo
integral. Tengo que poner una cara de sieso y de saborío que cualquiera se
acerca a mí a decirme nada. Sé que para entablar una relación hace falta un porcentaje
de cada parte. Uno pondrá más y otro menos pero los dos tienen que querer. La
diferencia de edad entre los alumnos y yo es considerable. Yo tengo 36 y allí
la mayoría tendrán entre 20 25.
Y si, me he escudado en la enfermedad más de la cuenta para
justificar mi comportamiento de capullo integral y esto creo que me va a causar
más problemas que beneficio y considero que si a esto no le pongo solución de
una forma drástica y certera me va a pasar factura. Así que desde estas líneas
de arrepentimiento por mi parte, si eres compañero mío de facultad, que sepas
que estoy deseando tener una relación de compañero contigo y de tomarme un café
y de que de lo que yo comprenda y pueda ayudarte te ayudare y quiero recibir lo
mismo de ti. Y poder hablar con alguien. Ya llevamos dos meses de clase y
todavía no se me el nombre más que de una compañera, que por cierto se llama
Fátima, como la virgen portuguesa que hace milagros. Pues bien yo no soy
religioso ni creo en milagros. Creo que las cosas se consiguen con esfuerzo, pero si tenemos que pedirle una ayudita a la Virgen de Fátima se la pedimos como si tenemos que ponerle dos velas a san Parcacio, defensor de lo imposible. Quizás este exagerando. Quizás me este escudando en la bromas para hacer una metáfora de lo que necesito para que mi actitud cambie. Pero os digo que es un verdadero sufrimiento llevarte cinco o seis horas sin hablar con nadie, con una mirada de soslayo y con las ganas de relacionarte de forma sana.
Si estas en periodismo y te suena mi cara de algo ayudarme a ser mas sociable. Dice mi profesor de sociología que mientras más amistades tengas en la clase más posibilidades tienes de aprobar y yo en el último examen de economía “acerté” tres de quince, es decir falle doce.




2 comentarios:
Tu no eres nada de eso, eres una gran persona y tienes muchas virtudes que son en las que debes recrearte. Lo negativo, como su propio nombre indica, no sirve para nada. Sólo se construye con el esfuerzo, ninguna cosa está ahí porque sí. Todo ha sido pensado, elaborado y acabado por alguien que creía en sus posibilidades, como tú crees en las tuyas. Un abrazo, amigo.
Pedro, por lo pronto ya has dado el primer y gran paso de reconocer que tienes ese problema, lo siguiente es seguir a tu corazón....y por cierto has confundido a san Pancracio, patrón del trabajo con San Judas Tadeo, patrón de las causas imposibles. Animo compañero que todo se arregla.
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