lunes, 6 de abril de 2020

LA POSITIVIDAD UNA ALTERNATIVA NECESARIA FRENTE AL CORONAVIRUS


Desde que empezamos a oír hablar del ya mil veces repetido coronavirus, posteriormente bautizado como COVI-19, hemos ido pasando poco a poco de la perplejidad, a la preocupación, de la sorpresa al miedo. Esto de una forma u otra está minando nuestro estado de ánimo, nos hace sentir inseguros e indefensos. Hace un tiempo nuestro gran amigo José Cuadrado Morales realizó una profunda reflexión sobre las positividad y la conveniencia de ver, el lado bueno de las cosas. Desde aquí os animamos a seguir luchando para que esta situación no nos desborde, es dura, pero conseguiremos salir de ella. ¡ÁNIMO!
El otro día, escuchando en la radio un programa de entrevistas callejeras, una mujer contestó a la pregunta de cómo se planteaba la vida diciendo: “Vivo día a día y siempre con mentalidad positiva”. La positividad es un estado de la mente que le permite observar todos los acontecimientos de manera agradable, viendo siempre el lado bueno de las cosas. Aquello tan manido del vaso medio lleno o medio vacío. Es difícil mantener una actitud positiva porque normalmente nos comportamos como seres vencidos, dependientes del lado negativo de las cosas, con grandes y severas discapacidades para ser algo tan  sencillo y difícil como ser feliz. Pero es que ser feliz es muy difícil y cuesta mucho trabajo sentirse unido a la felicidad con todas las adversidades que nos atacan en la vida cotidiana. Esos obstáculos dificultan una concepción positiva de la vida. Dificulta todo lo que defendía en el siglo XIX el positivismo, que daba a la vida la posibilidad de una felicidad cierta y duradera. Pero de la teoría a la práctica existe una enorme dificultad. Ver el lado bueno de las cosas es algo que el positivismo defendía y que sigue manteniéndose vigente hoy en día.
El positivismo empieza con levantarse cada día. Con ese sencillo gesto ya estamos dando a la vida la dificultad de vivirla. Es muy tentador quedarse en la cama sin hacer nada, cosa que ocurre en los estados depresivos. Yo me he pasado muchos días en la cama en mis depresiones y sé muy bien de lo que estoy hablando. Por eso considero que levantarse por la mañana ya significa la realización de un acto positivo. En una terapia de grupo a la que asistí hace años una compañera de tertulia mental decía que la positividad era el empleo del tiempo desde que nos vestíamos hasta que nos desvestíamos. Entre ambos hechos tan sencillos transcurría un tiempo precioso para hacer todo lo que la vida nos deparase. Un tiempo para disfrutar, para trabajar, para vivir en una palabra. Pero existe poca paciencia para la positividad y es muy fácil dejarse llevar por el negativismo o la negatividad. Es fácil dejarse atrapar por el dolor y los acontecimientos dolorosos que transcurren a lo largo de un día.
La paciencia es pues el punto de partida de la positividad. Sin paciencia no se puede ser positivo. Yo reconozco que tengo poca paciencia debido a mi estrés y a mis problemas de ansiedad y a mi trastorno obseso compulsivo. Llevo años padeciendo estos problemas y eso hace que no predomine en mí la visión positiva de la vida. Tampoco me ha ido muy bien en la cuestión de las relaciones de pareja y eso me causa mucho daño, pero intento salir adelante y esto es ya una actitud positiva. Salir adelante es otra clave para la visión positiva de la existencia. No quedarse estancado, clavado en una cruz ficticia donde no se puede hacer otra cosa salvo lamentarse y tener una actitud victimista ante la vida, cosa que abunda más de lo que podamos imaginarnos. El victimismo tiene mucho que ver con el chantaje emocional y abunda muchísimo. Es fácil caer en esa actitud decadente y dejarnos llevar por la negatividad, por la visión negra de la vida como un monstruo al que hay que enfrentarse continuamente en lugar de aprender a disfrutarla.
 A muchas personas les afecta sobremanera el tema de la muerte y no dejan de pensar en ella. Es una forma de vivir para la muerte en lugar de vivir para la vida. Y hay que tener en cuenta lo que decía Juan Ramón Jiménez: Es la vida la que da sentido a la muerte y no la muerte la que da sentido a la vida. Si se piensa que es la muerte la que da sentido a la vida se cae en una negatividad tremenda. Si se piensa que es la vida la que da sentido a la muerte entonces se tiene otra clave fundamental para ver el lado positivo de la existencia. Vivimos para vivir, no para morir, aunque la muerte sea la consecuencia de la vida. Pero si se ha vivido se muere satisfecho, con la satisfacción del deber cumplido, con un sentido positivo de todo cuanto hacemos y la virtud de desarrollar todas nuestras capacidades y todos nuestros talentos para vivir.
 El ser positivo se enfrenta a la enfermedad con la razón de que es inevitable el vivirla porque es parte de la vida, desde un simple resfriado hasta una enfermedad gorda, por así llamarla. La enfermedad es difícil afrontarla, más cuando se vive solo como yo. Recientemente he vivido un catarro bastante fuerte y me he sentido muy solo. Sé que tengo que cuidarme mucho más y mirar más por mí. Ama al prójimo como a ti mismo. Pues eso: menos teoría y más práctica. La positividad implica también un sentido pragmático de la existencia: enfrentarse a la realidad, a todos los problemas que plantea y hacerlo con un espíritu vitalista, con ganas de vivir, con la seguridad de que podemos salir adelante y salir de todas las circunstancias adversas. Es otra de las claves de la positividad: la confianza y la seguridad en uno mismo. Yo tengo poca seguridad en mí mismo y eso me hace ser más negativo de la cuenta, pero no dejo de luchar, no me dejo atrapar por la apatía y la desgana de vivir. La confianza en uno mismo es básica para ser positivo. Podríamos recordar aquí las palabras de Albert Einstein: Si uno imagina con fuerza cualquier proyecto lo puede llevar a cabo.
Yo soy escritor y no dejo de escribir, no sólo estos artículos, sino mis libros de poemas. Ya voy por el decimoprimero y espero tener cuerda para muchos más. Hay que exprimir el cerebro, usarlo positivamente, emplearlo con las ganas suficientes de seguir siempre adelante mirando el horizonte como la línea que nos permite el avance y no el detenimiento. Está bien mirar el horizonte, pero no pensar que es una línea inalcanzable y que es imposible todo lo que nos planteemos. Al contrario: hay que seguir lo que dice Einstein y pensar que todos nuestros proyectos pueden cumplirse por difíciles que puedan resultar. Aquí entra otro elemento de la positividad: la fuerza de voluntad. Hay que sacar fuerzas de flaqueza si la voluntad no funciona debidamente para seguir siempre hacia delante. La voluntad es la fuerza bruta de la naturaleza, la energía que nos permite seguir vivos y con ánimo para estar siempre alerta luchando contra todas las adversidades que la vida nos pone por delante.

La positividad es la tarea diaria que tenemos encomendada por Dios también porque Él nos ordena que seamos felices, que nos amemos a nosotros mismos, que amemos al prójimo igualmente. El amor es una forma de positividad muy importante. Amar es ser intrínsecamente positivo. Amar es lanzarse a un mundo de magia donde todo puede ser posible mientras dure y aunque termine. Pero mientras que nos quiten  lo bailao. Ser positivo es ser amante de la vida y sus circunstancias. Ortega y Gasset decía lo de yo soy yo y mis circunstancias. Frente a esas circunstancias, si son negativas, debemos luchar con positividad y mirando siempre hacia ese horizonte del que hablaba más arriba y con la fe puesta en que lo alcanzaremos y no nos dejaremos atrapar por la red fantástica del pesimismo cotidiano.
Ser positivos es seguir el ejemplo de uno mismo. Uno tiene que ser el guía de su propia vida. Uno tiene el derecho sobre su propia existencia, uno tiene la libertad de escoger, el bendito libre albedrío. Éste nos lleva  a la positividad si sabemos ejercerlos adecuadamente, con serenidad, con necesidad, con poderío. La libertad es el último ingrediente para ser positivos. Debemos saber emplearla con la debida oportunidad, con las cualidades que se precisan para ello. Sin dejarnos vencer, sin dejarnos atrapar por el pesimismo y teniendo siempre en cuenta que disponemos de un tiempo finito para vivir y que no debemos desperdiciarlo. El tiempo debemos convertirlo en nuestro aliado, en nuestro amigo, en nuestro visceral compañero de viaje para no sentir nunca que lo hemos  desperdiciado.
Ésta es la suma de factores que son precisos para la positividad. Es lo que se puede meter en los estrechos márgenes de un artículo. Espero que haya quedado claro y seamos a partir de hoy un poco más positivos. Todos. Sin excepción. Empezando por quien esto escribe. Ánimo y adelante. Que el tiempo no se acaba tan fácil aunque se pueda acabar en cualquier momento.
José Cuadrado Morales.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha en su sintomatología que a otros y afectando áreas de recuperación de forma negativa, les va a ayudar a empoderarse y a adaptarse a las nuevas circunstancias buscando alternativas que le ayuden a superar estos momentos y que verán que todos tendremos las mismas oportunidades de salir .parecido un brillante artículo, hablar de positivismo con una problemática actual dónde las personas con problemas de salud mental o alguna discapacidad les va a afectar de manera más incisiva

Anónimo dijo...

En la opinión anterior se ha cambiado las palabras al enviar, por lo que corrijo.
Me ha parecido un brillante artículo, hablar de positivismo con una problemática actual como es el coronavirus, dónde las personas con problemas de salud mental o alguna discapacidad, les va a afectar de manera más incisiva que a otros y afectando áreas de recuperación de forma negativa, les va a ayudar a empoderarse y a adaptarse a las nuevas circunstancias buscando alternativas que le ayuden a superar estos momentos y que verán que todos tendremos las mismas oportunidades de salir.

yo mismo dijo...

hola muy buen articulo, hay que ser positivo,aceptarse con lo que tenemos, intentar mejorar en todo lo posible, buscar formulas para que nosotros podamos recuperar alguna funcion correcta y si no se puede NO DARSE POR VENCIDO SINO VER QUE SE HIZO Y CORREGIR LO QUE SE PUEDA MEJORAR UN SALUDO A TOD@S DE ANTONIO