Yo
sólo he tenido una novia y he padecido unos celos patológicos, no se en que
medida fundados. La situación se dio poco antes de terminar los estudios y de
irme a hacer el servicio militar, sobre
el año
91. Mi
novia era bastante bella, lo que se puede llamar un bombóm, guapísima, como yo
le decía a ella la mujer más guapa del mundo. Ella me contestaba que eso no
estaba mal. No había otra que me gustara más. Aparte de lo físico, era bastante
simpática y alegre, trabajadora y no bebía ni una sola gota de alcohol ni
fumaba. Estaba completamente enamorado de ella y había una relación de
dependencia entre los dos grande, nos queríamos mucho salvando algunas
diferencias que se pueden dar en cualquier pareja aunque perfecta empezó siendo
la relación.
La cuestión de los celos comenzó cuando empezó a trabajar en un
establecimiento de apertura 24 horas llamado S.O.S. que se encontraba en Los
Remedios y trabajaba de noche; antes ya lo había hecho en un pub de Triana de
una amiga de su padre pero entonces no hubo problemas( me pasaba muchos días
sentado un rato en una esquina de la barra mientras trabajaba para hacerle
compañía).
Empezó trabajando en el polígono de San Pablo, en una consulta de
Certificados Médicos. En cada trabajo mientras yo terminaba los estudios
procuraba acompañarla los ratos que podía. También fue canguro en Nervión
mientras le salía algo mejor. Al mismo tiempo quería terminar el bachillerato(último
curso) y estuvo en el nocturno del
Martinez Montañés la temporada que trabajó de día. No le gustaba que fumara y
yo estuve seis meses sin fumar por cumplir una promesa que le hice a ella si se
presentaba a un examen de inglés.
En los Remedios, de turno de noche siempre,
trabajaba junto a un vigilante jurado mas o menos apuesto, yo diría que apuesto
y joven, que tenía un Renault 5 turbo con cristales opacos y completamente
oscuros, de los que no dejan ver a los que van dentro. Trabajaban los dos de
noche. Eran compañeros de trabajo. Ella me contaba que el vigilante, su amigo,
tenía novia, pero que decía que realmente no la quería, debía ser una cuestión
de otro tipo me dije yo.
El hecho de que se hiciese amigo de una persona que
tuviese novia por el motivo que sea que no fuese por amor y a la que no
quisiese no me gustó mucho y me empezó a molestar. No comprendía a su amigo ni
creo que lo comprenda nunca. Se tenían cariño del tiempo que estaban juntos
creo, como compañeros de trabajo. Después de aquello de su coche turbo y
preparado así con cristales oscuros y opacos para que nadie viese quien iba
dentro me pareció sospechoso. Empecé a pensar mal, en una posible infidelidad.
No por ello impedí nada de que se fotografiasen juntos en el trabajo, eran
compañeros, el vestido de vigilante y ella normal, como iban muchas cajeras
antes, ella no llevaba uniforme. La cuestión es que cuando estaba yo con ellos
en el trabajo no se producían los celos, aunque no hablaba mucho con el
vigilante. Los celos aparecían después cuando me quedaba solo en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario