jueves, 30 de mayo de 2019

EL WHATSAPP

Decía Marshall McLuhan que los medios de comunicación no se sustituyen sino que se acumulan. No se matan los unos a los otros. Continuamente están surgiendo nuevas formas de comunicación. Una de las que más aceptación ha tenido es el whatsApp, una forma muy sencilla y cómoda de comunicación que pone en contacto a las personas y permiten el envío de mensajes de una forma muy rápida.
Decía una amiga que hablaba ahora más con su hijo a través de los whatsApps que cuando estaba en su casa conviviendo con ella. Hemos llegado aquí a un punto de exageración, pero en ningún caso los whatsApps fomentan la deshumanización de las relaciones humanas, sino que las enriquece. Aunque mi amiga se relacione más con su hijo ahora a través de ellos que cuando estaban conviviendo juntos. Es la vida, que avanza y se van transformando las formas de relacionarse las personas.
Yo por ejemplo me relaciono mucho con mi hijo ahora por medio de los whatsApps. Estamos en permanente contacto. Es muy bonito y muy emocionante recibir por las mañanas unos buenos días cariñosos de mi hijo que me dan mucha alegría. Demuestra que mi hijo se acuerda de mí. Igual pasa por las noches, cuando nos damos las buenas noches y así estamos todo el día en contacto. Evidentemente yo le contesto a todos los whatsApps y la comunicación es fluida y casi mágica. Estamos tan tranquilos y de repente suena el pitido de que nos llega uno. Y es muy hermoso. Salvando las distancias es como la comunicación por chats en internet. Yo nunca lo he practicado porque no tengo ordenador, pero sí tengo móvil que me permite whatssear.
Y es una forma de comunicación muy sencilla con amigos que están lejos. Yo whatsseo por ejemplo con una amiga que vive en Méjico, pero que es cubana. Mantenemos una relación fluida que nos permite compartir nuestros poemas, nuestros libros, nuestros proyectos, todo. Es muy fácil y rápido. Es muy raro que un whatsApp sea lento. La velocidad es muy importante. La inmediatez. Escribir whatsApps es como escribir pequeñas cartas. Y más en mi caso como dice mi hijo porque siempre me están indicando que escribo unos whatsApps excesivamente largos. Debe de ser un vicio de escritor.
Los whatsApps me permiten enviar noticias inmediatas, como si fuera una llamada de teléfono pero más rápida. Cuando tenemos necesidad de dar un pésame, una felicitación de cumpleaños o de santo y muchas cosas por el estilo recurrimos a ellos que es una forma rápida de cumplir, de estar a bien con amigos y familiares. El whatsApp une a las personas, no las distancia. Hay cosas más frías evidentemente, pero el whatsApp yo diría que es un medio de comunicación cálido que nos permite una relación continua y constante, saber de inmediato muchas cosas que tardarían mucho en llegar por carta e incluso por teléfono.
Los whatsApps tienen además el encanto de los emoticonos, pequeños simbolitos que añaden alegría a los textos. Los hay de muchos tipos. Yo siempro acompaño mis whatsApps con algún emoticono. Yo digo: Hoy en el móvil es el día de lo que toque ese día. Por ejemplo hoy es el día de la introspección y pongo dos manos unidas en señal de introspección, de profundo recogimiento para reflexionar sobre uno mismo. Los hay que se unen al juego y me contestan con el emoticono del día y otros pasan del tema. Como yo digo siempre, el tema es libre. Quien quiera unirse al juego que lo haga. Quien no, la cuestión es completamente libre.

A veces los whatsApps son sólo emoticonos. Una cara sonriente puede ser síntoma simplemente de alegría, de expresar una buena actitud hacia otra persona, o hacia algún acontecimiento que haya ocurrido. Es muy bonito. Yo antes no sabía nada, pero empezó a enseñarme mi hermana pequeña y después quien ha sido mi maestro fundamentalmente es mi hijo, que me ha enseñado un montón de posibilidades.
Los chats crean a veces grupos de usuarios que se comunican colectivamente y es muy bonito porque se crean grupos de amigos que se relacionan conjuntamente, se dan información a la vez en un solo instante. Es muy bonito. Yo participo en un chat colectivo que se llama The Minds, traducido como Los Mentales. De momento somos cuatro personas. Estamos siempre en contacto, nos damos siempre las buenas noches y los buenos días, nos felicitamos, quedamos para vernos a través del chat y un largo etcétera de cosas.
Yo soy un poco reacio al uso de ordenadores y de hecho sigo sin ordenador en el mundo de la informática. Pero soy un ardiente defensor de los whatsApps que me permiten esta cálida cercanía, esta fluidez de amistad, esta humana forma de estar en contacto y tener una cercanía profunda entre las personas.

Con los whatsApps también se pueden enviar poemas y otros textos literarios. Es muy bonito porque así comparto mis trabajos literarios con los amigos. Es una carta rápida insisto como yo digo. Escribo algo y lo mando de inmediato, haciendo más humana la creación literaria. Es muy bonito porque la inmediatez hace que la comunicación enriquezca las relaciones humanas.
Los whatsApps si no se quiere no se borran y se pueden releer todas las veces que se quiera sin ningún problema. Es algo muy bien que es fenomenal. Es como una vieja carta aparcada en un rincón a la que se recurre de vez en cuando para recordar algo que en su momento nos llegó, nos caló profundamente en el alma.
Los whatsApps sólo tienen ventajas. No les encuentro en ningún momento inconvenientes. A veces hay personas que descuidan la ortografía y envían whatsApps con muchas faltas. Esto no me gusta como persona y como escritor que soy. Yo he aprendido a utilizar bien mi móvil para no cometer faltas de ortografía. Las posibilidades de los whatsApps son ilimitadas.
Desde aquí defiendo el uso de los whatsApps, usar este instrumento de comunicación que acerca maravillosa y sencillamente a las personas. Salud y suerte.


José Cuadrado Morales

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