viernes, 3 de febrero de 2012

VISITA A LA TORRE Y PABELLON DE LA NAVEGACION

Ayer jueves fuimos a visitarlos, están aquí en Sevilla junto al Guadalquivir, la estación de autobuses se encuentra al otro lado del rio, allí cojo el autobús todos los días para llegar a mi pueblo. Yo muchas veces me había fijado en esa torre por el hecho de ser alta y con una forma única, yo le puse un nombre, le puse LA PLANCHA porque su forma era igual que el pico de una plancha, pensé que su forma fue creada por el arquitecto sin ningún motivo, pero en realidad si fue hecha inspirándose en algo, como se iba a tratar del pabellón y torre de la navegación, la forma que yo decía que se parecía a una plancha en realidad era la proa de un barco, o sea su forma delantera. Primero entramos dentro y llegamos a la parte central de la torre y miramos hacia arriba y nos mareamos un poco al ver todas las plantas que había hacia arriba, en forma de plancha, se subía hacia arriba dando vueltas redondeando esa plancha era como subir la giralda en forma de rampa, no eran escaleras pero estas a diferencia de las de la giralda eran tablas puestas una encima de otra. Con solo verlo supimos que cuando llegáramos arriba íbamos a estar muy fatigados, pero no nos hizo falta porque un hombre nos invito a subir en un ascensor para luego bajar a pie por la rampa, subiendo nos encontramos un grupo de niñas que nos saludaban con la mano y no paraban de reír. Una vez arriba pudimos ver el rio y daba un poco de miedo y vértigo, recordé que hay gente que saltan de esa altura en trampolín, madre mía “que pechugaso”, yo no seria capaz de hacerlo. Pensé que si caes mal te podrías hacer mucho mucho daño, ya que desde esa altura el agua se podría parecer a una pared muy dura si caes en horizontal. Después de mirar hacia abajo alzamos la mirada y nos sorprendimos al poder ver toda Sevilla, vimos la giralda y el puente del Alamillo, vi un helicóptero aterrizado en un patio hecho para ellos. Se podía ver todo, incluso un pueblo que dijeron se trataba del de Valencina. De pronto me entro un pelín de miedo cuando imaginé que esa torre donde estábamos subidos se podría torcer y caer al rio con muy mala suerte, pero se fue tan pronto como vino, hay que tener mala suerte para que ocurriera eso, no ha ocurrido nunca y ahora si. Cuando salimos fuera le dije a un compañero como habían hecho esa torre dentro del rio y poder hacer los cimientos dentro del agua como ocurre con las plantas petrolíferas que hay en medio de los océanos, después de visitar la torre le dije a un compañero que en vez de subir en ascensor teníamos que haberlo hecho andando para así hartarnos de reír al vernos tan cansados, bajamos y entramos en el pabellón pero eso es otra historia.

David García.

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