jueves, 2 de febrero de 2012

EL MIEDO

Nadie está exento de los miedos, solo cuando estos nos afectan en gran medida a la salud es que se han trasformado en patológicos.
Los miedos son más propios de la niñez, que de edades mas avanzadas, aunque se pueden pasar a cualquier edad.
Las fobias se vencen, por lo menos en mi caso, poco a poco, y con ayuda de especialistas cuando estas son patológicas.
Los compañeros de salud mental hablamos de vez en cuando de estas fobias, que padecemos muchos. Uno de los miedos es la fobia social: a veces tememos a los demás, a los grupos de gentes. Así, hay personas que le tienen miedo a coger el autobús y sin embargo no le temen a conducir su propio coche. Esto me ha ocurrido a mi hace ya algunos años. Y al revés también se da. Es un temor irracional, sin que medie explicación lógica de lo que te está ocurriendo. Se tiene miedo a que te puedan hacer daño físico o moral, a morir no se sabe porqué, etc. Se le tiene miedo también por ejemplo a los lugares cerrados y pequeños, es la conocida claustrofobia, aunque también a los cerrados y amplios. Yo la he padecido. Creo que si el miedo es patológico se producen efectos físicos en el organismo, como mareos, angustia o ansiedad. El último miedo que he padecido ha sido el de ir a mi pueblo, que he vencido el pasado fin de semana, yendo a visitar a mi madre. Estos miedos, en mi caso, se vencen poco a poco, aunque pueden permanecer por mucho tiempo.

Jesús

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