ECO Y VOZ EN TÍ

Abrazados a una única memoria
seremos estelas aunadas.
Que el desencanto no nos mate
y ninguna enfermedad se instale en nosotros.
Que no venga la destrucción.
Y si viene…
Me contemplo en otro espejo más.
Estoy en mí como parte
y sueño con la posibilidad de ser yo entero.
Que nunca se borre mi rostro.
Que nunca venga la sacudida terrible que nos asesine.
Y si viene…
No pensaré que muero. Sentiré que vivo.
Erguido, robusto y ágil.
El aire está cargado de ti. Te oigo y huelo.
Mas intuición aún que en la víspera de tu conocimiento.
Eres puente abierto en la boca, gran pozo de cremas limpísimas,
mar de espumas etéreas que me enseñan a sentir.

José Cuadrado Morales.