lunes, 24 de junio de 2024

LA CONDENADA II

    Rafael vivía en un pueblo cerca dela capital, era conocido por ser un hombre justo, sin pelos en la lengua, que estaba casado con la mujer mas guapa y deseada de toda la comarca. Un día un grupo de borrachines vieron a Carmen, su mujer, volviendo a su casa de la huerta por un camino solitario y muy poblado de olivos. Se acercaron a ella y comenzaron a bromear, “que si eres muy guapa, que si tu marido no te merece, que si dame un besito”. Aquella situación empezó a poner nerviosa a la mujer, sobre todo cuando uno de ellos, agarrándola de un brazo, comenzó a tocarle los pechos. Ella desesperada consiguió soltarse y salió corriendo hacia un campo cercano donde Rafael estaba podando naranjos. Solo uno de los indeseables, el que la había tocado, fue tras ella con la intención de tomarla a la fuerza. Los gritos de la mujer llegaron a oídos de su marido, que sin pensárselo dos veces echó a correr en su busca. Cuando llegó, el desalmado, estaba sobre ella sujetándole las manos e intentando desnudarla. No se lo pensó ni un segundo, cogió las tijeras de podar y se las clavó sin contemplaciones en una pierna. Levantó a su mujer, y dejó tirado, como lo que era, a aquel animal.

Resulto que el agresor de Carmen era hijo del mayor terrateniente de la zona y al llegar a su casa, herido, le dijo a su padre que Rafael le había intentado robar y que como no le había querido dar el dinero le clavo las tijeras de podar. Avisaron al alcalde del pueblo y al alguacil y entre todos decidieron que había que darle un castigo ejemplar a ese sinverguenza de Rafael . Al día siguiente fue detenido, juzgado y condenado a muerte.

Llego el día que el telégrafo informó que en Sevilla ya habían puesto fecha para el día de su ejecución.

Rafael se entero al mismo tiempo del día de su muerte y de que su mujer estaba embarazada de su primer hijo.

Esta nueva circunstancia le hizo agarrarse con furia a la última esperanza de todos los desgraciados y pidió el indulto. ¿ No lo alcanzaban otros?, se decía, ¿Porqué no él?.


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Notas: Reflexión sobre hechos violentos: actualmente en España solo se puede matar a una persona por motivos involuntarios o inconscientes que estén debidamente demostrados, es decir, por enajenación mental con las repercusiones que eso tiene en la persona de por vida, incluso si demuestra lo que se dice, y siempre y cuando haya inmediato arrepentimiento. No existe la defensa propia. Sólo está justificado el uso de las armas en caso de Guerra si se es Militar o de Peligro inminente si se es policía, y esto todavía está y estará mal visto si no sed hace nada con la justificación adecuada, como debe de ser.

Siempre hay que tener en cuenta en casos de violencia en cualquier orden el Auxilio de Socorro, del que no debe olvidarse nadie, si se lo permite su Salud. Está penado por la justicia no auxiliar a la persona herida si ya no puede ser peligrosa por como se encuentra, y es algo que debería además tenerse en cuenta, como digo.


Jesús Manuel Ocaña Hernández.

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