lunes, 11 de junio de 2018

CAMBIAR A LAS PERSONAS

        Pienso que una de las cosas más difíciles que hay es cambiar a las personas y cuando se intenta debe ser porque se tenga la mayor seguridad de que ese cambio es lo mejor para esa persona. Un cambio de este tipo solo se puede hacer por uno mismo si el que lo lleva a cabo es un profesional de la psicología, de lo contrario si se puede tienen que intervenir muchas personas, todo su entorno si es preciso. Yo viví un caso de un alumno de 3º de ESO que entregaba los exámenes en blanco y que no quería estudiar bajo ningún concepto. Me decía la Jefa de Estudios: ¿y Miguel, con lo inteligente que es, cuando se va a poner a estudiar, que se le va el tiempo y no reacciona?. Estaba con sus amigas que llevaban curso atrasado, siempre entre ellas y reactivo a la vida porque su madre había muerto joven en accidente de trafico. Aparte su padre estaba separado previamente de ellos y reaccionaba contra él, al que no veía. Culpaba a todo el pueblo de lo que le había ocurrido a su madre. Los muchachos que ya estaban trabajando después de haber dejado el instituto le daban de lado. Yo hablaba con él de vez en cuando y le comenté lo que estaba leyendo. Un libro de Herman Hesse que se titula El Lobo Estepario. Me pidió incluso la edición que pudo conseguir porque el libro estaba en la librería de su pueblo. Recuerdo que fue carnaval y me disfracé de Darth Vader, al cual añadí en el casco un símbolo de la revolución francesa, el sombrero con la divisa revolucionaria francesa que yo quería que fuese de Napoleón. Las amigas le indicaron que se fijara y me sacaron fotos.
Fui el único profesor que se disfrazó esa vez por carnaval. No se como pude intervenir o si esto le influyó pero en la 3ª evaluación reaccionó. Presentó su examen y sacó un notable alto: ¡se lo sabía prácticamente todo y hasta entonces entregaba los exámenes en blanco!. En el examen se notaba la capacidad que tenía para las matemáticas que no era poca. Poco después yo me tuve que dar de baja a los 7 meses de estar dando clase. Me sustituyeron. Pasaron dos meses y creo recordar que no aprobó, lo que comprobé al mirar las notas al incorporarme a final de curso. Quizás se diera cuenta ya tarde. Y es que a pesar de reaccionar las circunstancias pueden a veces con lo que se va ganando. Me digo que a veces estamos como “a merced del viento”.

Jesús

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo pienso que a las personas no se les puede cambiar. Ni aunque sea un squiatra ellos lo unico que hacen es orientarte con los problemas que le plantearnos.y despues nosotros elegimos lo que nos conbiene