viernes, 23 de junio de 2017

MI VIDA

Mi nombre es Manolo y estoy diagnosticado de trastorno esquizotípico de la personalidad.
Yo provengo de una familia numerosa de cuatro hermanos incluyéndome a mí. El mayor es médico de familia, después nacimos los mellizos, mi hermana Maria José, que es profesora y yo, por último mi hermana pequeña Mariló, que actualmente está estudiando.
En cuanto a mí, no era buen estudiante en el colegio, de hecho, saque la E.G.B. con algún que otro suspenso. Después y sin tener claro cual sería mi profesión, decidí por ultimo realizar un grado de formación profesional en electrónica, realizándolo en cinco años, no sin mucho esfuerzo. Después vino el servicio militar durante nueve meses.
Posteriormente, encontré trabajo durante la Exposición Universal del 92’, como técnico de sonido, tanto en los pabellones estatales y autonómicos,como de megafonía en todo el recinto. Aquello duro nueve meses. Más tarde, estuve trabajando para una empresa de topografía, pero el jefe de la empresa había invertido en otros planes, y quede como mozo de almacén. Allí tuve problemas con los empleados y el dueño de la empresa, y entonces decidí pedir el finiquito y dedicar un año de mi vida a sacar las oposiciones al ayuntamiento de Sevilla. Después de tres intentos, por fin saque plaza.

Todo parecía ir sobre ruedas, tanto a nivel personal, como profesional. Sin darme cuenta, y en menos de un año llego mi boda, con la mujer que creía que era la de mi vida. Preparativos, localización de convite, viaje de novios, etc.
Aquello duro dos años, nos separamos y divorciamos sin tener descendientes, quizás fue mejor así. Quizás por aquel entonces, no estuve preparado o no me llego el sentimiento de ser padre.
Después la vida me tenía preparada una gran sorpresa. A raíz de la separación y el divorcio, mi vida cambió radicalmente. Me aislé, perdí el contacto con los compañeros de trabajo, amigos, etc. Perdí mi puesto de trabajo, me diagnosticaron la enfermedad y mi vida se fue derrumbando por completo. Intente hacer cosas nuevas para mí, como conocer a otras mujeres, viajar, pero no duro mucho, me aislé. Empecé una relación con una mujer, pero algo en mi interior me decía que no estaba preparado como para llevar una relación seria. Quizás, todos buscamos algo en esta vida con la que llenar nuestro vacío interior, y a mi ese vacío se me hacia inmenso. Por aquella época ya estaba en tratamiento psiquiátrico, y a medida que fueron pasando los años más aislado me encontraba, sin contacto alguno con mi vida pasada. Todo cambio radicalmente.
Mi psiquiatra me recomendó este centro, según ella cree que tengo muchas posibilidades para salir adelante. Llevo dos meses en la U.R.A., pero mi aislamiento me impide relacionarme de una manera sana, sin prejuicio ni juicios de valor.
Ahora mi vida pasa anodinamente, sin pena ni gloria. Puede que sea mi negatividad hacia la vida o le futuro el que vea la cosa bastante negra, pero dicen que la esperanza es lo último que se pierda. Y en esa estamos, cada día trae consigo cosas nuevas, nuevos proyectos, nuevas metas que superar, pero para mí, es como un suplicio, un desconcertante futuro en el que no veo ni la mas mínima gota de esperanza ni ilusión alguna.
Solo me queda mi familia, mi madre, mis hermanos. Sin ellos seria muy duro seguir adelante. Y ahora, me queda un futuro incierto de no saber lo que la vida me tiene preparado.
Toda mi vida he intentado hacer lo correcto dentro de un orden establecido, con una escala de valores y moralmente dentro de la normalidad. Pero es duro luchar con aquellos que desconoces y que es la mente humana.
Os deseo a todos lo mejor a cada uno !!!.

Manolo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En esta vida no podemos quedarnos parados pensando en lo mal que nos va, deberíamos luchar por cambiar nuestra situación. Yo siempre pienso lo mismo si he tocado fondo ya no puedo caer más bajo, ya sólo me queda subir y mejorar. Ánimo compañero que no decaiga.