camino de vuelta a casa.
Por el camino se esconde
Atenta la madrugada.
Veo sombras de penumbra,
sombras que veo bailan,
me persiguen danzando,
turbando la luz del alma.
Siento el golpe del viento
roza que roza mi piel,
apresarme intenta,
Mas nada puede coger.
Sabor de un humor en mi boca,
agria y amarga hiel,
es extraña a mi cuerpo,
de mi no debe proceder.
Huelo una nube densa,
ácida de fermento y kher,
es el olor de la muerte,
muerte que brinda con él.
Huelo y siento y saboreo,
oigo y veo, soy espectro:
Frente a mí una botella,
cerca en la carretera,
a mi lado un muerto,
muerto que mi faz lleva.
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