LA HISTORIA DE UN GRAN HOMBRE (Segunda parte)

Después se hizo camionero, transportando madera, arena, harina, lo que hiciera falta. Se casó  un poco tarde, tuvo dos hijos (varón  y  hembra). En los años 60, lo  colocaron  como una especie de sereno, o autoridad nocturna no armada, así que  cuando se produjo el terremoto en los años 60, fue él el que  primero en dar la alarma,  tocando las campanas de la iglesia; al momento se vieron personas con pijamas , enaguas , batines , semidesnudas……

Después lo  designaron  como conductor del camión de la basura, toda una novedad, ya que antes  la basura iba a un carro tirado por mulas. Para conducir  el  camión, se levantaba a eso de las 4 de la mañana , iba a tomar café, a lo que llamaban EL PUESTO DEL AGUA, un sitio abierto todo el día , para que los que iban  a  Sevilla a trabajar en BICI, pasaran  por  allí, para entonarse  con coñac, anís seco o dulce,  o café; y le decían del agua  porque  después  de las  faenas del  campo, antes del  cuartillo de vino ,bebían el agua para saciar la sed. Yo me acuerdo que algunas veces , cuando el camión tenía  que  descargar  la basura  en el “vacie”, el camión solía atascarse , por lo que hacía falta un tractor para  desatascarlo; al hilo de esto,  también había  niños pequeños, descalzos, que esperaban la descarga  para ver si había algo  de valor o comestible.       

El día más feliz  para los basureros  era el “día de los aguinaldos”, en Navidad, dinero que  aliviaba cuando no había mucha solvencia.

Después del camión de la basura lo hicieron “ujier”  “portero”  u “Ordenanza”. Tenía un gran tirón  entre los niño; (  Por ejemplo,  un maestro le daba una carta de amonestación regañando a un alumno , este  hombre  les decía:  -“Si me prometes que te vas a comportar bien, rompo la carta  y le digo al maestro  que  se la he entregado a tus padres”, cosa que surtía más efecto que  la riña de los mismos. En el colegio, hizo  una gran jaula con pájaros de distinta clase. También plantó un  ficus, que llegó a convertirse en un gran árbol, y por hacer hizo hasta una pista de tenis, midiendo las líneas según  un plano que le dieron.

Ya, cuando se jubiló, los maestros, le dieron un homenaje, el cual consistió en un buen reloj y una comida tras la cual  yo estaba deseando irme, pues a las seis y media de la tarde toreaba Curro y Espartaco en la Maestranza, en una corrida  televisada, conmemorando la inminente inauguración de la   EXPO- 92 . Yo no me acuerdo qué fue lo que pasó, sólo sé  que la  corrida no se celebró, así que mi gozo en un pozo.

 Por cierto, este hombre me  dijo un día: - “Niño, yo nunca he tenido un amigo de verdad, casi nadie tiene un amigo cuando lo necesitas, sólo cuando él te necesita”. CONTINUARÁ...

Diego de la Algaba.