Cuando estaba en el colegio sentía miedo a los profesores y a los
alumnos, también sentía miedo cuando iba a la calle del infierno en la feria cuando me montaba en los cacharritos.
Tengo miedo a mi enfermedad, a veces siento miedo a mi soledad y cuando estoy solo en una habitación también siento miedo. Cuando leo un libro, cuando cojo el autobús, también siento miedo. En mi habitación siento miedo, cuando me ponen las inyecciones y cuando me sacan sangre siento miedo, cuando oigo siento miedo, cuando me acuesto en la cama a dormir siento miedo.
Cuando me monto en el ascensor y cuando subo por las escaleras de mi piso. Siento miedo cuando me levanto por las mañanas de la cama, siento miedo a las entrevistas y al médico, a veces siento miedo cuando ando por las calles. Siento miedo cuando alzo la vista al cielo, siento miedo.
Miguel Rubio.
3 comentarios:
El mejor antídoto contra el miedo es el humor. Así se le quita gravedad al asunto y se puede sobrellevar esta vida que nos ha tocado vivir. Yo a veces me río hasta de mis problemas. Y a veces incluso de mí mismo.
Ojalá y ese miedo vaya haciéndose más pequeño cada día. Otro antídoto que te recomendamos desde el taller del blog es que le plantes cara y le dejes bien claro que tú vales mucho más que él. Un abrazo desde Tenerife.
Tan solo decirte que te doy todo los animos del mundo y que ojala se que te quite este miedo que te tiene atemorizado animo campeón.
Publicar un comentario