C
omo todos los años este 2012 no iba a ser diferente. Cenamos en familia o con los amigos para recibir el Año nuevo, en un ambiente jovial y distendido, comiendo exquisitas carnes, pescados y mariscos. Nos vestimos con nuestros mejores trajes de fiesta para prepararnos para los cotillones, donde beberemos champán y nos rociaremos con espumillón. Bailaremos hasta agotarnos y disfrutaremos de la noche hasta el final pero…la fiesta tiene un momento de reflexión.
Con la entrada de año nuevo nos hemos
cargado de nuevos y emocionantes propósitos con el fin de mejorar nuestros hábitos de vida. No estamos conforme del todo con lo que hacemos y creemos que podemos mejorar para conseguir ser más buenos como personas, como profesionales, etc., etc. etc.…
Son clásicos del Año Nuevo el dejar de fumar, el perder peso y la consecuente dieta, apuntarse al gimnasio y hacer deporte y el aprender inglés. Clásicos que nos acompañan todos los años y que uno tras otro nos acompañan en nuestros proyectos, pero que nadie cumple..
Los primero días del año estos propósitos nos comprometen con nuestros iguales pero conforme van pasando los días se diluyen en nuestra rutina y van quedando en el olvido dejando nuestras intenciones en eso, en intenciones.
omo todos los años este 2012 no iba a ser diferente. Cenamos en familia o con los amigos para recibir el Año nuevo, en un ambiente jovial y distendido, comiendo exquisitas carnes, pescados y mariscos. Nos vestimos con nuestros mejores trajes de fiesta para prepararnos para los cotillones, donde beberemos champán y nos rociaremos con espumillón. Bailaremos hasta agotarnos y disfrutaremos de la noche hasta el final pero…la fiesta tiene un momento de reflexión.Con la entrada de año nuevo nos hemos
cargado de nuevos y emocionantes propósitos con el fin de mejorar nuestros hábitos de vida. No estamos conforme del todo con lo que hacemos y creemos que podemos mejorar para conseguir ser más buenos como personas, como profesionales, etc., etc. etc.…Son clásicos del Año Nuevo el dejar de fumar, el perder peso y la consecuente dieta, apuntarse al gimnasio y hacer deporte y el aprender inglés. Clásicos que nos acompañan todos los años y que uno tras otro nos acompañan en nuestros proyectos, pero que nadie cumple..
Los primero días del año estos propósitos nos comprometen con nuestros iguales pero conforme van pasando los días se diluyen en nuestra rutina y van quedando en el olvido dejando nuestras intenciones en eso, en intenciones.
Pedro Sanchez Morilla
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