miércoles, 26 de enero de 2022

Resúmenes de literatura medieval poema del Mio Cid- Destierro de Castilla

 

Aunque de grado lo harían a convidarlo no osaban.

El Rey don Alfonso saben ¡ le tenía tan gran saña.

Antes que fuese la noche en Burgos entró su carta,

con orden de que al cid nadie le diese posada,

y aquel que a tal se atreviese, supiese por su palabra,

que perdería lo suyo y aun los ojos de la cara,

y además de cuanto digo, con la muerte amenazaba.

Gran dolor el que sentían aquellas gentes cristianas,

y escondiéndose así del cid, sin osar decirle nada.

Viéndolo el campeador se dirigió a su posada,

y en cuanto llegó a la puerta se la encontró bien cerrada,

mandatos del Rey Alfonso pusieron miedo en la casa,

y si la puerta no rompe no se la abrirán por nada.

Allí las gentes del cid con voces muy altas llaman.

Los de dentro, que las oyen, no respondían palabra.

Aguijó el cid su caballo y a la puerta se llegaba,

del estribo sacó el pie y con fuerte golpe llama.

No se abre la puerta,no, pues estaba bien cerrada,

una niña de nueve años a sus ojos se paraba,

_ ¡campeador, que en buen hora os ciñeron vuestra espada’

esto el rey nos lo prohíbe,ayer de él llegó su carta,

en gran sigilo y fuertemente sellada .

No podemos atrevemos a que entréis en la posada.

Si no es así perderemos todo lo que hay en la casa,

y ademas de lo que digo,los ojos de nuestras caras,

ya veis cid, que en nuestro mal no habéis ,

de ganar nada.

Dejadnos y dios os valga con toda su gracia santa.

Esto la niña dijo y se entró para la casa.

( Resumen)

El rey, no quiere que le faciliten un lugar de descanso y comida, con amenazas graves para el iletrado pueblo, que lo amaba , una niña osa hablar con el desterrado, al cruzarse en su camino, le cuenta todas las nuevas y pide a dios por él, volviéndose de nuevo a su casa, sin poner peligro en ella, ha cumplido; su familia no peligra.



Poema del Mio Cid- La valentía del Cid



En Valencia con los suyos vivía el campeador;

con él estaban sus yernos los infantes de Carrión,

Un día que el cid dormía en su escaño, sin temor,

un mal sobresaltó entonces, sabed les aconteció:

Escapóse de una jaula, saliendo afuera, un león.

Los que estaban en la corte sintieron un gran temor;

recogiéndose sus mantos los del buen campeador,

y rodean el escaño en guarda de su señor:

Allí Fernando González, un infante de carrión,

ni en las salas ni en la torre ningún refugio encontró;

metiose bajo el escaño , tan grande fue su pavor.

Diego González, el otro, por la puerta se salió

diciendo con grandes gritos:¡Ay, que no veré carrión’

Tras la viga de un lagar metióse con gran temor;

todo el manto y el brial sucio de allí los sacó.

En esto que se despierta el que en buen hora nacío;

de sus mejores guerreros cercado el escaño vio:

¿Qué pasa aquí, mis esnadas?¿ Que queréis? ¿Qué aconteció?

Es que, mi señor honrado, un susto nos dio el león.

Con ademán mesurado, en pie el Cid se levantó.

El manto se pone al cuello y encaminóse al león.

La fiera, cuando vio al Cid, al punto se avergonzó;

allí bajo ja cabeza, y ante él su faz humilló.


Nuestro Cid Rodrigo Díaz por el cuello lo tomó;

y lo lleva de la mano, y en la jaula lo metió.

Por sus dos yernos Rodrigo preguntó y no los halló;

y cuando los encontraron los hallaron sin color.

No viéseis allí qué burlas hubo en aquella ocasión.

Sintiéronse avergonzados los Infantes de Carrión.


Resumen propio de “ La valentía del cid“

En la ciudad estaba el cid y compañeros y soldados, cuando un incidente surgió en lugar no apartado. El Rey de la selva con sus zarpas y sus fauces, se escapo de la jaula dando difícil trance;

que animal que peligro hacen todos corrillo, alrededor de su líder ,la leyenda dice bien , que acercándose nuestro benefactor, el león parecía un gato, no lo creían tanto, los infantes de carrión ,

que estaban asustados un rato ; cabeza gacha del león y compañía del cid a este, lo vuelve a su jaula 

 dando paz a su gente








dando paz a su gente.

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