jueves, 9 de julio de 2015
CUÉNTATE UN CHISTECITO
Había una vez
un hombre muy muy tacaño, tan tacaño que cuando se cortaba las uñas de los pies las
guardaba por si algún día le faltaba para comer. Bueno, después de trabajar
toda su vida y no gastar ni en lo básico (utilizaba la publicidad que dejaban
en su buzón como papel higiénico) consiguió acumular una importante
cantidad de dinero. Justo antes de morir, le dijo a su santa, santa por
aguantar tantos años a tal elemento, esposa. “Escucha, querida, cuando me muera quiero que me entierren con todo mi dinero, mételo en una
caja y colócalo junto a mí en el ataúd” -
Lo que tanto me ha costado en vida no te lo voy a dejar a ti en la
muerte, -“gastosa, que eres una gastosa”. Ella le
prometió que así lo haría –“Esto
es como mear y no echar gota. ¿Toda la vida aguantándote y me pagas así?” –“Yo
soy una mujer de palabra y pienso cumplirla”, -“Además te puedes meter tu
dinero por donde la espalda pierde su santo nombre” “A partir de hoy duermes
con el gato, que lo sepas”.
Finalmente a
las pocas semanas, una eternidad para su esposa, murió. El día del entierro
oficiaron la misa en el cementerio. Su mujer, familiares y amigos
allí se hallaban congregados. Cuando la ceremonia acabó y fueron a cerrar el ataúd, ella se levantó y pidió a los enterradores que esperaran un
segundo. De su bolso sacó una caja de zapatos, con cuidado la colocó dentro y después de sellarlo, prosiguieron con el entierro. Una amiga de la familia, sabedora
de las últimas voluntades del difunto, se acercó a ella y le dijo: - “Espero que no estés tan loca como para
haber puesto en esa caja todo el dinero de ese viejo tacaño”.
-“Claro que sí”, respondió la anciana. “Soy una buena cristiana y no puedo
mentir”. -“¿Quieres decir que
pusiste todo el dinero en ese ataúd?“, le increpó su amiga. - “Si, todo su dinero junto como le prometí”,
dijo la esposa. “Primero lo metí en mi cuenta del banco y luego le extendí un
cheque. Puede ir a cobrarlo cuando quiera”.
Chiste de uno de nuestros amigos del Facebook.
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1 comentario:
Muy bueno... lo leeremos en la comida para reir un rato, la risa es terapeutica¡
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