jueves, 2 de febrero de 2017

LAS HOJAS MÁS FRAGANTES Y BELLAS.

La tranquilidad es aquello que te hace madurar, tal vez como ese melocotón menudo que cambia de color dándole forma y cuerpo, esos rayos de sol colándose por las ramas mientras las hojas se desplazan hasta él. Es como un rosal floreciendo con lentitud mientras unos ojos dulces y profundos lo contemplan con pasión, como las olas lejanas de un mar abierto a embarcaciones inmensas, comparándolas como un gran catamarán, así es la tranquilidad, son los buzos desfilando por un manto de nácar disfrazado con ese reflejo de luz irisado que produce nuestro sol. Tranquilidad ven ami, ven y enséñame tu sabiduría, con conocimiento como nuestra fe de un modo cierto, a sabiendas de la ciencia que aun vaga por el universo oscuro e irritado por el tiempo. Eres la prosperidad en persona, esa diosa al gusto conforme a la voluntad y deseo, llena de sabor ¡refrescante! igual que un crío jugando con los peta zetas en su lengua ¡quien volviera! para regresar a ti ¡tu! bello amanecer, que me dejas asombrado con tu belleza, volviendo a presentarte con el nombre de tranquilad.¡O si! si, tu sonido es tal cual como el clarinete dorado, expulsando el aire de un modo musical, en realidad eres tan sagaz que te sigo esperando con prudencia.

Fdo: El vuelo de los cisnes.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Se ve mucha sensibilidad en lo que escribes. Felicidades.