lunes, 23 de enero de 2017
A MAL TIEMPO BUENA CARA
He estado leyendo y reflexionando sobre
la enfermedad mental, sobre como enfrentarse a ella y llevarla adelante y se
puede resumir en lo siguiente: tener temperamento
“alegre” y “trabajador” frente a ella.
Los términos en que hablamos tienen cierta
importancia: por ejemplo, psicológicamente es malo pensar que “luchamos” contra
la enfermedad al estar esta palabra cargada de cierta negatividad; es mejor
pensar que “trabajamos” con la enfermedad, pues al decir “luchar” es como si no
nos pusiéramos una barrera por delante de antemano; si decimos “trabajar” es como si tendiéramos un punte con el que
llevar la enfermedad adelante, aunque ambos términos sean muy cercanos y muchas
veces los identificamos.
El talante frente a una enfermedad como la
nuestra debe ser “alegre” a pesar de que nos
cueste estarlo en muchas ocasiones. Tenemos que llenarnos de optimismo
frente a las adversidades y la mejor forma es sentirse “alegre” con estas
dificultades que nos encontremos en nuestro camino, pues cuando se superan, y
para esto hay que tener paciencia, nos llenan precisamente de esto, de alegría,
que es lo que debemos buscar para avanzar en nuestra recuperación.
Tenemos que intentar disfrutar
con las cosas que hacemos diariamente. Muchas veces nos preocupamos más que nos
ocupamos de las cosas que nos rodean y es esto último lo que debemos hacer, y
además disfrutar con estas ocupaciones que tenemos y con el medio que nos
rodea. Mirar a nuestro alrededor e intentar comprenderlo y trabajar por que las
cosas que nos rodean vayan bien y que sea esta nuestra mayor ocupación.
Si hay algo importante para salir adelante
es llenarse de optimismo y de actitud.
Jesús
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