viernes, 27 de noviembre de 2015
EN UN PAÍS MULTICOLOR....
…
nació una abeja bajo el sol. Es el inicio de una popular canción infantil de
una serie de televisión que conservo de mi infancia y que se puede aplicar
perfectamente a nuestro Presidente de Gobierno Mariano Rajoy. Los políticos suelen
vivir en otro mundo, alejados de la realidad. Forman la clase política, una
casta aparte generalmente desarraigada del mundo real y que genera numerosos
conflictos entre lo que llamamos pueblo y lo que llamamos gobernantes.
En
una entrevista que me hizo José María Gómez para El Correo de Andalucía en
1992, año de la Expo ,
yo decía que “el poder, en sentido general, no tiene ni idea de la necesidad
del pueblo”. Me reafirmo ahora en aquellas palabras porque pocas cosas han
cambiado. Al contrario: creo que las cosas han ido a peor y que los políticos
están muy alejados de la sociedad.
Si
estuvieran conectados a ella entenderían que no es posible que el 1% de la
población concentre el 70 ú 80% de la riqueza, lo que da idea de las
desigualdades económicas y sociales que existen en España. Es el famoso injusto
reparto de la riqueza del que hablaba Carlos Marx en su Manifiesto Comunista de
1848. Esta diferencia de riqueza existe en la realidad actual y no tiene visos
de cambiar.
La
sociedad española está llena de mileuristas. Y eso los más afortunados porque
yo, por ejemplo, soy seicientoeurista y todavía hay gente que cobra mucho
menos. Me cuesta trabajo llegar a fin de mes como le ocurre a un alto
porcentaje de la población. Y eso los políticos no lo entienden porque, entre
otras razones obvias, cobran sueldos exquisitos con los que no tienen problemas
en ese aspecto en la vida cotidiana.
Y
es que los políticos hablan mucho de Macroeconomía y olvidan la Microeconomía , los
problemas del día a día de las familias. Está bien hablar del Producto Interior
Bruto, del Índice de Precios al Consumo, del Impuesto del Valor Añadido y un
largo etcétera de terminología macroeconómica. Pero hay que hablar de la
realidad cotidiana, de lo que es vivir día a día con el dinero justo y con las
necesidades por encima de los ingresos.
Es
hora ya de hacer una Ley justa de Desahucios. No se pueden permitir tantos
desahucios como existen porque el impago de las viviendas viene derivado de los
pocos ingresos de lo que se aprovechan los Bancos para hacer unos pingües
negocios.
Hace
falta una buena Ley de Dependencia y su aplicación justa. El PSOE en su
programa electoral quiere introducir esta Ley en la propia Constitución. Hay
muchas personas muertas por no tener la dependencia concedida o aunque esté
concedida llega tarde. Y hay personas que mueren porque no pueden pagar los
medicamentos, sobre todo los enfermos graves en los que se puede experimentar
con medicamentos nuevos que pueden salvarles la vida. Pero no pueden pagarlos.
Yo tengo, por ejemplo, el caso cercano de mi hermana Renata que padece una
enfermedad degenerativa grave que es la esclerosis múltiple y no puede pagar
los medicamentos experimentales que podrían permitirle una mayor calidad de
vida. Es la enorme diferencia que existe en este país multicolor entre ricos y
pobres. El país que Mariano Rajoy considera que está saliendo de la crisis y
que se encuentra en muy buen estado. Que baje más a la calle y vea la realidad
tal como es. Él y todos los miembros de su Gobierno. Y no sólo en precampaña y
campaña electorales, sino en el día a día que es lo verdaderamente duro.
Respecto
a la Ley de
Desahucios hay que regular muy bien el
tema de la cantidad de viviendas que tienen lo bancos porque se han quedado con
ellas al no poder pagar los propietarios las hipotecas. Hay Bancos que tienen
incluso una inmobiliaria propia de tantas casas como han expropiado como es el
Banco Sabadell y la inmobiliaria Solbia. O Ibercaja. Y muchas otras entidades
bancarias. Se supone que la
Constitución recoge el
derecho a una vivienda digna, una de las necesidades básicas de los individuos.
Y
en medio de todo está la enorme corrupción de los políticos. Ahí está, por
ejemplo, el caso de la familia Pujol y cientos de casos más. No se conforman
con los sueldos y dietas que disfrutan que cometen toda clase de delitos como
el blanqueo de capitales. No todos los políticos, claro, pero un alto
porcentaje de los políticos practican la corrupción a mayor o menor escala. Y
están muchos casos pendientes de salir a la luz, como ha salido a la luz todo
lo de la familia Pujol Ferrusola.
Tenemos
también la permanente amenaza terrorista por haber apoyado la Guerra de Iraq, ésa que tan
buena fue para España según ese desagradable señor llamado José María Aznar, que
se está haciendo de oro, como tantos políticos, dando conferencias o asistiendo
a actos para dar brillantez a los mismos con su sola presencia. Es una de las
cosas que se le imputan, por ejemplo, a Rodrigo Rato, el haber ocultado a
hacienda 1.8 millones de euros por conferencias dadas. Y esto es mucho más que
cinismo. Es injusto radicalmente y justifica la falta de credibilidad de la
gente, del pueblo llano, en los políticos.
Tenemos,
y esto no es demagogia, que acoger a un número determinado de refugiados
impuesto por la Unión Europea
cuando hay mucha gente pobre en nuestro país. No es demagogia sino un injusto
reparto de la riqueza mundial, una
discriminación muy clara entre países pobres y países ricos. La riqueza está
mal distribuida y hay muchos países que por la pobreza y los conflictos
religiosos son nido de terroristas y fabricantes de odio contra el terrible
ogro de Occidente.
El
paro apenas ha bajado en la última legislatura del Partido Popular. Ahora en su
programa hablan de crear 500.000 puestos de trabajo. ¿No han tenido tiempo en
cuatro años? ¿Ahora sí se puede y antes no? ¿Ya se ha acabado la crisis y es
posible la creación de empleo? Si se compararan los programas políticos con los
resultados veríamos la cantidad de mentiras o sencillamente de proyectos
incumplidos del Gobierno.
Las
promesas en campaña se quedan en nada. Es muy fácil hacer un buen programa
político porque eso se hace en un ordenador. Luego viene la realidad que choca
claramente con los programas de los distintos partidos y surgen unas
diferencias absolutas entre clases, otra de las cosas que plantea el marxismo
en su versión bien entendida.
Hay
ahora una fragmentación del arco político, lo cual plantea la esperanza de que no haya
mayorías absolutas. Para que pueda existir el diálogo, el acercamiento
de posturas y el gobernar más para el pueblo.
Los
partidos apenas se ponen de acuerdo. Un ejemplo reciente está en el pacto
antiyihadista. Podemos queda fuera de él porque no está de acuerdo con el
bombardeo de Siria. Las cosas no se arreglan con bombas sino con diálogo. Se
crea un círculo vicioso muy claro. Las bombas generan más terrorismo y éste a
su vez genera más bombas.
Viene
todo este discurso político a cuento porque estamos en plena precampaña
electoral de una de las campañas más reñidas de la democracia, la de las
elecciones del 20 de diciembre. Creo que estaremos pensando más en que nos
toque la lotería el día 22 que en la propia política. No me extrañaría que el
Gobierno haya hecho esto con toda la intención del mundo.
Pero
son unas elecciones muy importantes y desde aquí insto a participar a todos con
el simple gesto de un voto que puede cambiar mucho.
No
hay, a pesar de todo, que caer en el victimismo ni en el derrotismo. Hay que
cambiar muchas cosas y si es cierto que se ha salido de una grave crisis
veremos los resultados próximamente, en la siguiente legislatura.
Pero
que nadie nos venda que vivimos en un país multicolor como la abeja Maya. No
todo es como nos lo vende Mariano Rajoy. Ya he comentado varias veces que me
parece un señor que padece de mentira compulsiva. En general los políticos
padecen de esta enfermedad, pero el que está en el Gobierno, de momento, es él.
Hay
que destacar, para ser justos, las cosas positivas. Por ejemplo, con motivo de
los atentados de París el Presidente francés Hollande propuso un ataque
indiscriminado contra Siria, aunque muera población civil, no sólo terroristas.
Rajoy no está de acuerdo con esa política y aboga por la vía diplomática
recordando los atentados del 11-M en Madrid. Es una postura similar a la de
Podemos con su no a un pacto o frente antiyihadista.
Cierto
es también que existen en España 8
millones aproximadamente de personas que viven en el umbral de la pobreza y
esto es algo que hay que arreglar ya. Hay cosas realmente urgentes que no
pueden esperar más tiempo. Eso también es una forma de hacer terrorismo:
permitir las tremendas diferencias económicas que existen entre unos y otros.
Me
hierve la sangre cuando leo que Sergio Ramos cobra 10 millones de euros en el
Real Madrid y todavía le parece poco. Por no hablar de Cristiano Ronaldo y Leo
Messi. No se puede permitir esto en un país, esté o no en crisis. No se puede
permitir tan grandes diferencias económicas entre la mayor parte de la
población y una escasa minoría. El problema de la riqueza está en su injusto
reparto.
En
tiempos de crisis los Bancos ganan más dinero porque la gente pide más créditos
e hipotecan más sus viviendas. Me avergüenzan las cifras de beneficios de los
Bancos en épocas de crisis y esto es algo que tampoco se puede permitir. ¿Habrá
algún partido político que ponga fin a semejantes injusticias? ¿Se puede
confiar en los partidos emergentes como Ciudadanos o Podemos? No se puede decir
nada de ellos porque aún no saben lo que es gobernar. Veremos qué pasa con las
nuevas elecciones. Por eso digo que son muy importantes. Hay más variedad, más
dónde elegir. No son lo partidos de siempre. Ese arco político del que antes
hablaba ha aumentado y tenemos que aprovecharnos de ello.
Éste
es el país multicolor del que nos habla Rajoy cada día. Un país de ficción como
el de la abeja Maya. La realidad es muy distinta de los discursos políticos.
Muchas veces no tienen nada que ver. Me dio mucho coraje ver hace unos días una
foto de los candidatos del Partido Popular al Congreso y al Senado de Madrid en
el Parque del Retiro. Todos tan bien puestos, tan elegantes, como si
fueran un equipo que va a quitarnos
todos los problemas. El Parque del Retiro está bien para la Feria del Libro del mes de
junio y no para estas cosas tan poco elegantes y positivas.
En
fin: siempre en mis artículos hay optimismo y confío en que las cosas cambien
en la próxima legislatura. Depende de nosotros, los votantes. Tenemos la
posibilidad de hacer el verdadero cambio, que es el que permite el pueblo.
Salud y suerte.
José Cuadrado Morales
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1 comentario:
Bravo, por tus artículos, nos acercas a la realidad,nos gusta mucho tu punto de vista. Gracias
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