
En torno al árbitro debe existir mayor responsabilidad por el bien del propio fútbol que bastante cargado está con las amenazas de huelga de la AFE y la difícil compatibilidad de ésta con la LFP. El fútbol está superando todos los límites del respeto y cordialidad y cada vez es más un campo de batalla donde todos se insultan sin consideración ninguna hacia el verdadero espectáculo que debe transmitir las sensaciones de deporte sano, deporte limpio, deporte exento de toda manifestación de violencia física y verbal.
Las tanganas cada vez abundan más y los derbis antes mencionados cada vez son más una guerra que un verdadero partido de fútbol. Mourinho lanza su perorata particular con esa seriedad fría que le caracteriza y Guardiola entra al trapo de todo cuanto le lanza el portugués. Nadie calla, nadie po

Ulises, el héroe moderno, el árbitro vestido de amarillo, aguanta también sanciones del propio órgano de los trencillas.Si se equivocan son presa de las críticas de todos y de sanciones de la

Turienzo Álvarez, Pérez Lasa, todo el mundo conoce el nombre de los árbitros que van a pitar a su equipo en el partido del domingo. La afición está preparada para hacer de Neptuno devorando a su hijo. Goya en el fútbol. La pintura negra más negra del genio de Burdeos escenific

A veces el propio jefe de los árbitros se mete con ellos en el colmo del improperio. En lugar de defenderlos los ataca sin miramiento ninguno sin darse cuenta de que está encendiendo aún más el ya de por sí caliente mundillo arbitral. Yo defiendo a los árbitros, me encantan los héroes modernos a lo John Wayne. John Ford podría hacer una gran película a cuenta de lo árbitros, defensor como era de los perdedores. Citemos por ejemplo a Humphrey Bogart, solidario con las causas perdidas. Ya tenemos a todos los protagonistas de un western moderno: sólo ante el peligro con Gary Cooper de protagonista. O Raíces profundas con un Alan Ladd enfrentado a medio mundo para defender a la mujer de la que se está enamorando. El cine clásico

El mundo del fútbol cada vez está más loco. Traspasos supermillonarios avergüenzan a propios y extraños, mientras que los árbitros cobran una miseria en comparación con lo que cobran las grandes estrellas de la mal llamada Liga de las Estrellas. Lo árbitros han de tener una paciencia infinita para soportarlo todo. Son los que van a morir en el Circo romano para mayor gloria del Emperador. Podrían decir aquello de “los que van a morir te saludan”. Y no hablemos de los campos de Tercera o Regional, donde no hay defensa ninguna de vallas o fosos para los árbitros. Se juegan la vida por un puñado de euros. No merece la pena. O la vocación es muy grande o grande es el masoquismo de estos señores. No lo sé. No estoy en la mente de los árbitros. Pero sí me suscitan mucha lástima estos personajes heroicos con todo perdido de antemano. Vivan los perdedores. Vivan los héroes modernos. Nadie tiene quien los defienda. Viva la soledad. Viva la libertad de los árbitros para escapar como deseen de todas las tanganas que se forman en los campos de fútbol. Vivan los que saben perder con dignidad. Vivan, en una palabra, los árbitros.
José Cuadrado Morales
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