Mis prácticas en la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental han sido una experiencia enriquecedora tanto académica como personalmente. Yo al igual que casi todo el mundo, cuando me decían que una persona tenía una enfermedad mental pensaba en la peor cara de dicha enfermedad (agresividad, delirios, brotes psicóticos…). Pero entrar en la URSM me ha abierto los ojos, es como si me hubiera puesto unas gafas y pudiera ver con c
laridad la realidad. No he visto agresividad ni delirios, al contrario he visto a personas que intenta superar su enfermedad, que intenta tener una vida mejor, que tienen historias de sufrimiento pasado, personas inteligentes, con buen humor y lo mas importantes PERSONAS QUE SE AYUDAN Y APOYAN UNAS A OTRAS, algo que no todas las personas son capaces de hacer. Desde el primer día y hasta el último de mi periodo de prácticas, me aceptaron como una más del grupo y me hicieron sentir cómoda, participé en las actividades al igual que ellos y he pasado unas semanas divertidas e inolvidables. Mi experiencia en la URSM me ha enseñado a ver a los pacientes, no como una persona con una patología al cual se le da una pastilla o se toma la tensión, sino a verlos como personas con grandes historias detrás a quien hay que escuchar, apoyar y animar, que tienen objetivos, aficiones y habilidades como escribir, pintar o ser grandes actores. Desde aquí animo a todas las personas que quieran a ponerse las gafas de la realidad y olvidarse por un momento de su mundo “normal”, porque será una experiencia que nunca olvidarán.
laridad la realidad. No he visto agresividad ni delirios, al contrario he visto a personas que intenta superar su enfermedad, que intenta tener una vida mejor, que tienen historias de sufrimiento pasado, personas inteligentes, con buen humor y lo mas importantes PERSONAS QUE SE AYUDAN Y APOYAN UNAS A OTRAS, algo que no todas las personas son capaces de hacer. Desde el primer día y hasta el último de mi periodo de prácticas, me aceptaron como una más del grupo y me hicieron sentir cómoda, participé en las actividades al igual que ellos y he pasado unas semanas divertidas e inolvidables. Mi experiencia en la URSM me ha enseñado a ver a los pacientes, no como una persona con una patología al cual se le da una pastilla o se toma la tensión, sino a verlos como personas con grandes historias detrás a quien hay que escuchar, apoyar y animar, que tienen objetivos, aficiones y habilidades como escribir, pintar o ser grandes actores. Desde aquí animo a todas las personas que quieran a ponerse las gafas de la realidad y olvidarse por un momento de su mundo “normal”, porque será una experiencia que nunca olvidarán.NOELIA GARCIA BARBE (Practicum 3º DUE)
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