lunes, 19 de diciembre de 2016
CRÍTICA DE CINE: Fiesta de empresa.
Estamos ante una nueva producción estadounidense
del año 2016 dirigida por Josh Gordon y Will Speck. Tiene un amplio reparto,
destacando Jennifer Aniston ( a quien vemos menos de lo que quisiéramos
últimamente en el cine, siempre espléndida y bella), Jason Bateman, T.J. Miller
y Kate McKinnon. Ya digo que el reparto es muy amplio y hay una gran cantidad
de actores secundarios y simples figurantes.
Se trata de una comedia de una hora y 45 minutos de
duración no recomendada para menores de 16 años, lo cual me parece moralmente
adecuado.
En cuanto al
argumento decir que con el fin de conseguir a un gran cliente y una gran cuenta
para la empresa un grupo de ejecutivos organiza lo que tendría que ser una
épica fiesta de empresa, pero se les acabará yendo de las manos, convirtiéndose
en un desmadre sin control.
El cliente al que pretenden conseguir es Walter
Davis de la empresa Data. La empresa que quiere conseguirlo se llama Zenoteck,
que ante la gravísima crisis por la que atraviesa se plantea despedir al 40% de
los trabajadores. Lo que no saben los ejecutivos de Zenoteck es que a Walter
Davis lo acaban de despedir de su empresa paradójicamente, por lo que no tiene
cuenta alguna y la fiesta, consecuentemente, no servirá para el objetivo
previsto.
Entre los ejecutivos que organizan la fiesta están
Josh, divorciado, Director de Zenoteck, uno de los protagonistas de la
divertida cinta; Angey, que acabará al final de la alocada fiesta siendo pareja
de Josh, de entre las muchas cosas que ocurren en las muchas horas que dura la
fiesta; Alison; Jeremy, Director de Atención al Cliente; Mary, Directora de
Recursos Humanos; y Carol y Clay, dueños de la empresa.
Clay es el Director Ejecutivo. Sus ahorros, todos,
300000 euros, servirán para pagar la antológica fiesta. Al final se quedará sin
dinero y sin cliente, en la más completa ruina, aunque habrá un giro de guión
que cambiará radicalmente las cosas para procurar un final feliz, el tipico
“happy end” americano.
Carol y Clay heredaron la empresa de su padre, que
fue incinerado siguiendo su voluntad testamentaria. Carol, en algo
verdaderamente humorístico, lleva siempre consigo las cenizas de su padre en
una urna de plata. No se separa de ellas en ningún momento. Carol es Jennifer Aniston,
que como hemos señalado está espléndida como siempre. Considero que es una
actriz infravalorada.
Al final de la película, cuando todo se resuelve
bien, la nueva Directora Ejecutiva será Carol, según los compromisos adquiridos
con su padre en vida, cumpliendo de esta manera una de sus ilusiones
principales.
La fiesta de empresa se convierte en un desmadre
total de sexo, drogas, prostitución y un largo etcétera de despropósitos.
Abundan el humor escatológico y la sal gorda, pero la película no deja de ser
divertida dentro de su locura y sus limitaciones argumentales y desde luego por
encima de las comedias gamberras típicas estadounidenses.
Hay numerosos personajes secundarios como ha
quedado dicho que destacan como Clara, la guardia de seguridad, que deja a la
gente K.O. con una pistola eléctrica.
Salvará la empresa un ingenio de internet que dejo
en el anonimato para los que vayan a ver la película, que por cierto no ha
tenido, por desgracia como muchas otras, apenas publicidad, así que le auguro
una mala carrera en pantalla.
La frase publicitaria de la película es: “ Desfasa
como si tutrabajo dependiera de ello”. Y así es: todo se
desmadra para contentar al pretendido cliente: se le proporciona cocaína, se le
contrata a un DJ llamado Calvis y un jugador de la NBA para que sirvan de
reclamo, etc… Todo es poco para satisfacer al hipotético cliente.
El título original de la cinta es “Office Christmas
party”, es decir, Fiesta de Navidad en la Oficina. La música, estupenda,
es de Theodore Shapiro. La dirección de fotografía corre a cargo de Jeff
Curter.
Hay que decir que entre los tres productores
ejecutivos de la cinta están los dos directores de la misma, así que se han
implicado abiertamente en el proyecto y por eso quizás la película tenga la calidad
por encima de las típicas comedias de este tipo que producen con frecuencia los
Estados Unidos y que exportan con facilidad al resto del mundo porque suelen
gozar de buena acogida, siempre y cuando se les dé la debida publicidad, no la
ignorancia que ha tenido ésta.
La historia es de Jon Lucas, Scott Moore y Timothy
Dowling, y el guión es también de tres personas: Justin Maden, Laura Solan y
Dan Mazer. Se nota en el guión bien elaborado, aunque con baches.
La película añade poco nuevo a las típicas comedias
gamberras estadounidenses, pero se deja ver y tiene un montaje muy ágil. No es
película de carcajadas, pero sí de garantizada sonrisa, algo que se agradece en
los tiempos que corren por lo que seré generoso y le concederé tres estrellas.
Felices Fiestas de Navidad y, como siempre digo, salud y suerte.
Calificación:
José Cuadrado
Morales
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