viernes, 11 de noviembre de 2016
CRÍTICA DE CINE: LA CHICA DEL TREN
Estamos
ante una producción estadounidense del año 2016 dirigida por Tate Taylor y
protagonizada por Emily Blunt, Rebecca Ferguson, Haley Bennett, Luke Evans y
Justin Theroux. Hay que decir en este punto que Emily Blunt es lo mejor de la
película y en cierta medida la salva.
Estamos
ante un thriller de duración 1 hora y 52 minutos. Se hace un poquito larga. No
está recomendada para menores de 12 años y distribuye DeaPlaneta.
En
cuanto al argumento hay que decir que Rachel Watson es una mujer devastada por
su reciente y terrible divorcio que dedica cada mañana de camino a su trabajo a
fantasear sobre la vida de una pareja aparentemente perfecta que vive en una
casa por la que su tren pasa cada día. Pero una mañana Rachel es testigo desde
la ventana del tren de un impactante suceso y se ve involucrada en el misterio
que ella misma revela. Dejamos ese misterio oculto para no desvelarlo a los
posibles futuros espectadores de la película.
La
cinta está basada en un bestseller de Paula Hawkins publicado en 2015 que ha
vendido millones de ejemplares en todo el mundo. Su paso al cine era una
realidad a voces.
La
frase publicitaria de la película es muy apropiada: “ Hay cosas que preferirías
no haber visto”. La
novela original ha sido adaptada al cine por Erin Cressida Wilson, quien ya ha
hecho otras adaptaciones conocidas como Retrato de una obsesión.
El
director, Tate Taylor, dirige esta cinta tras el taquillazo que supuso Criadas
y señoras en 2011.
Decir
por curiosidad que el tren de Rachel va todos los días a Nueva York,
concretamente a Manhattan. En la novela se dirige a Londres. Son cosas de las
adaptaciones.
Rachel
es divorciada y alcohólica desde antes del divorcio. Acude a Alcohólicos
Anónimos. Allí habla con una profunda timidez y tiene grandes dificultades para
expresar lo que siente y padece. Atraviesa una profunda crisis. Está muy mal.
Emily Blunt, insisto, borda el papel.
Rachel
ha estado casada con Tom, quien se ha vuelto a casar con Ana. Tienen una hija
llamada Ibi. En la película hay una escena en la que Rachel entra y secuestra
por unos minutos al bebé. Es una manera de demostrar no sólo su frustrada maternidad,
sino también su carencia afectiva que la ha llevado a convertirla en una
persona mentalmente inestable.
El
bebé de Tom y Ana es cuidado por una niñera, Megan Hipwell, que está casada con
Scott. Tiene un profundo trauma porque cuando tenía 17 años tuvo una hija con
su novio Max y se le ahogó con ella en la bañera al quedarse dormida. Esto la
ha obligado a ir al psiquiatra, con quien mantiene una relación que puede
costarle el trabajo al psiquiatra.
Megan
también es amante de Tom, quien la deja embarazada. Al enterarse de esto le
dice que aborte y no acepta eso porque echa de menos al bebé que murió cuando
ella se quedó dormida en la bañera. Como Tom ve que no acepta el aborto y que
eso le puede traer complicaciones mata a Megan.
Después
Rachel y Ana, ex mujer y mujer de Tom, lo matarán conjuntamente al enterarse
del episodio con Megan. Engañaba a su mujer y eso Ana no lo podía soportar.
Megan
y Rachel eran amigas. Se conocieron en una galería de arte porque a ambas les
gustaba la pintura.
En
la realidad Rachel ya no trabaja. Hace el viaje en tren a Manhattan para
guardar las apariencias y aparentar una cierta normalidad.
Rachel
tiene también una buena amiga con la que comparte todas sus intimidades: Kathy.
La
película es confusa, sobre todo por las técnicas narrativas escogidas por el
director y el montador para contar las diversas historias, entre ellas
flashbacks diversos, imágenes repetidas como la del rapto del bebé de Ana y Tom
por parte de Rachel y otros recursos estilísticos.
Al
final Rachel saldrá fortalecida de tanto sufrimiento y se sentirá con más
energía para salir adelante, aunque con evidentes secuelas por todas las cosas
que le han sucedido. Hay una escena en la cinta donde se ve cómo acude al mismo
psiquiatra de Megan para que la trate también a ella.
Hay
que insistir en que Emily Blunt tiene un largo camino en el mundo de la
interpretación. Ya ha hecho otras película interesantes y el futuro se le
presenta muy halagüeño.
La
música, la fotografía y todos los elementos técnicos y artísticos están bien
engrasados. Es lo menos que se le puede pedir a una película: que esté
técnicamente bien hecha.
Particularmente
no me ha gustado la película. Algunos que han leído la novela opinan que
tampoco es tan buena. Yo esperaba más de la cinta por todo lo que se ha hablado
de la novela y de la película. Al final ésta se convierte en un thriller convencional
en torno al misterio que descubre Rachel y poco más.
Considero
que la cinta es regular y sólo puedo concederle dos estrellas. Aunque Emily
Blunt merece cinco. Salud y suerte.
Calificación:
José Cuadrado Morales
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