Él se
pregunta por qué bebe y lo primero que se le ocurre decir es por que le gusta,
por que ha bebido siempre, por que lo hacen todos y por que es lo mas natural
del mundo, pero sabe que esa no es
respuesta. Bebe porque tiene miedo al ridículo, por ejemplo, por que se siente
inferior a los demás y estas carencia las supera con el alcohol. Habría que
preguntarse de donde nacen estos miedos y este sentimiento de inferioridad y
por qué en lugar de buscar el apoyo en los demás o la ayuda de
profesionales busca como salida el
consumo de alcohol. Lo que sucede es que bebe por que es la respuesta mas sencilla
que encontró para no sentirse mal. El alcohol en un principio hace que tus
miedos al ridículo, desaparezcan y te integres mejor en un grupo, te desinhibas y charles con los demás
de una formas más “natural”.
Cuando
vuelve a preguntarse por qué bebe lo siguiente que se le ocurre es decir que
bebe por que la vida le ha tratado mal. Hay muchas personas que la vida no les
ha tratado bien y no todas son alcohólicas, sus hermas perdieron a sus padres también
siendo unas niñas y ellas no son adictas. Hay mucha gente a la que la vida ha
tratado mal, padres de familia que se han quedado en paro teniendo que pagar
una hipoteca con hijos a su cargo, gente
con enfermedades graves, separaciones y la mayoría de ellos intentan salir de
esta situación sin la necesidad de emborracharse.
Él quiere
echar otro balón fuera y culpar a la sociedad.
Reflexionando llega a la
conclusión de que la respuesta a la cuestión de por qué bebe no es tan
importante como las acciones derivadas de esta pregunta, bebe porque es alcohólico
y como tal no puede probar ni una gota de alcohol mas. Es importante conocer
por qué nos pasa lo que nos pasa, pero es mucho más importante buscar soluciones
para que no nos vuelva a ocurrir.
Pedro.
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