CRÍTICA DE CINE; LA CONSPIRACIÓN DE NOVIEMBRE

Se trata de una película estadounidense del año 2014 dirigida por Roger Donaldson, un verdadero artesano del cine. Es hora de reivindicar a estos artesanos que suelen hacer buenas películas o películas moderadamente aceptables y no son tan conocidos como los grandes directores. No es el caso de esta película. Donaldson tiene películas mucho mejores que han dejado más huella que esta convencional película de espías, que no tiene nada de original.

Es una película típica de acción no recomendada para menores de 18 años y con una duración de una hora y 48 minutos, que se pasa rápida porque la película es muy entretenida, aunque ya digo que carente de originalidad. Falla claramente el guión.

La distribución la ha perjudicado mucho porque Tripictures apenas le ha dado publicidad. Cartelería en los cines y poco más, y ya sabemos que las películas funcionan en taquilla según la publicidad que se les dé y sobre todo en televisión. Ésta ha resultado nula para La conspiración de noviembre. Y es una lástima porque pasa sistemáticamente con muchas películas que merecen mejor suerte.

Entre los intérpretes cabe destacar a Pierce Brosnan (10 años después de interpretar por última vez a James Bond. A mi juicio ha sido uno de los mejores Bond de la historia, con esa taladradora ironía que lo caracterizaba y ese sentido fino del humor inglés, la flema inglesa), Luke Bracey, Will Patton (éste es un actor habitual en las películas de Donaldson. Ya tuvo con él su primer papel protagonista en la película Sin salida, que debe tener ya veintitantos años, donde también trabajaban Gene Hackman y Kevin Costner, en el que también era uno de sus primeros papeles como protagonista. La película era mucho mejor que ésta que hoy criticamos y tenía unas extraordinarias persecuciones a pie, con una excelente colocación de las cámaras. Recuerdo con mucho agrado esa película) y Olga Kurylenko. Hay más secundarios, pero estos son sin duda los principales, aunque el protagonismo absoluto lo tiene Pierce Brosnan, en un papel hecho a su medida.

El argumento gira en torno a Peter Devereaux, que es un agente de la CIA extremadamente peligroso, que es persuadido para salir de su tranquilo retiro en su casa de campo para realizar una misión muy personal.

 No se puede negar en función de la frase publicitaria de la película: “Un espía nunca está fuera de juego”. Es decir, nunca deja de estar en activo o preparado para una nueva misión, como le pasaba con James Bond, por eso este papel le va plenamente a su medida. Peter no ha perdido ninguna de sus virtudes ni facultades como espía y está plenamente preparado para llevar a cabo las órdenes que le dan.

 El eje de la película es una conspiración internacional para provocar una segunda guerra en Chechenia. El cabecilla es un tal Arkady Emerov, ciudadano pro ruso.

 Conocen la trama y quieren evitarla Edgar Simpson, alto funcionario del gobierno norteamericano, y Mira Filipova, ciudadana chechenia.

Para complicarlo todo más, algo propio de las películas de espías, Edgar es asesinado. El siguiente objetivo es Filipova.

Para conseguir a Mira secuestran de su internado a la hija de Peter de 12 años, llamada Lucy, algo nada original porque es frecuente ver en innumerables películas este tipo de chantajes. Mira mientras tanto escribe por internet un artículo contándolo todo: el asesinato de Edgar, la trama de Arkady, el secuestro de Lucy, etc… Y lo envía todo a un diario de difusión internacional para que se conozca toda la verdad. Esto de internet es una forma de hacer realidad la aldea global de McLuhan: el mundo convertido en una pequeña aldea donde todo se sabe.

Mira se pondrá a salvo y Lucy será rescatada. Arkady morirá y no se producirá ninguna nueva guerra en Chechenia.

Estamos aquí ante otro tópico de las películas de espías ( un subgénero del cine) : el trasfondo político de la mayoría de las películas de esta naturaleza. Basta recordar muchas de las películas de James Bond con el conflicto de la guerra fría entre la URSS y Estados Unidos. Hoy ya ha desaparecido la antigua Unión Soviética, pero el gigante ruso tiene facultades para seguir peleando por la hegemonía en el mundo frente a Estados Unidos. Lo vemos cada día en las noticias y en los comportamientos y decisiones de Vladimir Putin. Y no sólo en películas de James Bond aparece el trasfondo político. Hay innumerables películas de espías donde tenemos ese componente político esencial como en la estupenda El espía que surgió del frío con, creo recordar, Richard Burton.

Noviembre: así llamaban a Peter porque cuando pasaba noviembre no quedaba nada. Y es que Peter es una perfecta máquina de matar. Me recuerda en muchos momentos a Bruce Willis y su habitual exhibición de tiros desde todas las posturas. Pierce Brosnan no es menos en esta cinta.

Hay buenas escenas de acción de este artesano director, muy bien rodadas, a las que no se les puede reprochar nada.

Buenas interpretaciones y una excelente fotografía.

El problema es el guión: no añade nada nuevo a las películas de espías y recurre a todos los tópicos, por lo que sólo podemos calificar la película con dos estrellas, regular, pero insistimos en que la película es entretenida y satisfará los deseos de quienes gustan de películas con tramas complejas y siempre engorrosas como suele ocurrir en las película de espías. Hay que decir lo que ya hemos comentado en otros momentos de Bruce Willis y otros actores: que Pierce Brosnan está algo mayor para interpretar papeles de acción. Ha de renovarse para no caer en ningún tipo de encasillamiento.

Pierce se ha implicado en la realización de la cinta porque es uno de los productores ejecutivos, es decir, uno de los que decide en qué se gasta el dinero que hay. En definitiva, estamos ante una cinta entretenida, bien realizada (recordemos la artesanía cinematográfica) pero llena de tópicos que la hacen poco original. Y un buen guión es la base de toda buena película. Es imposible hacer buen cine si no tenemos un buen guión previo. Salud y suerte.

Calificación:  

 

José Cuadrado Morales