a al museo contemporáneo sobre la exposición de Nancy Spero, la artista en la primera obra que vimos, volvía al tema de la guerra de Vietnam, donde había una especie de árbol (el árbol de la vida), con cabezas colgadas, ensangrentadas, sacando la lengua, con lenguas puntiagudas, muy desagradable todo, aquí Nancy trabajaba el espacio, ya no trataba sobre la historia de la mujer a lo largo del tiempo, si no que hablaba sobre ella misma en su obra protestando de nuevo sobre
la guerra. Al ver la obra había que moverse alrededor y esto daba la sensación de movimiento. Sandra nos pregunto que sensación nos producía la obra, yo decía que me causaba desagrado, otro decía, que causaba miedo, hasta otro dijo que era un tiovivo, bueno muchas sensaciones, 
después fuimos a ver el boceto en el que se había inspirado Nancy, por lo tanto volvimos a las pinturas de la guerra. En la siguiente obra, llamada el ciclo de la historia, obra de la artista, se trataba de una tela pintada, parecía una bandera por los colores que tenia, aquí Nancy trabajaba con colores y con plantillas, era muy distinto a lo que había hecho, aquí quería expresar sobre la historia de la mujer a lo largo de la historia, aquí si quería la artista dar sensación de movimiento, porque había que ir moviéndose para ver la obra completa, era una tela toda pintada con plantillas, dibujos, colores, pero terminaba en u
n punto, dando esperanza a la historia de la mujer de un cambio, ya que la mujer a tenido que luchar bastante, y aún sigue luchando por sus derechos y obligaciones. 
La última obra de Nancy Spero que vimos, y aquí ya terminaba la exposición era muy simpática, porque era ropa intima femenina colgada en un cordel, con una diosa que le gustaba mucho a Nancy, su nombre era Sheela, (Nombre de la diosa), diosa de la fertilidad celta. A Nancy le gustaba mucho esta diosa porque se mostraba como mujer, mostrándose orgullosa por su sexo, en esta obra daba sensación de liberación de la mujer, mostrando sin tapujos su ropa interior.
Una vez en el secadero, trabajamos con telas, con lanas, con recortes de periódico. Sandra nos dijo que era jornada de reflexión, podíamos escribir lo que quisiéramos sobre la mujer, y después unir todas las telas y colgarlas en un naranjo, colgando nuestras
obras, y aquí termina la última visita al museo contemporáneo, hasta el próximo trimestre.
Conclusión: me pareció una exposición bastante interesante y enriquecedora, sobre el tema de la mujer en la historia, me lo pase muy bien, y aprendí mucho, cosas de la mujer que no sabia. Los trabajos en el secadero eran muy entretenidos y muy chulos.Sandra era una monitora muy simpática y agradable.
Rubén Haro Campos
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