VISITA AL MUSEO DE ARTE CONTEMPORANEO DE LA CARTUJA 2 /12/08
Hola; me llamo Jaime Castillo y soy usuario de la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental Virgen Macarena de Sevilla.
En el día de hoy mis compañeros y un servidor hemos visitado el Museo citado anteriormente, a mi personalmente me ha parecido una de mis mejores visitas, me ha gustado muchísimo. Las mejores habitaciones del museo para mi gusto han sido las de los micrófonos, en la que hemos cantado un poco, la habitación de la mesa, con esas fichas que situándolas, encima del cristal creaban sonidos musicales, distintas fichas con distintos sonidos. Otra habitación era como un ecualizador, como si fuéramos disc jockeys creando con un ratón distintos tonos musicales. En otra de las habitaciones había varillas de hierro que pasando a través de ellas saltaban como chispas eléctricas, eran como las bengalas de la Navidad. En la siguiente habían instalado un cristal con agujeritos, que se encendían con unas llamadas de móviles, esto si que también parecía como los adornos de lucecitas que instalan en el Corte Ingles. Después la ultima habitación que a mi personalmente mas me gusto, aunque ya la había visitado, ha sido la de la maquina que escribía ella sola, con una pluma, escribía los manuscritos de la Biblia con una precisión que a mi parecer ha sido inesperada. Aunque con la tecnología de hoy en día tampoco sorprende tanto.
Jaime Castillo
Hola; me llamo Jaime Castillo y soy usuario de la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental Virgen Macarena de Sevilla.
En el día de hoy mis compañeros y un servidor hemos visitado el Museo citado anteriormente, a mi personalmente me ha parecido una de mis mejores visitas, me ha gustado muchísimo. Las mejores habitaciones del museo para mi gusto han sido las de los micrófonos, en la que hemos cantado un poco, la habitación de la mesa, con esas fichas que situándolas, encima del cristal creaban sonidos musicales, distintas fichas con distintos sonidos. Otra habitación era como un ecualizador, como si fuéramos disc jockeys creando con un ratón distintos tonos musicales. En otra de las habitaciones había varillas de hierro que pasando a través de ellas saltaban como chispas eléctricas, eran como las bengalas de la Navidad. En la siguiente habían instalado un cristal con agujeritos, que se encendían con unas llamadas de móviles, esto si que también parecía como los adornos de lucecitas que instalan en el Corte Ingles. Después la ultima habitación que a mi personalmente mas me gusto, aunque ya la había visitado, ha sido la de la maquina que escribía ella sola, con una pluma, escribía los manuscritos de la Biblia con una precisión que a mi parecer ha sido inesperada. Aunque con la tecnología de hoy en día tampoco sorprende tanto.
Jaime Castillo
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