lunes, 30 de abril de 2018

SINO


Como un Quijote negro y seco
entre la Tierra y el Cielo,
así ando todo el día
deshaciendo entuertos
enderezando caminos;
la vida entre la Tierra y el Cielo.
Los amigos del Cielo,
y Yo .
Entre todos me ayudan
a caminar por la vida ,
y Yo entre la Tierra y el Cielo
paso los días y las noches
como un Quijote negro y seco

                                José



jueves, 26 de abril de 2018

NOS PICABAN LAS CHINCHES

Octava entrega de Benjamín e Isaias


En la reunión de nuestras familias, se pusieron de acuerdo para que no nos gastáramos el dinero. Fuimos a ver la psiquiatra Dra. Bárbara, y le contamos lo que nos pasaba y es que le explicamos que teníamos una deuda de mas de 350 euros de haber pagado el alquiler y los recibos de la luz, de la vivienda anterior, a donde nos picaban las chinches y que teníamos un brote de nuestra enfermedad Entonces ella nos dijo que no nos veía tan mal como para retirarnos el dinero que habíamos echo bien en venirnos, que en aquellas condiciones no podíamos vivir. Nos subió la dosis de tranquilizantes ya que nos dijo que nosotros sabíamos bastante de nuestra enfermedad y que nos quedáramos en Faisem de a donde no teníamos que habernos ido nunca. Ya que habíamos probado varias veces porque a nosotros no nos gustaba vivir con muchas gentes y como yo me llevaba muy bien con Ben entonces hacíamos lo que se nos ocurría a los dos . Nos mandaron al mismo piso de Sevilla ya que no teníamos otra posibilidad, nos fuimos, porque no nos fiábamos de uno que estaba allí que lo veíamos como un peligro. Él  dormía de día y de noche se despertaba para visitar las habitaciones ya que el hombre estaba aburrido y descansado pero con el tiempo nos dimos cuenta que estaba muy mal pues hablaba solo se golpeaba el pecho y parecía Tarzan de los monos haciendo gruñido como un animal. A pesar de esto no es tan mala persona. Íbamos fuera a comer ya que a Ben le dijeron que no cocinara en el piso, nos mandaron a comer a un bar llamado SEVILLA el dueño era don J. Luís y su familia, comíamos muy bien pero mejor se come con la esposa de don Luis que hace unos guisos de rechupete.
La paella esta muy buena , la carne en salsa estupenda los garbanzos, los chíncharos , las lentejas, el pescadito frito, y el gazpacho muy rico. Don Luis es una persona que le gusta el cante y la guitarra así como las saetas por semana santa, y el cante rociero y se da mucho a querer por los enfermos mentales que van por allí de buenas a primeras don Luis coge la guitarra y se pone a cantar sevillanas, rumbas flamenco y nos alegra un ratito yo le acompaño, en el cante formando un dúo preparado para la feria. Don Luis tiene mucho arte igual que mi amigo Ben pitando cuadros abstractos, pues le sirve de terapia, ya que no piensa en nada mas se concentra en lo suyo, yo  come concentro en el cante flamenco.. 

miércoles, 25 de abril de 2018

LA CLINOFILIA

Hace escasas fechas fui a una revisión rutinaria con mi psiquiatra en María Auxiliadora. Ya sabéis: contar cómo me siento, los cambios que ha habido en la evolución de la enfermedad, la posible modificación de los medicamentos, etc. Nada desconocido.
Esta psiquiatra nueva que tengo posee una buena virtud: me da siempre un informe para mi médica de cabecera para que ella sepa de primera mano cómo voy evolucionando. Pone una explicación de mi proceso y en esta ocasión me ha aumentado un poquito la medicación, concretamente del antidepresivo escitalopram, de 30 a 40 mg porque me ha encontrado un poquito peor y lo ha considerado oportuno.
Me parece perfecto este informe que elabora mi psiquiatra porque así lo tiene más fácil mi médica de cabecera. Y es también más cómodo para mí porque no tengo que repetirlo todo.
Cuando leí el informe vi que había añadido una palabra nueva desconocida para mí; clinofilia. Y lo primero que pensé fue: ¡Dios mío no, una patología nueva! Es lo primero en lo que pienso cuando veo algo desconocido para mí. Y ya tengo bastante con lo que tengo.
Decidí preguntarle a mi psiquiatra en qué consistía la clinofilia y me explicó que es acostarse y tener dificultad para levantarse y hacer una vida normal. Entonces lo comprendí porque yo le había explicado que durante varios días había estado en la cama con cierta dificultad para levantarme incluso para comer y hacer mis necesidades básicas. No era una cosa nueva para mí. Es algo muy antiguo y que he hecho sobre todo en tiempos pretéritos. Antes me podía meter en la cama varios días y sólo salía para comer e ir al servicio. El cuerpo me pesaba un montón. Parecía plomo. Padecía clinofilia, pero nunca nadie me lo había explicado por esa actitud críptica que adoptan muchas veces los médicos como si los conocimientos fueran sólo para ellos.
Ahora afortunadamente es muy raro que me pase. Me ocurre en momentos puntuales y no suelo estar mucho tiempo. Es molesto porque te sientes terriblemente incómodo porque todo se torna dificultad, un problema.

La clinofilia es una forma de intentar superar u olvidar o postergar los problemas. Uno se refugia en el sueño para ver si los problemas desaparecen y muchas veces lo que ocurre es que empeoran. O si no desde luego no desaparecen.
Esto me recuerda una canción muy conocida del cantautor Javier Krahe titulada El lirón. Es la historia de un lirón que se pasa una estación entera durmiendo por hibernación. Durante este tiempo de sueño resulta que van talando su bosque entero y hasta destruyen su madriguera. Cuando despierta no tiene nada: ni bosque, ni madriguera, ni sustento ,nada. Y dice la canción que le ha salido al lirón muy cara la estación que ha dormido.
Pues eso he comprobado yo: que no por dormir desaparecen los problemas. Al contrario a veces como en el caso del lirón aumentan. Y es una pescadilla que se muerde la cola porque el cuerpo se va volviendo cada vez más pesado y cuesta precisamente cada vez más levantarse de la cama. Y a veces comes en ella y te lavas en ella. Yo lo he vivido y no quiero repetir. Es un sufrimiento añadido al sufrimiento de la enfermedad principal. Es una paradoja.
La clinofilia no debe confundirse con otras cosas que pueden tener concomitancias. Por ejemplo: las terapias del sueño. Éstas muchas veces se utilizan con fines terapéuticos en procesos, por ejemplo, de estrés extremo para inducir al paciente a un sueño profundo durante cierto tiempo para su curación. Aquí se está acostado y durmiendo pero es para curar una patología. La clinofilia no cura ninguna patología, sino que puede agravarla. A mi hermana mayor la curaron una vez con la terapia del sueño inducido y quedó fenomenal.
También hay que tener en cuenta otras cosas que se parecen a la clinofilia, pero que no son clinofilia. Por ejemplo: lo que me pasa a mí. Yo padezco de trastorno de ansiedad y muchas veces la ansiedad es tan grande que tengo que tomarme un ansiolítico y un hipnótico o inductor del sueño y acostarme para superar la ansiedad. Cuando despierto estoy nuevo. He superado la ansiedad y me levanto normalmente para hacer todas mis cosas diarias. Es una terapia como la terapia del sueño. No es clinofilia porque no siento impotencia para levantarme. Me levanto con ilusión, con ganas de vivir y hacer cosas.
Me pasó ayer domingo (ya sabéis mi fobia a los fines de semana). Estaba mal en mi sillón azul y aumentaba la ansiedad por momentos y a eso de las 9 de la noche me tuve que acostar con un alprazolam de 1 mg y un lormetazepam de 2 mg. Me dormí pronto y, aunque me he despertado varias veces y he tenido sueños incómodos, me he levantado nuevo, he hecho mis cosas habituales, he venido a la Ura, he hecho ya relajación y estoy escribiendo mi artículo semanal para el blog. Es una terapia que funciona muy bien y que a veces tiende a confundirse con la clinofilia, pero que no es clinofilia.

Defiendo meterse en la cama cuando hay que curar un cuadro de ansiedad o un problema de estrés máximo o cualquier otra patología que sí se cure por el sueño. No defiendo la clinofilia porque es un padecimiento añadido a la enfermedad que de por sí ya se padece.
Hay que ser muy fuerte para soportar la clinofilia. El cuerpo pesa tanto. Cuesta moverse en la cama, desplazarse por ella, poner los pies en el suelo. Es un sufrimiento enorme. Cuando me levanto ahora por las mañanas lo hago con ilusión, con ganas de vivir el día a día, de enfrentarme a mis obligaciones cotidianas, a las circunstancias que la vida me propone.
Ahora en Semana Santa por ejemplo he estado haciendo fotos a las imágenes en las iglesias para enviárselas por whatsApp a mi hermana pequeña que padece esclerosis múltiple y no puede desplazarse a las iglesias. Yo he querido ser su cámara para que no se perdiera la Semana Santa.
Y lo mismo voy a hacer en la Feria: le voy a hacer fotos a los cacharritos, al Circo, a las casetas, al paseo de caballos, a todo para que mi hermana no se pierda nada de nada. Eso me mantiene con ilusión y con ganas de luchar y de vivir. De ambas cosas.
Me ha dolido que mi psiquiatra ponga clinofilia en el informe para mi médica de cabecera. Debo de haberme explicado fatal. Es que me pongo un poco nervioso con los psiquiatras. He transmitido algo que no quería. Yo ya no me quedo en la cama. Me meto en la cama por mi ansiedad para superarla y la supero, que es distinto. NO es clinofilia. A lo mejor ella ha considerado que sí. Si es así no lo comparto. Difiero de su diagnóstico como le comenté a mi médica de cabecera. Yo a ella le cuento la verdad con menos nerviosismo que a mi psiquiatra, que es una bellísima persona, pero no me extraña que haya entendido una cosa equivocada por culpa de mis malditos nervios.
Yo lo que quiero es que en este artículo quede clara la clinofilia. Creo que con los ejemplos ha quedado suficientemente clara. Es una patología bastante frecuente, que afecta mucho a personas con depresión que tienden a meterse entre las sábanas sin ganas de nada. Yo no quiero saber nada de la clinofilia. No quiero volver a aquellos tiempos pasados que fueron tan malos para mí. No quiero volver para atrás. Prefiero tener crisis de ansiedad y acabar con ella con unas horas de sueño y ya está. Está bien la combinación de un ansiolítico y un hipnótico. Te quedas como nuevo, como si estuvieras estrenando cuerpo.
Creo que con este artículo he dado a conocer al gran público una palabra muy desconocida: clinofilia. Una palabra que encubre una patología muy frecuente. De eso tratan mis artículos: de divulgar conocimientos, de aumentar la información que los demás tienen sobre los problemas que padecen los enfermos mentales, expresión que tampoco me gusta nada pero así nos entendemos todos.
Muchas gracias por vuestra comprensión y como siempre digo salud y suerte amigos.

José Cuadrado Morales

jueves, 12 de abril de 2018

OTRA VEZ A CASTILLEJA DE LA CUESTA

Séptima entrega de las viviencias de Isaias Benjamín.


Y nos fuimos por primera vez de F.A.I.S.E.M. dándoles la contraria a psiquiatras, monitores, jefes, otra vez a Castilleja de la Cuesta fuimos a una agencia inmobiliaria yo y Ben solicitamos, una vivienda que costara 350 euros era el máximo que podíamos pagarle pidiéndonos la agencia que le adelantaremos un mes de fianza, que pedía la propietaria todo esto sin ver la vivienda. Firmamos el contrato por 1año y nos arrepentimos, porque el barrio era problemático y el piso estaba echo un asco  agujeros en las paredes, no había para poder ver la tele, la encimera a de la cocina estaba podrida el papel plástico que la cubría estaba en mal estado, y lo arreglamos por nuestra cuenta ya que la propietaria nos dijo que iba a mandar un amigo para reparar los desperfectos cosa que no fue asi al cabo de un mes ,me decía mi amigo Ben me pican los mosquitos, y a mi también pero la cama era de muelles y sonaba como un condenado mi amigo, que coincidencia que me pica todo el cuerpo entonces fue cuando vimos las chinches y decidimos ir a la agencia a decírselo habían transcurrido 3 meses entonces decidimos irnos de allí, pero la dueña nos dijo que si queríamos irnos tendríamos que abonarles 9meses por el contrato firmado si queríamos irnos que nos fuéramos que nosotros le dábamos la lata, la lata era los problemas entre vecinos que todas las noches discutían entre ellos y se insultaban unos a otros, mientras tanto nos comían las chinches.
 Mi amigo y yo empezamos otra vez a escuchar ,voces en la cabeza a mi amigo Ben escuchaba repetidamente cuando se acostaba en el suelo eres un hijo de mil padres vete de aquí, voces y mas voces escuchaba yo también y a mí me decían mátate cabron ,nos pasaba todo esto picándome las chinches .les mandamos un burro fax ala dueña, diciéndole el problema que nosotros teníamos en el piso, y que nosotros nos íbamos del piso porque nos habíamos vueltos locos. Le pagamos el mes correspondiente y volvimos otra vez a la fundación.
Que nos costo trabajo entrar de nuevo ,si no llega ser por Clara y Angela que sabían que íbamos a volver debido a nuestra enfermedad no podíamos estar solo se nos olvidaban los medicamentos y íbamos a rienda suelta por hay no sabiendo muy bien lo que hacíamos y gastábamos el dinero sin razonamiento, y llego a reunir a nuestras familias para ponernos unas condiciones.. 

lunes, 9 de abril de 2018

LOS FINES DE SEMANA Y LOLI

Quienes siguen habitualmente mis artículos conocen sobradamente mi fobia hacia los fines de semana. Ya la he explicado ligeramente en otras ocasiones por diferentes circunstancias. Ahora voy a dedicar un artículo entero al tema para que quede definitivamente concretado.
Este fin de semana ha sido también duro pero ha sido especial por algo que explicaré más adelante. El sábado fue un día normal. Lo dediqué a las tareas domésticas como es habitual en mí: lavar la ropa, limpiar la casa, hacer la compra y todo lo demás. Tras almorzar me entró la modorra que me suele entrar los fines de semana: me senté en mi sillón azul y me quedé dormido. Y ahí pasé la tarde. No estaba aburrido, pero estaba extraño, pesado. No tenía ganas de ver la tele y tampoco ganas de hacer ninguna otra cosa en especial. Sólo me apetecía meterme en la cama, pero no porque estuviera deprimido, sino porque estaba excesivamente flojo. Era como si las fuerzas que tenía al principio del día hubieran desaparecido de inmediato y yo me hubiera convertido en un ser sin vida, exánime, deseoso de amortajarme entre las sábanas.
Y entre las sábanas me metí. No dormí mucho. Me levanté a las 5.30, que es mi hora habitual de levantarme. Salí a desayunar a mi bar de los domingos y no tenía apetito, cosa rara en mí por las mañanas que es cuando más ganas de comer suelo tener. Desayuné, pues eso, desganado una tostada con paté y me fui rápidamente para casa.
Y ya en casa me entró de nuevo el sopor de los fines de semana. Sentía pesado todo mi cuerpo. No sé si era la falta de obligaciones como cuando tengo Ura o qué, pero me sentía mal. Se me ocurrió escuchar por la radio el partido del Sevilla con el Leganés. Para mi disgusto perdió el Sevilla 2-1 porque juega con mucha desgana. Sólo le van bien los partidos que son eliminatorias, como ocurre con la Copa del Rey o la Liga de Campeones. Reconozco que me afectó considerablemente la derrota del Sevilla.

Después estuve pendiente del partido del Real Betis Energía Plus de Baloncesto que se la jugaba contra el Retabet Bilbao y también perdió. Mi decepción fue doble. La verdad es que mi modorra se combinó con un poquito de desánimo y sólo se me ocurrió tomarme un plátano y un yogur y meterme en la cama a las tres de la tarde. He dormido a ratos hasta las 12 de la noche, contestando whatsApps que me enviaban familiares y amigos. Me he levantado aunque no lo creáis a las 12 de la noche, a la hora que se acuestan muchas personas. Yo no podía estar más en la cama. Cuando no puedo dormir me entran dolores en las articulaciones y me tengo que levantar.
Hechos mis rituales del trastorno obsesivo compulsivo me vestí y me fui a la calle a hacer algunas operaciones en el cajero automático del banco. Los hago más cómodamente. Después fui a una farmacia de 24 horas a sacar las medicinas con la tarjeta sanitaria. Es una evidente comodidad. Más tarde me senté un rato en mi sillón azul y me quedé ligeramente dormido pero cogí un poquito de frío y se me cortó el cuerpo. Todo lo que no es normal no es normal. Me puse el chaquetón y me fui a la calle a eso de las 5 de la mañana.
Estuve paseando un rato. Cuando menos me lo esperaba se me acercó una chica y me preguntó: “¿Me invitas a desayunar?”. Si tuviera que invitar a desayunar a todos los que me lo piden o dar dinero a todos los que hacen lo mismo no tendría para vivir. Pero esta chica me habló con una voz muy dulce y me convenció con su solo aspecto. Y le dije que sí. Hay un bar que abre muy temprano y fuimos hasta él. Ella se pidió una tostada con sobrasada. Estuvo en todo momento muy educada y sobre todo muy agradecida, que no está el mundo sobrado de agradecimiento.
Estuvimos charlando de muchos temas. Hasta que saqué el tema de la Literatura. Le dije que había publicado libros, que ahora estaba preparando la publicación de mi segunda novela, etc. Ella me confesó que también escribía, pero que no había publicado nada. Hago el inciso para decir que no le pregunté en ningún momento por qué estaba a esas horas por la calle. Ella tampoco me preguntó a mí.

Ella me dijo que no sabía cómo publicar sus textos. Yo le expliqué que no era tan difícil y le dije paso a paso cómo tenía que publicar sus libros. Para valorar su calidad le pregunté si sabía algunos de sus poemas de memoria, cosa que yo no sé, y me dijo que sí y me los recitó. Me gustaron. Están muy bien. Creo que puede tener futuro. Le pregunté cómo se llamaba y me dijo que Loli. Yo también le dije mi nombre. Y nos dimos sendos besos recatados en la mejilla. Fue un momento muy bonito que se lo agradezco a la noche y al mal fin de semana que había pasado porque gracias a él yo estaba en aquel momento con esa desconocida.
Me estuvo después contando muchos detalles de su vida sin pedirme a cambio detalles de la mía, cosa que le agradecí porque no estaba yo para contar muchas cosas de mi existencia. Ya lo hago bastante en mis libros y en mis artículos semanales. Lo hacía con un desparpajo evidente y con muestras de tener ganas de comunicación. Creo que se sentía muy sola y tenía muchas ganas de conversación y había encontrado al compañero perfecto. Ahora me pregunto qué hacía a esas horas por la calle, pero nunca se lo preguntaré.
Ella me preguntó si podíamos vernos otro día para darme uno de sus libros para leerlo y darle una opinión más formada sobre su literatura y yo le dije que por supuesto, que era un placer. Me dio su teléfono móvil y yo le di el mío y dijimos que ya nos llamaríamos para quedar para eso. Nos despedimos con otros sendos besitos púdicos en la mejilla. Ella cogió el autobús 2 y yo ya me vine para la Ura para empezar mis actividades.

Pensé en aquello tan consabido de que no hay mal que por bien no venga. Gracias a haberme levantado a las 12 de la noche he hecho una amistad que quién sabe lo que puede traerme de bueno en mi vida. Nunca sabes cuándo vas a encontrar a alguien especial. El destino está lleno de paradojas y ésta puede ser una de ellas.
Pero no quiero pasar más fines de semana como éste. No quiero estar en la cama de día. No quiero hacer creer a mis amigos y familiares que estoy bien y en realidad estoy mal pero es que no quiero preocupar a nadie. Vivo solo como sabéis y estando yo con mis cuitas me avío como puedo y tiro para adelante.
Voy a intentar que el próximo fin de semana sea diferente. Voy a intentar no meterme más en la cama de día. Comer ordenadamente. Llevar unas pautas de trabajo más lógicas. No necesitar de la Ura como un desamparado que se ve perdido sin ella. Porque así es como me siento los fines de semana: sin la responsabilidad de ir a la Ura y tener obligaciones concretas que hacer como lo que estoy haciendo en este momento: escribir mi artículo, que hago con enorme placer.
Voy a intentar que me afecten menos las derrotas de mis equipos y ser más fuerte ante la adversidad. No queda otra. No se puede uno sentir débil ante cualquier contratiempo. No se puede planear la derrota como una forma de vida. Eso no es así. Hay que ser más maduro. Tengo ya 56 años y una experiencia de vida con los problemas de nervios más que evidente y he de aprender de ella si no de qué me sirve.
Aunque este fin de semana me haya permitido conocer a Loli no puedo seguir pasando los fines de semana como hasta ahora. Es el compromiso que adquiero conmigo mismo en este artículo y que estoy dispuesto a cumplir como ya he cumplido otros anteriormente y de los que también he dejado constancia escrita en estos artículos.
Estos artículos son trozos de mi vida que aquí voy dejando para vosotros. Espero que os enseñen algo o que os digan algo y que nos mantengan unidos siempre. Ésa es mi intención. Gracias por leerme. Salud y suerte.


José Cuadrado Morales

viernes, 6 de abril de 2018

A LOS PSIQUIATRAS TAMBIÉN LES GUSTANLOS CHICHOS

Sexta entrega de las historias de vida de Isaias y Benjamín.

Al Dr. Del Pino le gustaban las canciones de los Chichos, él me acompañaba muchas veces cantando canciones y sevillanas.  Un día me llamaron para pasar el tribunal médico, me vieron el estado físico y mental que tenía y me dieron la invalidez permanente absoluta por ley. Aquello me afectó mucho y entonces fue cuando me puse a llorar porque yo no pensaba que estaba tan mal, mi padre me consolaba diciéndome que otras cosas eran peores. Me hablaron de una fundación en la que había pisos tutelados para los enfermos mentales, cuyo nombre es F.A.I.S.E.M. Estuve viviendo un tiempo de alquiler en Bormujos, ya que nadie me quería, excepto mis padres y mis hijos, y ellos no me podían ayudar. Solicité el ingreso por la asistenta social Carmen de Camas en la fundación y al cabo de un tiempo hace mas de 12 años me concedieron un piso tutelado. Allí  conocí  a otros enfermos como yo que se llamaban Ben y Joaquín, en paz descanse este tal Joaquín. Era  del Sevilla, era un fanático del fútbol y hacia diabluras en los pisos de los vecinos como llamar a los pisos y quitarse del medio a altas horas de la madruga y cuando los vecinos venían en busca de él le  echaba las culpas a Isaias cuando él no era responsable. En esa época establecí amistad con Ben que era el que se encargaba de la cocina, el monitor que hacia de comer vio el cielo abierto cuando lo conoció. Vivíamos en un piso enfrente del hospital Macarena y yo tenía una enfermedad, hernia de hiato y ácidos en el estómago, pesaba entonces 50 kg vomitaba todo lo que comía cada dia estaba peor. Mi suerte fue de conocer a Ben que me cocinaba purés de verduras de patatas, que me sentaba  algo mejor que las comidas  y iba tirando hasta que me hicieron pruebas de todas clases en la cruz roja y me dijeron que me tenia que operar. La operación fue un éxito, desde entonces como de todo y no vomito nada, y he engordado como una albóndiga,  ahora peso 74 kg. El psiquiatra viéndome algo mejor, me retiró algunas pastillas, después me cambié de piso con Ben,  nos fuimos a Castilleja de la Cuesta...



jueves, 5 de abril de 2018

LA DIGNIDAD

El honor, el derecho a la intimidad, el respeto, la convivencia, aquello por lo que las personas merecen por su esfuerzo comprensión y carisma. Muchos votamos a los políticos por su carisma. Estos tienen facilidad para atraer a los demás. Solo hay que escudriñar en el alma humana para saber si somos merecedores de la dignidad.
Hay que tener objetivos: el compromiso social, luchar por la nueva generación; nuestros hijos que son el futuro de la humanidad. Luchar por la paz, para dejarles a ellos un mundo mas justo y tolerante .
La competitividad si escrúpulos, el oportunismo, la arrogancia y la codicia son expectativas muy negativos para la dignidad. Afortunadamente formamos parte de un equipo LA HUMANIDAD.


Elisa.


FLAMENCO LIBERAL

Así es como te tienes,
que manejar;
liberate de las ataduras,
del dinero;
y hazlo sin dudar,
que si das todo lo que tienes,
dando poco;
el cien por ciento recibirás.

FLAMENCO LIBERAL

FLAMENCO LIBERAL
FLAMENCO LIBERAL
FLAMENCO LIBERAL


Así es como gira,
la rueda de las riquezas;
deshazte de todo,
lo que tienes guardado;
y te acercarás al amor,
que por el amor,
estamos liberados;
y los que tienen riquezas no.

FLAMENCO LIBERAL

FLAMENCO LIBERAL
FLAMENCO LIBERAL
FLAMENCO LIBERAL

El amor no quiere ataduras, todo lo hace sin pensar;
que el mal de este mundo,
es el capital;
que si lo haces todo por amor,
el amor te liberará.

FLAMENCO LIBERAL

FLAMENCO LIBERAL
FLAMENCO LIBERAL
FLAMENCO LIBERAL

Así es el camino hacia la libertad, de todo genero,
que hay en esta sociedad;
deshazte del dinero,
y hazlo sin pensar.

FLAMENCO LIBERAL

FLAMENCO LIBERAL
FLAMENCO LIBERAL
FLAMENCO LIBERAL
HA, HA, HAY; HA, HA,HA, HA, HA, HA,HA;

HA, HA, HAY; HA,HA,HA,HA,HA,HA, HA,HAY;
FLAMENCO LIBERAL,
FLAMENCO LIBERAL,
FLAMENCO LIBERAL,
FLAMENCO LIBERAL;


Francisco Manuel.