miércoles, 31 de mayo de 2017

TE DEJÉ EN EL OLVIDO

Pieza de música instrumental, con melodía dulce que me haces recordar, los sentimientos de aquellas noches tranquilas, donde de oído las tocaba sentado sobre la cama, y con mis dedos temblorosos dejándolos llevar por el fluido de la sangre, apasionado por escuchar, de cual forma terminaban. Tus dientes de color marfil al acariciarlos me embriagaban, mientras los acompañaba con tus acordes en negro con un grado de abundancia. El timbre de mi voz regularmente se cambiaba, en esa estaba de la pubertad yo mas me aficionaba, a tus teclas de película antigua que yo partido les sacaba.

Fdo: El vuelo de los cisnes.


CRÍTICA DE CINE: "El jugador de ajedrez"

Estamos ante una producción española del año 2017 de 98 minutos de duración, lo cual destaco como primera virtud de la cinta pues da tiempo a contarlo todo con un ritmo ágil. No sobra ni falta nada en la película. Estamos ante un drama no recomendado para menores de 12 años, dirigido por Luis Oliveros.
La cinta es una adaptación cinematográfica de la novela homónima de Julio Castedo que participó con éxito de crítica y público en la pasada edición del Festival de Cine Español de Málaga en su sección oficial.
En el reparto destaca como protagonista principal Marc Clotet. Después podemos señalar a otros actores como Alejo Sauras (que se dio a conocer con la exitosa serie de Telecinco Los Serrano, de la que también salieron con diferente suerte actores como Fran Perea, Verónica Sánchez o Alexandra Jiménez), Melina Matthews y Stefan Weinert.
En cuanto al argumento decir que en 1934 Diego Padilla gana el Campeonato de España de Ajedrez y conoce a una periodista francesa, Marianne Latour, de la cual se enamora. Marianne convence a Diego para que junto con la hija de ambos se vayan a vivir a Francia, concretamente a París, donde poco tiempo después Diego será acusado de espía por los nazis y encerrado en una prisión de las SS.

La acusación de espionaje es falsa. Ha sido una burda y perversa invención de un tal Pierre, que se siente atraído por Marianne, y no sabe cómo quitarse de encima a Diego. Cuando salga de la prisión Diego comprobará que sus antiguos vecinos pensaban que estaba detenido como tantos otros por comunista.
Diego pasa el tiempo en prisión como puede, sobre todo jugando al ajedrez con unas piezas que ha fabricado con piedras. Lo hace sobre todo con su amigo Pablo, quien acabará finalmente como tantos otros fusilado.
A Diego le mantiene también con vida e ilusión el recuerdo de su mujer y de su hija Margaux. También cuenta con la complicidad del coronel que dirige la prisión que, deseoso de aprender a jugar al ajedrez, impedirá que fusilen a Diego para tenerlo como oponente y maestro del juego. También cuando cumple un año de encierro Diego el coronel le permite escribir cartas a su mujer, pero sin que pueda esperar respuesta en ningún momento aunque le lleguen cartas. En su momento Diego descubrirá que esas cartas escritas por él nunca fueron enviadas, pero se las entregará el coronel. No diré cómo, pero las cartas acabarán llegando a manos de Marianne.

Diego estará encerrado 4 años. Tiene que aguantar toda clase de humillaciones por parte de los carceleros como ejecuciones fingidas o tiros de gracia teatralizados. Diego se quedará casi en los huesos. Por cierto, que Marc Clotet hace una interpretación soberbia de Diego, que resulta en todo momento creíble.
Cuando pasan los cuatro años los aliados invaden París para liberar al pueblo francés de los nazis. Estos tienen la orden de matar a todos los prisioneros, pero el coronel impide la ejecución de Diego porque le ha ayudado con el ajedrez a matar el tiempo de aburrimiento en la prisión.
Entonces Diego va a su antigua casa y allí no hay nadie desde hace dos años. Una vecina le informa de que marcharon a Burdeos y hacia allí se dirigirá Diego. Anda durante 500 kilómetros y los 40 siguientes los hace en una camioneta de uno de los viticultores de la zona.
Hasta aquí puedo contar de la película. No diré qué pasará con los personajes, no diré cuál es el final de la relación entre Marianne y Diego, no diré si Margaux reconocerá a su verdadero padre Diego y no Pierre, etc…

Sí diré que la película se torna muy emotiva, no sensiblera, y casi me hace llorar, algo que sabéis que me da mucha rabia porque no me gusta llorar ni para expresar alegría.
Es una pena que la sala estuviera casi vacía y más aún en uno de los tres días de la Fiesta del Cine ( 8, 9 y 10 de mayo), cuando la entrada costaba 2.90 euros.
Yo se lo achaco siempre a la falta de publicidad. En la cadena 2 de Televisión Española vi un amplio reportaje en Días de cine sobre la película que ha sido lo que me ha animado a verla, además de mi querido ajedrez.
Recuerdo ahora otras películas sobre el ajedrez como la excelente “En busca de Bobby Fisher”, sobre el genio norteamericano de este deporte intelectual y de astucia.
La ambientación está muy lograda y los actores están estupendos, sobre todo, insisto, Marc Clotet, del que señalaré algunas declaraciones al final de esta crítica.
El vestuario es muy apropiado y con lo mínimo se construye una estupenda película que desgraciadamente, como tantas otras, pasará sin pena ni gloria por la cartelera.
Yo le concedo cuatro estrellas porque me parece muy buena.

Respecto a las declaraciones de Marc Clotet están hechas a la revista Mk2 Sofilm. Marc confiesa que el ajedrez es un juego fascinante y lleno de posibilidades cinematográficas. Admite que la película El jugador de ajedrez es muy buena y que le resulta fascinante la relación entre el coronel y Diego porque es una forma de salvar la vida de Diego y de dar sentido al absurdo de la vida del coronel en la prisión. Él dice que añadiría a la película sustos como en las películas de terror, cosa que yo creo innecesaria. Marc señala que de no haber sido él Diego en la película hubiera escogido, entre otros, al actor francés Vincent Cassel, y como Marianne a Anjela Nedeyalkova. Dice también Marc que él hubiera metido algo de gore, algo que yo considero también innecesario. Finalmente señala las partidas de ajedrez de la película como partidas de supervivencia, que pueden acabar cuando acabe la propia vida.
En definitiva una película más que interesante que recomiendo. Id a verla pronto porque no va a durar mucho. Salud y suerte.

Calificación: 



José Cuadrado Morales

lunes, 15 de mayo de 2017

UNA TARDE TRASCENDENTE DE TOROS

En la trayectoria taurina de Juan Belmonte, hubo una tarde, que quizás saboreen más aquellos que no estuvieron en esa corrida, que aquéllos, que aún viéndolo, no eran conscientes de la profundidad, contundencia, impacto e influencia que produjo aquello.
Para los que estuvieron allí, su respuesta al ver al torero aquella tarde, su respuesta inicial y tendente sería jalear, casi mecánicamente ya, la faena; pero… ¿por qué empezaron a enmudecer los Olés? ¿Por qué se calló el personal ¿ Porque estaban viendo algo nuevo, grandioso, nunca visto antes , y eso es la QUIETUD .
 La Quietud es el esqueleto del toreo; sin ella, éste se difuminaría, se derrumbaría por falta de verdad, de entrega.. y sin embargo, estarse quieto ante el toro es antinatural para la mente del ser humano; lo instintivo es huir, esconderse, pero ¿quieto? . Es la victoria de la voluntad sobre el miedo y el instinto de supervivencia. Belmonte se adentra en un mundo inquietante… ¡ La exposición, pura y dura, de la vida ante la muerte cada tarde, de forma explícita, desnuda… ¡ Y como él lo hizo, los que vendrían detrás tendrían que hacerlo también, y MEJORARLO, técnica o artísticamente¡
He aquí la gran aportación  Juan Belmonte: el sometimiento y dominio del toro mediante una mezcla de sabiduría técnica de las condiciones del toro, y sobre todo, la quietud, consecuencia de la voluntad del maestro de llegar más allá de lo razonable.
Antes se decía: o te quitas o te quita el toro.    Después se empezó a decir : ni me quito yo, ni me quita el toro. 


Diego. 


MIS PENSAMIENTOS POSITIVOS

- Atrévete con la vida, y disfruta.
- ¿Eres feliz? Lo intento tío, lo intento, pero la vida a veces es muy perra para aguantarla,   pero aquí estoy, dando el callo.
- ¿Qué quieres ser o hacer en la vida? Quiero ser feliz, quiero ser humilde, quiero ser útil.
- Las obligaciones se vuelven muy cuesta arriba cuando en realidad deberíamos estar        agradecidos de poder afrontarlas.
- Recuerda siempre de dónde vienes y no te subas a la luna.
- ¿Por qué pides consejos, si después haces lo que te sale de los huevos? Porque pienso  que tengo razón, y me gusta darle mis pinceladas a la vida.
- Se productivo, no te quedes en casa pensando qué puedo y qué quiero ser o hacer, sin  hacer nada, estando aburrido.
- Yo no controlo el destino, acepta la vida tal cual viene.
- ¿Qué quieres hacer en la vida? ¡Quiero bailar al son de la música, quiero bailar al son de  la vida!
- Todo el mundo es válido, no le saques faltas a los demás.
- No te asustes de las circunstancias, afronta la vida con valor.

Antonio Tequila.



jueves, 11 de mayo de 2017

IMPROVISANDO

No tenía nada previsto para hoy así que toca conjugar el verbo improvisar. Esto me recuerda al clásico al que le pidieron que improvisara la escritura de un soneto y así empezó: “Un soneto me manda hacer Violante/ y en mi vida me he visto en tal aprieto/, catorce versos dicen que es soneto/, burla, burlando van los tres delante”. Pues, parafraseando, burla burlando va el primer párrafo de mi artículo para hoy.
Han terminado las Fiestas Primaverales de Sevilla y han sido todo un éxito metereológico. Ello ha redundado en beneficios económicos para la ciudad y todo ha resultado estupendo. En Semana Santa disfruté sobre todo de mi Hermandad, la de los Servitas, del Sábado Santo, con la Piedad de la Virgen de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y por otro lado el palio de la Virgen de la Soledad, una de las imágenes más bellas para mí de toda la Semana Santa.
En Feria he ido un día como ya comenté en mi artículo anterior. Fui solo pero me lo pasé muy bien. Almorcé en uno de los chiringuitos que bordean la Feria. Me monté en algunos cacharritos y aún tengo agujetas provocadas sobre todo por los choques en los coches locos. Uno no está ya para estos trotes, pero le eché paciencia y buen humor. Jugué en la tómbola y me tocó un peluche, un elefante, al que le he puesto nombre como a todos mis peluches, Trompón por la enorme trompa que tiene. Fui a la Feria por la mañana, tirando al mediodía, porque no me gustan las bullas, me agobian y hacen aflorar mi agorafobia y me siento fatal. Así que hago bien al evitarlo.
He aprovechado las vacaciones de Feria para ver películas en televisión, sobre todo el interesante ciclo de Historia de nuestro cine en la segunda cadena de Televisión Española. Han cumplido ya la emisión de quinientas películas. Es muy interesante la revisión que se está haciendo y estoy aprendiendo mucho. Innumerables películas que se están emitiendo las desconocía porque son de los años cuarenta, cincuenta y yo nací en 1961. Los críticos hacen muy buenas presentaciones y consiguen atraer al público a las películas que se emiten, además de la simpatía de la presentadora. Al cine propiamente dicho no he ido porque he estado un poco perezoso, pero esta semana iré para escribir la pertinente crítica la próxima semana.
También he invertido parte de mi tiempo en releer mi próxima novela, de cuyas pruebas de imprenta estoy pendiente. Sigo estando de acuerdo con todo lo que he escrito y me parece una buena primera novela. He puesto todo lo mejor de mí mismo y he metido todas mis experiencias de salud mental, que también irán en las dos siguiente novelas de la trilogía.
He estado un poco más de tiempo con mi hijo para cultivar las relaciones paternofiliales. Él ha estado un poco pachucho, cosa que no me gusta nada. Me disgusta verlo malo porque es un chico muy fuerte y robusto y se viene abajo enseguida cuando se siente un poco mal. Yo también he estado algo mal con el estómago, creo que por algo que comí en la Feria. Me he cuidado lo mejor que he podido y he salido adelante. La enfermedad parcial ha sido una experiencia positiva porque me ha hecho sentir más seguro al tener que ir a comprar estando malo y tener que lavar y hacer las faenas de la casa. Lo que no te mata te hace más feliz. Pues eso he intentado aplicar para no venirme abajo aunque me he tenido que acostar un par de días muy temprano porque me sentía francamente débil con la gastroenteritis.
He echado una ojeada también a las dos novelas que conformarán la trilogía de Monólogo en clave neurótica. No tengo ninguna prisa porque no se publicarán hasta el año que viene y 2019. Pero viene bien ir cogiendo la onda de lo que quiero realmente transmitir para que el mensaje quede perfectamente claro. He estado trabajando algo en la estructura que quiero darles y en el estilo que deseo aplicar para que resulten lo más novedosas posibles y aporten lo máximo posible a los lectores.
He hecho también un poco más de vida familiar. He visitado a mi hermana enferma de esclerosis múltiple. Su enfermedad avanza imparable y no hay vías de solución. La otra hermana está mejor de sus dolencias. A ella la veo todas las semanas porque vive en Sevilla capital como yo y me resulta más fácil.

He visto a algunos amigos que hacía tiempo que no veía para hacer un poco más de vida social que me viene bien porque últimamente con los libros y otras cuestiones estoy un poco aislado. A veces me meto demasiado dentro de mi mundo y me olvido de que hay muchas más cosas fuera.
No he viajado como tantas otras personas a ningún sitio. Lo dejo para el verano como todos los años. Haré mi protocolario viaje a mi segunda ciudad favorita, Madrid. Siempre tiene algo que enseñarme porque es una ciudad imprevisible. Mi hijo dice que Madrid es una ciudad gris y sin duda lo es porque está repleta de edificios, algunos de ellos rascacielos, grandes construcciones. Pero detrás de ese tono grisáceo hay toda una gama de colores que hay que saber descubrir. Yo lo llevé a Madrid en los años 2000 y 2001. Era demasiado pequeño como para retener en su memoria todas las cosas hermosas que vio, desde el Parque de Atracciones hasta el Museo de Cera, desde el Museo del Prado al Museo Reina Sofía y revivir en cualquier momento todas las cosas buenas que vivió. En fin: sigue en una edad de inútil rebeldía por la que todos hemos pasado y no lo tengo en cuenta.

También me ha dado tiempo para estar malo psicológicamente. Es decir, que he tenido bajones, ganas de tumbarme solo en el sofá y no hacer nada o de irme pronto por la noche a la cama para intentar dormirme y olvidarme de mis miserias psiquiátricas. Me cuesta a veces mucho trabajo rematar los días, como le pasa al Sevilla Fútbol Club con los partidos, que no sabe rematarlos. Pues yo lo imito y no sé muchas veces rematar los días, pero siempre llega un día nuevo y llega con él la esperanza y el deseo de hacer cosas nuevas y empezar como una especie de vida nueva que alimente las venas y el espíritu.
Pues estoy aquí lunes 8 de mayo empezando otra semana repleta de esperanzas, de posibilidades, de proyectos, de ganas de vivir, de ganas de luchar contra las adversidades que me surjan. Tengo deseo de seguir adelante y de no aliarme ni siquiera mentalmente con los suicidas ni con las personas que se hacen daño para seguir adelante. Creo que ya es bastante con el sufrimiento que ya de por sí padecemos. Ayer fue el día de las madres. Me quedé dormido en el sillón y casualmente soñé con mi madre. La eché de menos en el sueño y después me dio un  poco de tristeza al despertarme y recordarla. Anduve ya todo el día tocado pero salí adelante. 
Me acosté a las 9 y media de la noche y he levantado a las 4 de la madrugada. A las 6 de la mañana ya estaba yo en el kiosco de prensa para comprar mi periódico y desayunar leyéndolo en el bar como hago todos los días. Es uno de los placeres que puedo permitirme y que espero no dejar de tener el resto de mi vida. Eso me recuerda mi época de periodista, cuando, fundamentalmente, yo trabajaba en El Correo de Andalucía. Ahora precisamente nos han hecho una entrevista previa a mí y a los compañeros del blog de la Ura para un reportaje para un canal de internet a realizar el próximo 22 de mayo. Resulta ilusionante que se valore tu trabajo. No hace mucho también se publicó en prensa un reportaje sobre el trabajo del blog de la Ura que estuvo muy bien redactado y que también me permitió recordar tiempos pasados, no sé si más felices, pero sí desde luego diferentes.
Pues esta ha sido mi improvisación. Y ha dado para mucho. Aún tengo agujetas de las atracciones de la Feria. Me duelen bastante por la mañana cuando me levanto y el cuerpo está aún frío. Ya me he recuperado de las gastroenteritis. He bebido mucho aquarius y me he cuidado lo mejor que he podido. Espero que el año que viene mi Feria sea tan productiva como ésta, aunque vaya un solo día. Con eso tengo más que suficiente. Me he planteado como un reto personal ir al menos un día a la Feria todos los años hasta que el cuerpo aguante. No quiero sentirme acabado en nada. Tampoco en esto.

La semana que viene volveré con mis críticas de cine después del parón feriante. Ya veré qué película escojo para criticar esta semana. Tomaré mis anotaciones en mi libretita de bolsillo que suele acompañarme y le pondré como siempre todo el interés del mundo. Cuidaos mucho. Salud y suerte.

José Cuadrado Morales

IDEAS QUE ME ATRAPAN

A veces, suelo tener a mano un papel limpio y un Boli por si acaso escucho, veo o leo alguna frase, comentario o idea, que me atrapa y yo, a su vez intento detenerlas en el tiempo y espacio, frases o comentarios que con el discurrir de los días o meses, al leerlas de nuevo, tienen más migas de lo que en un principio pudiera parecer. A continuación, van algunos ejemplos:

“¡¡  OH, Dios, son tan grandes tus mares ,y tan pequeños nuestros barcos… ¡! Decía el Jefe del Almirantazgo inglés en el siglo XIX, con Disraeli en el gobierno.”

Ahora, una sevillana dedicada a Sevilla, precisamente:

 “Sevilla tiene una cosa, Que sólo tiene Sevilla,
Que sólo tiene Sevilla, luna Sol, Flor y Mantilla
una risa y una pena, y una Virgen MACARENA
que también es de Sevilla.
Y Sevilla por tener, tiene la gloria en sus manos,
a JESÚS DEL GRAN PODER , QUE TAMBIÉN ES SEVILLANO”.

“La SENCILLEZ es una LUZ que seduce el ALMA”

 “Un amigo es aquél, que te da la libertad  de ser TÜ MISMO. ( JIM MORRISON)”
      
“La MENTE es como un Paracaídas ; sólo funciona si está abierta( A. Einsteins)”.
        
“Las cosas son como son, y las personas igual; nosotros las vemos como las vemos.”

Marco Aurelio:
              
Mientras tengas TIEMPO,
mientras estés VIVO,
HAZTE BUENO.

Otra de Marco Aurelio…:

“No lo hagas, si no conviene,
no lo digas, si no es verdad”.

“Cierta persona le pregunta al gran Julio Camba, que si le gustaría que le pusieran una calle, a lo que respondió. ¿para qué quiero una calle, si yo lo que necesito es un piso?...”

“LUCHEMOS UNIDOS, O NOS COLGARÁN POR SEPARADO”.

“Las cosas no se dicen , se hacen; al hacerlas , se dicen solas.(E. Inda).”

“El que se va sin que le echen ,vuelve cuando quiere”.

“ De dos teorías análogas, hay que elegir la más sencilla.

“ NI MÁS QUE TÚ, NI MENOS QUE TÚ, IGUAL QUE TÚ. (masones de Sevilla.)

“Las apariencias de las cosas nos lleva a conocer el interior de cada persona, pues sus gestos nos dicen lo que piensan o dicen”.


La campeona de badminton de Huelva Carolina Martín, resume lo que hace posible ser una número 1 de ese deporte de esta manera: “ PUEDO, PORQUE SIENTO QUE PUEDO”.   
    
SANDRA, presentadora de programas de T.V. definió que:


“EN LA SUTILEZA, ESTÁ LA GRANDEZA”
                         
Y ya, para ir terminando, pinceladas sobre algo inabarcable, inabordable, Inconmensurable…. Sinceridad, contención, naturalidad, desborde, mesura, placer, pasión, equilibrio, sencillez, armonía, abundancia, nervios, orden, bondad, sabiduría, sabedores, masones, poetas ,aguja, Arte, ilusión, sacrificio , sed, riqueza , legado, verdad, camareras, carne en el palo, tradición, improvisación, barrio, justicia , andares, ejemplo, consecuencia, aire, Imponente, calentitos, hospital, plumas, nube, rocío, Madre, consuelo, rebeldía, amor  ,Vida, testimonio, Esencia, contundencia, SIEMPRE: extrema, extrema, fuerza  ,ternura , geometría, cornetines, crujir, ……. En fin
, como dice es su himno:                                          
        
Eres la Madre de Dios, y dios, en Ti, se recrea,
porque todas las virtudes,
Las concentró en tu belleza.
Si el Arco es razón de Fe……


Diego.

EL MÓVIL NUEVO Y LA LLAMADA INOPORTUNA JAJAJA..

Esto te puede pasar a ti también; llevo unos tres meses intentando comprar un móvil y al final decidí comprármelo financiado en 24 meses. Era la única posibilidad de tener un móvil mediano con 2 gigas, me comentaron que era lo mínimo, de memoria, pues según dicen después no puedes actualizarlo bien. Hasta ahí bien, al final, como niño con juguete nuevo, pantalla regular, cámara buena con una resolución aceptable, en fin cuidándolo lo mejor imposible. El problema es que no le  compre una funda, entre que vivo fuera, luego me quedé sin pasta  y por si fuera poco, no encontraba una del tamaño adecuado, en definitiva, NO LA COMPRE. Cuando  llego a Sevilla para comprar la susodicha funda, me bajo del bus y me llama mi hermana, no cojo el teléfono, estoy en otra cosa. Al momento  la llamo y se me CAE EL MÓVIL Y SE ME ROMPE  PANTALLA, ¡NO PUEDE SER! y lo mas trágico  es que solo me faltaban uno 200 metro para llegar a la tienda donde vendían la funda y el salva pantallas. Consejo intentar compra las dos o tres cosas juntas, móvil, funda y salva pantalla, no os riáis, que os puede pasar con  algo parecido. Punto y final.


Antonio.


lunes, 8 de mayo de 2017

TAJ-MAHAL

En un sueño contemplo el esplendor de un cielo la panoja cuyos ramos llevan multitud de florecitas, el canto espiritual de ese coro eclesiástico. A veces veo parajes tan impresionantes, tan hermosos y bellos con jardines inmensos. ¡Oh! Si, sueño contigo, con ese amor que desprendes al pasar por tus puertas abiertas a todo el mundo. Eres gigante con tu blancura brillante y tus aguas claras como el cristal. ¿Por qué te pusieron ese nombre sueño? Ya te veo, pero estas tan lejos que siento envidia, siento ser digno de compasión, me lastimas mis sentimientos los cuales lleno con tu reflejo involuntario cargado de calor, con el sonido y el eco del liceo ¡Si! Así eres tu, pasión. Rosa, tu color es como la sangre derramada en antiguas guerras, armadas de rejalgar, con tu arsénico venenoso, moras en mi piel sin tregua. Destrozas mi pobre corazón cargado con la pasión plena, con tus leyes de belleza y mandato embriagador, me conquistas con firmeza esperando una ilusión.


Fdo: El Vuelo de los cisnes.


martes, 2 de mayo de 2017

NO MORE TEARS (No más lágrimas)

Es una tarde lluviosa de abril y suena la música de la lluvia en los cristales. Pienso en la música y pongo la radio y escucho una primera canción: “No more tears”, es decir, literalmente “No más lágrimas”. Estoy escribiendo y dejo de escribir para pensar en ese título y en el contenido de la canción que más o menos entiendo y me solidarizo con el cantante: no más lágrimas, me cansé de las lágrimas hace mucho tiempo y decidí dejar de llorar porque las lágrimas no me llevaban a ninguna parte y sólo conseguía sufrir más, desgastarme interiormente, deshacerme por completo.
Recordé entonces los tiempos pasados en los que yo lloraba mucho y me resistí a creer lo que decía el poeta sobre que cualquier tiempo pasado fue mejor. Para mí no desde luego. Ese pasado fue una época en la que yo lloraba una barbaridad, a veces por nimiedades, por pequeñas cosas, y en ocasiones por razones verdaderamente importantes. Pero eran lágrimas que me consumían, que me reducían a nada, que me convertían en un cobarde, en alguien incapaz de afrontar las situaciones “normales” por las que uno tiene que pasar por la vida.
Recuerdo que lloré mucho por mi divorcio. ¿Y qué conseguí con tantas lágrimas? Nada. Seguramente alegrarle la vida a mi ex y a mis enemigos por verme tan hecho polvo y tan debilitado para hacer frente a la adversidad. Bebía entonces mucho y no me daba cuenta de que me estaba haciendo mucho daño. No fue hasta que me hicieron una prueba un día que me ingresaron en observación en el Hospital Virgen Macarena, cuando me dijo el doctor que tenía algo en el hígado y que si seguía bebiendo no duraría mucho. Fue un día 14 de febrero cuando dejé de beber. Me tomé la última copa de anís de mi vida y no he vuelto a probar el alcohol. Y  por supuesto dejé de llorar por mi divorcio. Lo esencial, ahora, hoy, lo tengo: una buena relación con mi hijo y una relación administrativa positiva con mi ex.

Lloré mucho por mi hijo. Tenía sólo dos años cuando mi ex y yo nos divorciamos. Yo pensaba que podría crecer traumatizado por la separación y me volqué con  él. La madre también hizo bien su trabajo. Hoy mi hijo es un chico de casi 27 años  equilibrado que tiene dos carreras y prepara oposiciones para juez. ¿De qué me sirvió entonces llorar tanto? De nada. Ni siquiera de desahogo porque después de unas lágrimas venían otras y al final nunca dejaba de llorar.
Lloré por la muerte de mi padre, que aconteció dos meses antes de mi separación. Introduje en el ataúd de mi padre una carta con la promesa de que saldría adelante, de que seguiría siendo escritor, de que sería fuerte. No servían las lágrimas de nada. Además: yo sabía que iba a un lugar mejor, donde iba a estar mucho más feliz que aquí, en este parcialmente bien llamado valle de lágrimas. He cumplido las promesas que le hice a mi padre. Este año se cumplen 25 de su fallecimiento y yo sigo entero y he superado la adicción a las lágrimas. No más lágrimas, por favor.
He llorado mucho estos últimos años por desengaños amorosos. He sufrido cada abandono como una despedida de la vida y no he podido resistir el llorar. ¿Para qué? Para disfrute del enemigo, para que éste observe cómo yo me baño en fango y autocompasión. No quiero más lágrimas. Si hay una ruptura hay más amores. Siempre otros llegarán porque el mundo está lleno de personas y en alguna depositaré mis sentimientos cuando las circunstancias lo propicien.
Recuerdo perfectamente cuándo lloré por última vez: el día en que murió mi madre, el 21 de enero de 2009. Coincidió con una ruptura amorosa y las lágrimas bajaban de mis ojos con incisiva intensidad. Mi madre viajaba al mismo lugar maravilloso donde ya mi padre llevaba unos años y la ruptura amorosa era una más en mi larga trayectoria sentimental. ¿Para qué las lágrimas? Para nada. No más lágrimas, por favor. No more tears.
Me ingresaron entonces por primera y última vez en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Universitario Virgen Macarena. Por los dos motivos mencionados. Yo me encontraba fatal. Además no tomaba medicación porque me daban miedo los efectos secundarios. Allí me convencí (y me convenció el doctor) de que tenía que tomar medicamentos si quería dejar de llorar. Y así empecé un tratamiento, que en gran medida continúa y que me ha servido para lograr mi gran objetivo: DEJAR DE LLORAR. NO MÁS LÁGRIMAS. NO MORE TEARS.
Estuve en el Hospital algo más de dos semanas y fue una experiencia lo suficientemente frustrante como para no volver otra vez. Tenía que luchar más por mí mismo. Y éste es el gran mensaje de este sincero artículo: hay que mirar por uno mismo y no concederle tanto terreno a las lágrimas que muchas veces no dan sino la impresión de un victimismo decadente y miserable.
Salí del Hospital con la clara convicción de que de mis ojos no saldrían nuevamente lágrimas y con muchas decisiones tomadas. El tiempo de ingreso me sirvió de reflexión porque allí era casi lo único que se podía hacer: meditar. Meditar y dormir, supongo que las dos cosas que yo más necesitaba. Desde aquí le doy las gracias al doctor que me atendió (cuyo nombre no recuerdo ahora) y que me señaló el camino de la medicación para dejar de llorar.
No he vuelto a llorar desde ese día. Es decir: llevo más de ocho años sin llorar y eso para mí es la mayor victoria de mi vida. Y he tenido ganas, el impulso, pero las medicinas me lo han impedido y les doy mil gracias. He superado los efectos secundarios y me he adaptado a ellas con fuerza y poderío.
A veces me emociono por algo, me siento feliz cuando hago el amor con la mujer que yo me sé y que es mi cómplice en este universo lacrimoso, me estremezco por una buena película (cada vez menos por el cine que se hace o el cine que nos llega y quieren que veamos), sufro por la esclerosis múltiple de mi hermana pequeña, etc… Pero no llego a las lágrimas. No me permito llorar. No quiere permitirme ser más débil.
Esto para mí es una VICTORIA.
Por eso canto la canción No more tears, No más lágrimas, en ese día de abril lluvioso que parece por la lluvia que quiere llorar por mí. Yo se lo permito, pero no me permito a mí mismo llorar más.
Igual podría cantar otra canción que también ha sonado en esa tarde del mes de abril: “No more lonely nights”, es decir, “No más noches solitarias”, de Paul McArtney, el ex de Los Beatles. Ya no siento mis noches solitarias, aunque a veces tengo atisbos de soledad (de día y de noche, que la soledad no es exclusiva de la nocturnidad). Tengo a Dios y me tengo a mí mismo. Y de vez en cuando a esa amiga especial que me acompaña y ofrece todo su cariño y más. Amo mi soledad para escribir, pensar, ver la televisión, ir al cine y un montón de cosas más. Ahora que viene la Feria de Sevilla iré un día SOLO y me lo pasaré muy bien almorzando allí, montándome en unos cuantos cacharritos, jugando en la tómbola, jugando a los patitos, tomándome un buen gofre con nata y chocolate, etc… Y no necesito a nadie para divertirme. Y esto no quiere decir que no necesite de nadie. En absoluto. Tengo buenos amigos, muchos de ellos de la Ura y soy feliz con ellos. Pero no puedo permitirme no ser feliz conmigo mismo como hacía cuando lloraba tanto.
He descubierto los placeres de tenerse a uno mismo. Son inagotables, lo cual no quiere decir que no eche de menos en momentos puntuales a alguien que viva conmigo, o a un persona con quien conversar o compartir lo que sea, o cocinar para otra persona además de para mí y muchas otras situaciones como se plantean en la vida cotidiana. Uno mismo no debe fallarse nunca y si lo hace aplicar frases con fuerza de solidaridad como: NO TODO DEBE SER PERFECTO O AUTOESTIMA Y FLEXIBILIDAD. Es muy importante ser flexible con uno mismo para poder aceptar los errores que cometemos en la vida diaria.
Uno es el más directo beneficiario de todo lo bueno que hace. Una buena amiga, que fue novia en su momento por poco tiempo por desgracia porque la dejé para irme con la que sería mi esposa que luego me abandonó, me dedicó un libro con la siguiente frase: “Quien canta es el primero en recibir los beneficios de su canción”. Pocas frases como ésta me han ayudado tanto en la vida. La aplico en los momentos duros cuando logro salir a flote y me siento reconfortado. Entonces me doy cuenta de que yo soy el primero en recibir los beneficios de las cosas buenas que me ocurren.
Recuerdo ahora algo que escribí hace poco al criticar la película  “ Moonlight”, ganadora del óscar a la mejor película este año. Me llamaron la atención sobre todo dos escenas. Ahora me refiero sobre todo a una de ellas en la que el protagonista le dice a su íntimo amigo: “He llorado tanto que creía que me iba a convertir en agua”. Él se da cuenta a tiempo de que tiene que dejar de llorar y ser más fuerte. Y lo hace. Se muscula, coge fuerza interior y se convierte en otra persona, sin perder su condición de homosexual, que es lo que más problemas le generaba.
Recuerdo ahora también que escribo este artículo dos películas que he revisitado recientemente: “No es bueno que el hombre esté solo” de Pedro Olea, protagonizada por José Luis López Vázquez, y “Tamaño Natural” de Luis García Berlanga, protagonizada por Michel Piccoli. Ambas películas plantean lo mismo: la relación de pareja estable entre un hombre y una muñeca de tamaño natural como dice el título del psicalíptico director de cine ya fallecido. No la defiendo, pero me parece una forma positiva como otra cualquiera de combatir la soledad y de evitarse las lágrimas que suponen muchas veces las relaciones de pareja. No diré los finales de las películas por si tenéis la ocasión de verlas, pero ambas son muy recomendables.
Recuerdo ahora también un poema corto de mi libro “Micropoemas” publicado en 2006: “Ni una lágrima/merece la pena;/ los ríos llevan tanta agua/que nadie la aprecia”. Efectivamente: los ríos llevan mucha agua, más o menos según su caudal, y nadie la aprecia por considerarlo algo sencillamente natural. Sólo se nota su ausencia en épocas de sequía, es decir, cuando no se tiene agua suficiente. Y los versos que más destaco son los dos primeros: la innecesidad de las lágrimas. Siempre hablo del exceso de llanto, no de un llorar pequeño que sirva de simple y necesario desahogo. No hay que ser extremista y decir: pues no lloro nunca y en ningún momento. No. No se trata de eso. Se trata de no llorar demasiado, no vaciarse en lágrimas y sufrir horrores. Hay que mirar por uno mismo porque si no lo hacemos, ¿quién lo hará? ¿A quién le importaremos más que a nosotros mismos? La respuesta es rotunda para mí: a nadie.
En fin: creo que mereció la pena ese día de abril lluvioso poner la radio y escuchar No more tears. No sólo me inspiró este artículo sino que me reforzó mis propias convicciones sobre las lágrimas y todo lo que significa el sufrimiento. Yo quisiera ser fuerte siempre, pero no puedo. Muchas veces me siento mal y me cuesta tirar hacia delante. Pero con más o menos esfuerzo lo consigo y puedo cantar victoria. Pues de eso se trata: de vencer día a día, esas pequeñas batallas que conforman la gran guerra de la vida. Salud y suerte.


José Cuadrado Morales