No tenía nada previsto para hoy así que toca
conjugar el verbo improvisar. Esto me recuerda al clásico al que le pidieron
que improvisara la escritura de un soneto y así empezó: “Un soneto me manda
hacer Violante/ y en mi vida me he visto en tal aprieto/, catorce versos dicen
que es soneto/, burla, burlando van los tres delante”. Pues, parafraseando,
burla burlando va el primer párrafo de mi artículo para hoy.
Han terminado las Fiestas Primaverales de Sevilla y
han sido todo un éxito metereológico. Ello ha redundado en beneficios
económicos para la ciudad y todo ha resultado estupendo. En Semana Santa
disfruté sobre todo de mi Hermandad, la de los Servitas, del Sábado Santo, con la Piedad de la Virgen de los Dolores y el
Santísimo Cristo de la Buena Muerte
y por otro lado el palio de la
Virgen de la
Soledad , una de las imágenes más bellas para mí de toda la Semana Santa.
En Feria he ido un día como ya comenté en mi
artículo anterior. Fui solo pero me lo pasé muy bien. Almorcé en uno de los
chiringuitos que bordean la Feria. Me
monté en algunos cacharritos y aún tengo agujetas provocadas sobre todo por los
choques en los coches locos. Uno no está ya para estos trotes, pero le eché
paciencia y buen humor. Jugué en la tómbola y me tocó un peluche, un elefante,
al que le he puesto nombre como a todos mis peluches, Trompón por la enorme
trompa que tiene. Fui a la Feria
por la mañana, tirando al mediodía, porque no me gustan las bullas, me agobian
y hacen aflorar mi agorafobia y me siento fatal. Así que hago bien al evitarlo.
He aprovechado las vacaciones de Feria para ver
películas en televisión, sobre todo el interesante ciclo de Historia de nuestro
cine en la segunda cadena de Televisión Española. Han cumplido ya la emisión de
quinientas películas. Es muy interesante la revisión que se está haciendo y
estoy aprendiendo mucho. Innumerables películas que se están emitiendo las
desconocía porque son de los años cuarenta, cincuenta y yo nací en 1961. Los
críticos hacen muy buenas presentaciones y consiguen atraer al público a las
películas que se emiten, además de la simpatía de la presentadora. Al cine
propiamente dicho no he ido porque he estado un poco perezoso, pero esta semana
iré para escribir la pertinente crítica la próxima semana.
También he invertido parte de mi tiempo en releer
mi próxima novela, de cuyas pruebas de imprenta estoy pendiente. Sigo estando
de acuerdo con todo lo que he escrito y me parece una buena primera novela. He
puesto todo lo mejor de mí mismo y he metido todas mis experiencias de salud
mental, que también irán en las dos siguiente novelas de la trilogía.
He estado un poco más de tiempo con mi hijo para
cultivar las relaciones paternofiliales. Él ha estado un poco pachucho, cosa
que no me gusta nada. Me disgusta verlo malo porque es un chico muy fuerte y
robusto y se viene abajo enseguida cuando se siente un poco mal. Yo también he
estado algo mal con el estómago, creo que por algo que comí en la
Feria. Me he cuidado lo mejor que he podido
y he salido adelante. La enfermedad parcial ha sido una experiencia positiva
porque me ha hecho sentir más seguro al tener que ir a comprar estando malo y
tener que lavar y hacer las faenas de la casa. Lo que no te mata te hace más
feliz. Pues eso he intentado aplicar para no venirme abajo aunque me he tenido
que acostar un par de días muy temprano porque me sentía francamente débil con
la gastroenteritis.
He echado una ojeada también a las dos novelas que
conformarán la trilogía de Monólogo en clave neurótica. No tengo ninguna prisa
porque no se publicarán hasta el año que viene y 2019. Pero viene bien ir
cogiendo la onda de lo que quiero realmente transmitir para que el mensaje
quede perfectamente claro. He estado trabajando algo en la estructura que
quiero darles y en el estilo que deseo aplicar para que resulten lo más
novedosas posibles y aporten lo máximo posible a los lectores.
He hecho también un poco más de vida familiar. He
visitado a mi hermana enferma de esclerosis múltiple. Su enfermedad avanza
imparable y no hay vías de solución. La otra hermana está mejor de sus
dolencias. A ella la veo todas las semanas porque vive en Sevilla capital como
yo y me resulta más fácil.
He visto a algunos amigos que hacía tiempo que no
veía para hacer un poco más de vida social que me viene bien porque últimamente
con los libros y otras cuestiones estoy un poco aislado. A veces me meto
demasiado dentro de mi mundo y me olvido de que hay muchas más cosas fuera.
No he viajado como tantas otras personas a ningún
sitio. Lo dejo para el verano como todos los años. Haré mi protocolario viaje a
mi segunda ciudad favorita, Madrid. Siempre tiene algo que enseñarme porque es
una ciudad imprevisible. Mi hijo dice que Madrid es una ciudad gris y sin duda
lo es porque está repleta de edificios, algunos de ellos rascacielos, grandes
construcciones. Pero detrás de ese tono grisáceo hay toda una gama de colores
que hay que saber descubrir. Yo lo llevé a Madrid en los años 2000 y 2001. Era
demasiado pequeño como para retener en su memoria todas las cosas hermosas que
vio, desde el Parque de Atracciones hasta el Museo de Cera, desde el Museo del
Prado al Museo Reina Sofía y revivir en cualquier momento todas las cosas
buenas que vivió. En fin: sigue en una edad de inútil rebeldía por la que todos
hemos pasado y no lo tengo en cuenta.
También me ha dado tiempo para estar malo
psicológicamente. Es decir, que he tenido bajones, ganas de tumbarme solo en el
sofá y no hacer nada o de irme pronto por la noche a la cama para intentar
dormirme y olvidarme de mis miserias psiquiátricas. Me cuesta a veces mucho
trabajo rematar los días, como le pasa al Sevilla Fútbol Club con los partidos,
que no sabe rematarlos. Pues yo lo imito y no sé muchas veces rematar los días,
pero siempre llega un día nuevo y llega con él la esperanza y el deseo de hacer
cosas nuevas y empezar como una especie de vida nueva que alimente las venas y
el espíritu.
Pues estoy aquí lunes 8 de mayo empezando otra
semana repleta de esperanzas, de posibilidades, de proyectos, de ganas de
vivir, de ganas de luchar contra las adversidades que me surjan. Tengo deseo de
seguir adelante y de no aliarme ni siquiera mentalmente con los suicidas ni con
las personas que se hacen daño para seguir adelante. Creo que ya es bastante
con el sufrimiento que ya de por sí padecemos. Ayer fue el día de las madres.
Me quedé dormido en el sillón y casualmente soñé con mi madre. La eché de menos
en el sueño y después me dio un poco de
tristeza al despertarme y recordarla. Anduve ya todo el día tocado pero salí
adelante.
Me acosté a las 9 y media de la noche y he levantado a las 4 de la
madrugada. A las 6 de la mañana ya estaba yo en el kiosco de prensa para
comprar mi periódico y desayunar leyéndolo en el bar como hago todos los días.
Es uno de los placeres que puedo permitirme y que espero no dejar de tener el
resto de mi vida. Eso me recuerda mi época de periodista, cuando,
fundamentalmente, yo trabajaba en El Correo de Andalucía. Ahora precisamente
nos han hecho una entrevista previa a mí y a los compañeros del blog de
Pues esta ha sido mi improvisación. Y ha dado para
mucho. Aún tengo agujetas de las atracciones de la
Feria. Me duelen bastante por la mañana
cuando me levanto y el cuerpo está aún frío. Ya me he recuperado de las
gastroenteritis. He bebido mucho aquarius y me he cuidado lo mejor que he
podido. Espero que el año que viene mi Feria sea tan productiva como ésta,
aunque vaya un solo día. Con eso tengo más que suficiente. Me he planteado como
un reto personal ir al menos un día a la Feria todos los años hasta que el cuerpo aguante.
No quiero sentirme acabado en nada. Tampoco en esto.
La semana que viene volveré con mis críticas de
cine después del parón feriante. Ya veré qué película escojo para criticar esta
semana. Tomaré mis anotaciones en mi libretita de bolsillo que suele
acompañarme y le pondré como siempre todo el interés del mundo. Cuidaos mucho.
Salud y suerte.
José Cuadrado Morales
José Cuadrado Morales
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