miércoles, 31 de mayo de 2017

CRÍTICA DE CINE: "El jugador de ajedrez"

Estamos ante una producción española del año 2017 de 98 minutos de duración, lo cual destaco como primera virtud de la cinta pues da tiempo a contarlo todo con un ritmo ágil. No sobra ni falta nada en la película. Estamos ante un drama no recomendado para menores de 12 años, dirigido por Luis Oliveros.
La cinta es una adaptación cinematográfica de la novela homónima de Julio Castedo que participó con éxito de crítica y público en la pasada edición del Festival de Cine Español de Málaga en su sección oficial.
En el reparto destaca como protagonista principal Marc Clotet. Después podemos señalar a otros actores como Alejo Sauras (que se dio a conocer con la exitosa serie de Telecinco Los Serrano, de la que también salieron con diferente suerte actores como Fran Perea, Verónica Sánchez o Alexandra Jiménez), Melina Matthews y Stefan Weinert.
En cuanto al argumento decir que en 1934 Diego Padilla gana el Campeonato de España de Ajedrez y conoce a una periodista francesa, Marianne Latour, de la cual se enamora. Marianne convence a Diego para que junto con la hija de ambos se vayan a vivir a Francia, concretamente a París, donde poco tiempo después Diego será acusado de espía por los nazis y encerrado en una prisión de las SS.

La acusación de espionaje es falsa. Ha sido una burda y perversa invención de un tal Pierre, que se siente atraído por Marianne, y no sabe cómo quitarse de encima a Diego. Cuando salga de la prisión Diego comprobará que sus antiguos vecinos pensaban que estaba detenido como tantos otros por comunista.
Diego pasa el tiempo en prisión como puede, sobre todo jugando al ajedrez con unas piezas que ha fabricado con piedras. Lo hace sobre todo con su amigo Pablo, quien acabará finalmente como tantos otros fusilado.
A Diego le mantiene también con vida e ilusión el recuerdo de su mujer y de su hija Margaux. También cuenta con la complicidad del coronel que dirige la prisión que, deseoso de aprender a jugar al ajedrez, impedirá que fusilen a Diego para tenerlo como oponente y maestro del juego. También cuando cumple un año de encierro Diego el coronel le permite escribir cartas a su mujer, pero sin que pueda esperar respuesta en ningún momento aunque le lleguen cartas. En su momento Diego descubrirá que esas cartas escritas por él nunca fueron enviadas, pero se las entregará el coronel. No diré cómo, pero las cartas acabarán llegando a manos de Marianne.

Diego estará encerrado 4 años. Tiene que aguantar toda clase de humillaciones por parte de los carceleros como ejecuciones fingidas o tiros de gracia teatralizados. Diego se quedará casi en los huesos. Por cierto, que Marc Clotet hace una interpretación soberbia de Diego, que resulta en todo momento creíble.
Cuando pasan los cuatro años los aliados invaden París para liberar al pueblo francés de los nazis. Estos tienen la orden de matar a todos los prisioneros, pero el coronel impide la ejecución de Diego porque le ha ayudado con el ajedrez a matar el tiempo de aburrimiento en la prisión.
Entonces Diego va a su antigua casa y allí no hay nadie desde hace dos años. Una vecina le informa de que marcharon a Burdeos y hacia allí se dirigirá Diego. Anda durante 500 kilómetros y los 40 siguientes los hace en una camioneta de uno de los viticultores de la zona.
Hasta aquí puedo contar de la película. No diré qué pasará con los personajes, no diré cuál es el final de la relación entre Marianne y Diego, no diré si Margaux reconocerá a su verdadero padre Diego y no Pierre, etc…

Sí diré que la película se torna muy emotiva, no sensiblera, y casi me hace llorar, algo que sabéis que me da mucha rabia porque no me gusta llorar ni para expresar alegría.
Es una pena que la sala estuviera casi vacía y más aún en uno de los tres días de la Fiesta del Cine ( 8, 9 y 10 de mayo), cuando la entrada costaba 2.90 euros.
Yo se lo achaco siempre a la falta de publicidad. En la cadena 2 de Televisión Española vi un amplio reportaje en Días de cine sobre la película que ha sido lo que me ha animado a verla, además de mi querido ajedrez.
Recuerdo ahora otras películas sobre el ajedrez como la excelente “En busca de Bobby Fisher”, sobre el genio norteamericano de este deporte intelectual y de astucia.
La ambientación está muy lograda y los actores están estupendos, sobre todo, insisto, Marc Clotet, del que señalaré algunas declaraciones al final de esta crítica.
El vestuario es muy apropiado y con lo mínimo se construye una estupenda película que desgraciadamente, como tantas otras, pasará sin pena ni gloria por la cartelera.
Yo le concedo cuatro estrellas porque me parece muy buena.

Respecto a las declaraciones de Marc Clotet están hechas a la revista Mk2 Sofilm. Marc confiesa que el ajedrez es un juego fascinante y lleno de posibilidades cinematográficas. Admite que la película El jugador de ajedrez es muy buena y que le resulta fascinante la relación entre el coronel y Diego porque es una forma de salvar la vida de Diego y de dar sentido al absurdo de la vida del coronel en la prisión. Él dice que añadiría a la película sustos como en las películas de terror, cosa que yo creo innecesaria. Marc señala que de no haber sido él Diego en la película hubiera escogido, entre otros, al actor francés Vincent Cassel, y como Marianne a Anjela Nedeyalkova. Dice también Marc que él hubiera metido algo de gore, algo que yo considero también innecesario. Finalmente señala las partidas de ajedrez de la película como partidas de supervivencia, que pueden acabar cuando acabe la propia vida.
En definitiva una película más que interesante que recomiendo. Id a verla pronto porque no va a durar mucho. Salud y suerte.

Calificación: 



José Cuadrado Morales

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