Decía
Marshall McLuhan que los medios de comunicación no se sustituyen
sino que se acumulan. No se matan los unos a los otros. Continuamente
están surgiendo nuevas formas de comunicación. Una de las que más
aceptación ha tenido es el whatsApp, una forma muy sencilla y cómoda
de comunicación que pone en contacto a las personas y permiten el
envío de mensajes de una forma muy rápida.
Decía
una amiga que hablaba ahora más con su hijo a través de los
whatsApps que cuando estaba en su casa conviviendo con ella. Hemos
llegado aquí a un punto de exageración, pero en ningún caso los
whatsApps fomentan la deshumanización de las relaciones humanas,
sino que las enriquece. Aunque mi amiga se relacione más con su hijo
ahora a través de ellos que cuando estaban conviviendo juntos. Es la
vida, que avanza y se van transformando las formas de relacionarse
las personas.
Yo
por ejemplo me relaciono mucho con mi hijo ahora por medio de los
whatsApps. Estamos en permanente contacto. Es muy bonito y muy
emocionante recibir por las mañanas unos buenos días cariñosos de
mi hijo que me dan mucha alegría. Demuestra que mi hijo se acuerda
de mí. Igual pasa por las noches, cuando nos damos las buenas noches
y así estamos todo el día en contacto. Evidentemente yo le contesto
a todos los whatsApps y la comunicación es fluida y casi mágica.
Estamos tan tranquilos y de repente suena el pitido de que nos llega
uno. Y es muy hermoso. Salvando las distancias es como la
comunicación por chats en internet. Yo nunca lo he practicado porque
no tengo ordenador, pero sí tengo móvil que me permite whatssear.
Y
es una forma de comunicación muy sencilla con amigos que están
lejos. Yo whatsseo por ejemplo con una amiga que vive en Méjico,
pero que es cubana. Mantenemos una relación fluida que nos permite
compartir nuestros poemas, nuestros libros, nuestros proyectos, todo.
Es muy fácil y rápido. Es muy raro que un whatsApp sea lento. La
velocidad es muy importante. La inmediatez. Escribir whatsApps es
como escribir pequeñas cartas. Y más en mi caso como dice mi hijo
porque siempre me están indicando que escribo unos whatsApps
excesivamente largos. Debe de ser un vicio de escritor.
Los
whatsApps me permiten enviar noticias inmediatas, como si fuera una
llamada de teléfono pero más rápida. Cuando tenemos necesidad de
dar un pésame, una felicitación de cumpleaños o de santo y muchas
cosas por el estilo recurrimos a ellos que es una forma rápida de
cumplir, de estar a bien con amigos y familiares. El whatsApp une a
las personas, no las distancia. Hay cosas más frías evidentemente,
pero el whatsApp yo diría que es un medio de comunicación cálido
que nos permite una relación continua y constante, saber de
inmediato muchas cosas que tardarían mucho en llegar por carta e
incluso por teléfono.
Los
whatsApps tienen además el encanto de los emoticonos, pequeños
simbolitos que añaden alegría a los textos. Los hay de muchos
tipos. Yo siempro acompaño mis whatsApps con algún emoticono. Yo
digo: Hoy en el móvil es el día de lo que toque ese día. Por
ejemplo hoy es el día de la introspección y pongo dos manos unidas
en señal de introspección, de profundo recogimiento para
reflexionar sobre uno mismo. Los hay que se unen al juego y me
contestan con el emoticono del día y otros pasan del tema. Como yo
digo siempre, el tema es libre. Quien quiera unirse al juego que lo
haga. Quien no, la cuestión es completamente libre.
A
veces los whatsApps son sólo emoticonos. Una cara sonriente puede
ser síntoma simplemente de alegría, de expresar una buena actitud
hacia otra persona, o hacia algún acontecimiento que haya ocurrido.
Es muy bonito. Yo antes no sabía nada, pero empezó a enseñarme mi
hermana pequeña y después quien ha sido mi maestro fundamentalmente
es mi hijo, que me ha enseñado un montón de posibilidades.
Los
chats crean a veces grupos de usuarios que se comunican
colectivamente y es muy bonito porque se crean grupos de amigos que
se relacionan conjuntamente, se dan información a la vez en un solo
instante. Es muy bonito. Yo participo en un chat colectivo que se
llama The Minds, traducido como Los Mentales. De momento somos cuatro
personas. Estamos siempre en contacto, nos damos siempre las buenas
noches y los buenos días, nos felicitamos, quedamos para vernos a
través del chat y un largo etcétera de cosas.
Yo
soy un poco reacio al uso de ordenadores y de hecho sigo sin
ordenador en el mundo de la informática. Pero soy un ardiente
defensor de los whatsApps que me permiten esta cálida cercanía,
esta fluidez de amistad, esta humana forma de estar en contacto y
tener una cercanía profunda entre las personas.
Con
los whatsApps también se pueden enviar poemas y otros textos
literarios. Es muy bonito porque así comparto mis trabajos
literarios con los amigos. Es una carta rápida insisto como yo digo.
Escribo algo y lo mando de inmediato, haciendo más humana la
creación literaria. Es muy bonito porque la inmediatez hace que la
comunicación enriquezca las relaciones humanas.
Los
whatsApps si no se quiere no se borran y se pueden releer todas las
veces que se quiera sin ningún problema. Es algo muy bien que es
fenomenal. Es como una vieja carta aparcada en un rincón a la que se
recurre de vez en cuando para recordar algo que en su momento nos
llegó, nos caló profundamente en el alma.
Los
whatsApps sólo tienen ventajas. No les encuentro en ningún momento
inconvenientes. A veces hay personas que descuidan la ortografía y
envían whatsApps con muchas faltas. Esto no me gusta como persona y
como escritor que soy. Yo he aprendido a utilizar bien mi móvil para
no cometer faltas de ortografía. Las posibilidades de los whatsApps
son ilimitadas.
Desde
aquí defiendo el uso de los whatsApps, usar este instrumento de
comunicación que acerca maravillosa y sencillamente a las personas.
Salud y suerte.
José
Cuadrado Morales