Dicen que tener mascotas es algo terapéutico. Sin duda yo no
puedo quejarme en ese rubro pues mi hermana tiene varios animalillos.
Los más impresionantes son: Sultàn, mezcla de mastìn, es
negro como carbón y tiene un ladrido gutural que asusta al más valiente; Susi
también es mastín pero de pelaje canela con manchones blancos, super inquieta,
y líder nata , sobretodo a la hora de comer; Tina es una coker negra y ciega ,
que ha perdido algún diente por causa de Susi, es la más mimosa, ladra
poquísimo y me sigue a todas partes. Como anécdota están los aullidos tipo
borinal que hacen los tres cuando pasa el camión del super y toca su peculiar
bocina, supongo que les resulta molesta
y por eso arman semejante escándalo
sonoro.
También están las gallinas, 4 andaluzas de tono rojizo, y
las leonesas, 2 pardas y 2 negras, y un gallito multicolor con plumaje
brilloso. Los pavos por su parte tienen bien merecido el nombre porque dejan
que las gallinas dominen a la hora de comer o subirse al madero alto para
dormir; dos de ellos han caído accidentalmente en la piscina de puro zonzos que son y otro ha enfermado de “moquitos” siendo así
candidato firme para la próxima cazuela , según mi hermana. También hay varios pajarillos, como el jilguero pequeñito al que aún no escuché
cantar, pese a que lo visitan gorriones y verderones cuando van a tomar agua del
balde que está bajo su jaula , y un canario que canta mejor que Plácido
Domingo.
Obviamente hay favoritos entre la variada fauna casera, como
Plumita, una gallina dócil y confianzuda, que salta a mis rodillas procurando
pellizcar algo de lo que yo estoy comiendo en el huerto, sea pan o fruta.
También Tina es especial para mí por lo
que tiendo a jugar y protegerla más ; y resulta asombroso lo bien que se
orienta pese a ser ciega éste mini-zoo casero es relajante pero implica ciertas
obligaciones como limpiar el gallinero y los excrementos perrunos, darles de
comer, bañarlos y ponerles productos anti-garrapatas, y sobretodo cuidar que no
se escapen cuando se abre el portón de la calle.
Pasados dos meses,
una gallina se puso clueca y nos regaló seis pollitos, 2 negros, 2 grises, 1
café y el más inquieto de tono cremita, es un espectáculo ver cómo imitan a la
madre en todo: sorber el agua, limpiarse el pico en la arena, picotear el
pienso, etc. Ahora estoy pendiente de otra gallina guarona que está incubando 9
huevitos
En lo personal , resulta relajante poder hablarles o
hacerles una caricia, pues parece más
fácil la comunicación con ellos que con las personas. No tendrán inteligencia
pero sin duda tienen sensibilidad.
Rosa
Está claro, Rosa, los animales dan tanta alegría y nos hacen tanta compañía que merece la pena el esfuerzo que a veces hay que hacer en cuidarlos. Puedes pasar horas mirándolos, y ¡son tan listos! Hay que tener una sensibilidad especial para saber disfrutar de eso, así que aprovéchala. Un abrazo
ResponderEliminarQue historia, mas bonita, a mi me gustan mucho los animales. Relajan mucho el acarisiarlos, y dan compañía.
ResponderEliminarUn Saludo Ludi
Gracias por sus comentarios, totalmente compartidos. Pronto volveré a dedicarle unas frases a mis animalitos ,por todos los ratos lindos que nos regalan.Rosa
ResponderEliminarEres muy afortunada de poder estar en un lugar en el que convivir con animales. Enhorabuena.
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