lunes, 26 de mayo de 2014

VILLAVERDE DEL RÍO, MI PUEBLO.

Villa verde    debe  su  nombre  a   que  esta  cerca  de   sierra  Morena y hay  muchos   bosques   llenos de castaños, encinas, etc.… también  pasa  por allí  el Guadalquivir de  ahí   su   nombre, Villa Verde.  Destacan  sus  fiestas  como  Los  reyes  magos,  que  son los mas  bonitos  de  la  comarca,  la semana  santa  y tambien  la romería  de la  Virgen  de  Agua Santas  que es de la mas antiguas  del  lugar. Empezaremos primero  por  los  Reyes  de  Villa  Verde,     todos  los  años,  muchos  antes de que  llegue  la  navidad,  empieza  por el pueblo  a  salir en coche   con el altavoz   para  que  la  gente de cosas para la tómbola  y de esos  beneficios  o sea del dinero  recaudado, se hacen las carroza  de los reyes magos  en la que coopera la gente del pueblo. La Semana  Santa  de Villa Verde  solo  se vive  los viernes santo solo hay dos cofradías  la  Virgen de los Dolores  y el sepulcro  que  también  va acompañado  de nazarenos.
Ese día  es  importante para el pueblo. La  Romería  de Villa Verde  es muy  vivida   y esperada  desde  la mañana   cuando  se   ve  el discurrir de  la gente  del  pueblo  de un lado para otro    hasta   que  la  comitiva sale  desde  la  iglesia Purísima  Concepción y después por la calle Polvillo  hasta salir a la carretera  y ya  camino  del  convento , una  vez  que  están  allí  se escucha  la  misa  y después  la  gente  va y viene de una caseta  a otra  y disfruta de  la  romería   a  las  20:00h  vuelven  ya de regreso al pueblo  ya  de  noche. Los  villaverderos son  muy devotos de la virgen de Aguas Santas aquí os dejo la leyenda que he encontrado en su Web.
“Pastoreaba Juan Bueno un hato de cabras en estas estribaciones de Sierra Morena con ocasión de una gran sequía en que desaparecieron fuentes y arroyos. Estando durmiendo la siesta, sueña con manantiales y ríos caudalosos cuando le despierta ruido de agua. No acaba de creérselo. Una caudalosa fuente ha brotado bajo una peña y su sediento ganado bebe de ella. Se acerca él también a satisfacer la sed y al cabo del tiempo descubre una pequeña imagen que ha aparecido con la fuente. Creyéndola una muñeca, la guarda en su zurrón. 
Cuando llega al pueblo al atardecer, entra en la taberna y allí la empeña a cambio de un vaso de vino. La tabernera la guarda bajo llave en el arca para que no la cojan sus hijas y al venir Juan Bueno a la mañana siguiente con dos maravedíes a desempeñarla, la muñeca ha desaparecido del interior del arca. Piensa el pastor que la tabernera quiere quedarse con ella y se va muy enfadado con su rebaño. Al llegar al lugar de la aparición se alegró al ver la fuente, pero más aún cuando descubrió que sobre la peña estaba su muñeca. Se preguntaba cómo habría llegado hasta allí y , tomándola en sus manos, por comprobar de qué materia estaba hecha, la golpeó por tres veces con su cuchillo en la espalda, brotando al instante tres gotas de sangre. Se le abrieron entonces los ojos, y comprendiendo que no era muñeca, sino Imagen de María la Virgen, corrió al pueblo y, contando el milagro, acudió toda la gente al sitio de la aparición, admirándose de la fuente y de la Imagen. El cura y las autoridades dispusieron llevarla en procesión a la Iglesia Parroquial.Pero al igual que la Imagen había desaparecido del arca de la taberna, también se vuelve aquella noche de la parroquia al lugar de la aparición. La toman entonces y la llevan a Sevilla, narrando el pastor al arzobispo lo sucedido.
 El prelado envía notarios al lugar de Villaverde y manda guardar la Imagen y el cuchillo de Juan Bueno en un arca de plata dentro del Sagrario. Vueltos los notarios confirmando ser todo cierto, determinó el arzobispo dedicarle a la Imagen una capilla en la Iglesia Mayor; pero al ir a buscarla al Sagrario para trasladarla en solemne procesión, no encuentra en él más que el cuchillo. Manda entonces prender a Juan Bueno y éste asegura no haberla cogido, pero sí saber dónde se encuentra, ya que antes había ocurrido lo mismo otras dos veces. Envía de nuevo el prelado a los notarios al lugar de la aparición, ordenándoles que si hallan a la Imagen allí, no la traigan, pues sería voluntad de la Madre de Dios permanecer en aquel lugar.
Comprobando ser cierto el testimonio del pastor, el arzobispo ordena edificar en el sitio de la aparición una ermita donde sea venerada esta Imagen de la Virgen, que desde entonces es llamada de AGUAS SANTAS”
Yo  me  siento villaverdero  y  veía la fe de mi abuela y  de mi  tía  que quieren   mucho  a la  Virgen  de  Aguas  Santas     

Miguel Ángel Martín             

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