lunes, 26 de mayo de 2014

MOMENTOS DUROS Y RECUERDOS TIERNOS

Esta Semana Santa ha sido muy dura para mi y mis hermanos porque es la primera que pasamos sin mi madre. Ella murió el 18 de octubre, día de la Esperanza, con cerca de 90 años. Mi madre siempre fue muy cofradiera y cuando éramos chicos nos llevaba todos los años a verlas; mis dos hermanos y mi padre salían en la hermandad de la Candelaria que procesiona el Martes Santo en Sevilla. Ella siempre nos llevaba delante y podíamos verlas casi todas porque en aquel tiempo no había tanta gente en Sevilla y nos encontrábamos con parientes, amigos y conocidos. Mi madre todos los años hacía exquisitas torrijas que son dulces de miel. También comíamos pestiños que nos mandaba una tía mía. Pues bien, cuando íbamos ya de recogida y al volver una esquina de la calle en que vivíamos ya no podíamos más con el cansancio mi padre siempre me cogía en brazos. Cuando llegábamos muy satisfechos pero enormemente cansados siempre decíamos: ahora la puntilla, que eran cuatro tramos de escalera que teníamos que subir hasta llegar al piso. Pero al día siguiente estábamos descansados y dispuestos a salir para ver más pasos.

Reyes

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir tu historia y mucho ánimo, Reyes. Un abrazo de tus compañeros de Calatayud

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  2. Qué bonitas tus palabras... lo bueno es que siempre tendremos nuestros recuerdos, y así podemos revivir a nuestros seres perdidos...

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