Ahora son fechas claves para los estudiantes universitarios.
Empiezan los que se llama las semanas blancas, en las que no hay clase pero
porque hay exámenes de los cuatrimestres. Son días importantes. El alumno se
juega su curso académico. Y ese es mi caso. Ahora estoy de exámenes y estoy un
poco agobiado. Yo hice el acceso a la universidad para mayores de 25 en el 2004
y hace bastante tiempo que no me examino
de nada. Lo cierto es que he tenido dos parciales para eliminar materia
y eso me ha servido como entrenamiento. Pero la incertidumbre que genera un
examen siempre esta ahí.
Yo tengo que examinarme de tres asignaturas que son de las
que estoy matriculado. Tengo un examen por semana de aquí al 4 de febrero. La
verdad es que he tenido suerte por qué al estar tan separados uno de otro puedo
recuperarme e incluso tomarme una tarde libre antes de continuar estudiando.
Lo cierto es que tengo una gran sensación de inseguridad. No
puedo decir que me sienta preparado para los exámenes. No he estudiado lo
suficiente y pensaba, en mi angelical pensamiento, que nunca iban a llegar los
cuatrimestrales. Vivía en un mundo feliz en el que la exigencia destacaba por
su ausencia. Ahora esto me pasara factura y lo único que puedo hacer es
afrontar las consecuencia s y hacer todo lo posible por que el día de examen
estar lo mas preparado posible y no ponerme nervioso y intentar aprobar con un
poco de suerte.
De las tres que estoy matriculado una de ellas se me ha dado
mejor durante el curso. Esa puede que la apruebe. No se cual será el resultado
de los exámenes pero dentro de lo peor podría ser optimista y de las tres
aprobaré alguna.
Pero si a pesar de todo no apruebo ninguna no importa. Lo
importante es que estoy consiguiendo objetivos que antes me parecían inalcanzables.
Estoy acudiendo a la facultad cuatro días por semanas. Estoy
aprendiendo, por lo menos un poco, que eso es lo importante y cojo el autobús
todos los días.
Lo único que no he conseguido de una manera adecuada ha sido
el relacionarme con los demás. Escribí un artículo en el que asumía toda la
responsabilidad y me tildaba de “capullo integral”, pero yo he puesto mucho de
mi parte y creo que no toda la
responsabilidad ha sido mía.
Así que nada, a procurar hacerlo lo mejor posible y a
intentar aprobar el máximo de las asignatura
sin tener miedo a suspender. Los que aprueba o los que suspenden son lo
alumnos y no tengo que culpara a nadie mas que a mi. Ahora bien, lo que tengo
que revisar es mi manera de estudiar y las horas que le dedico para no sentirme
tan agobiado. Que la suerte me acompañe.
Pedro