Mi
padre era de Pruna y mi madre era de Fuente de Cantos, un pueblo de
Badajoz . Mi padre estaba haciendo la mili en Sevilla y mi madre se
vino, con 18 años, a Sevilla a trabajar como interna con un
matrimonio con hijos. Vivía cerca del cuartel de mi padre, mi madre
sacaba todos los días a los niños de los señores a un parque. Mi
padre se fijó en mi madre y tanto le gustó que los seguía a diario
por el parque y de tanto verse se enamoraron.
Cuando
mi padre acabó el servicio militar se casaron y se fueron a vivir a
Pruna a casa de mis abuelos. En la casa vivían también los cinco
hermanos de mi padre, Pedro,Salvador, Juan Manuel , Carmen y José,
allí estuvieron varios años. Allí nació mi primera hermana y le
pusieron Carmen como a mi abuela.
Después
se fueron a vivir a la finca el Caudete, entre el Viso del Alcor y
Carmona donde mi padre trabajaba como guarda jurado. Allí tuvieron
14 hijos más, seis se murieon con pocos meses. El dueño de la finca
era don Felipe, buena persona, siempre le regalaba un cochino a mi
padre para la matanza, cuando se acaba uno le regalaba otro. Por
suerte y gracias a D. Felipe, no pasamos hambre, al jubilarse mi
padre, compraron una casa en Mairena del Alcor.
Mi
padre, aunque buena persona, tenía muchos vicios, le gustaba jugar
a las cartas, bebía mucho alcohol y era muy mujeriego. A pesar de
todo era muy cariñoso y besucón con los hijos. Mi madre fue ama de
casa y se encargó de criar a tantos hijos.
A
los 51 años Padre cayo enfermo, todavía recuerdo que con 7 años,
yo su hija Mari, vi como se cayó al suelo subiendo una cuesta, fui
corriendo a ayudarlo y cuando le cogí las manos le mire las uñas,
las tenia moradas.
Mi
madre y mi padre estaban siempre discutiendo, dando voces, gritando,
una noche mi hermana y yo nos levantamos y en la escalera nos liamos
diciéndoles -¡Mamá, Papá no os peléis más!.
Cuando
murió mi padre todo cambio, pero a peor, mi madre se tuvo que poner
a trabajar para darle de comer a tantos niños pequeños. Cuando ella
no estaba nos cuidaba una de mis hermanas mayores que tenía 15 años.
Mi
madre guisaba lentejas para 3 días y por la noche cenábamos huevos.
Todos
los días merienda café con leche y pan con migas, a veces, las
menos, galletas María. Recuerdo que cuando tenía 13 años llevaba
los zapatos con la suela llena de agujeros y cuando llovía me
mojaba los calcetines y si había piedras, me las clavaba todas.
Yo
quería mucho a mi padre, recuerdo un día en que nos subió en sus
rodilla a mi hermana y a mi y después de besarnos con mucho amor se
puso a llorar. Mi madre no nos besaba tampoco nos abrazaba, tenía
muy mala lengua, que Dios me perdone, pero yo quise mas a mi padre.
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