Me
llamó la atención el otro día un artículo de opinión en el
Diario de Sevilla a cuenta del origen del toreo moderno, comúnmente
atribuido a Juan Belmonte, pero que el articulista del que escribo lo
atribuye fundamentalmente a Joselito el “Gallo”. Se describe que
Joselito, en su plena madurez, va creando en su cabeza una concepción
del toreo más pausado, ligado, con menos polverío, lo que dio en
llamar después la crítica “sobre las manos”, fijando los pies
en el suelo y dando vueltas el toro alrededor del diestro. Pero para
ello se necesitaba forzosamente un tipo de toro sobre todo más
obediente, más noble y fijo en la muleta, y para ello , Joselito en
sus múltiples tentaderos iba estudiando y sugeriendo a los ganaderos
una selección de aquellos animales que tuvieran sobre todo “fijeza”y
“obediencia”, con los que empezaría a entrever y desarrollar ese
toreo nuevo. A estos tentaderos asistía normalmente “Chicuelo “
cuya importancia fue capital posteriormente, como veremos ; no queda
claro en el artículo el papel en todo esto de Belmonte,
entendiéndose que no estuvo en la génesis , en la concepción de
esta nueva forma, pero una vez creada, sí fue lógica y
legítimamente , quien llevó esta técnica nueva de entender el
toreo, a sus últimas consecuencias,perfeccionando la quietud y el
estoicismo delante del toro, siendo considerado comúnmente como el
padre del toreo modernoChicuelo: asistía a los tentaderos con Joselito, con lo que le cogió el aire y las ideas nuevas.
Al morir el genio en Talavera no pudo desarrollar lo que llevaba en la cabeza, por lo que fue Chicuelo quien mostró al público en las plazas esa las formas nuevas, destacando el autor del artículo un episodio; fue en México donde ayudado por la mayor pastoñez y suavidad de los morlacos de allí, creó algunas faenas tan ligadas que los críticos dijeron que nunca más se vería cosa igual en el mundo.
Así, hay varios factores que confluyeron a crear el toreo moderno : la capacidad casi científica e inquietud de Joselito por hacer algo nuevo, más estético y peligroso, unido a la colaboración de los ganaderos en la selección del tipo de toro apropiado, más “colaborador”, la impronta de Chicuelo en algunas maravillosas faenas, y cómo no, la rotundidad y regularidad del gran Juan Belmonte.
Diego
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