martes, 30 de octubre de 2018

CUANDO LOS CELOS SE DESBORDAN (segunda parte)

Estaba en como se iniciaron los celos en mi relación de pareja: contaba que desde que mi novia me contara que su compañero de trabajo no quería a su novia de verdad, a pesar de que estuviese con ella de novio, no dejé de pensar por momentos que clase de persona podía ser. Los celos surgieron como cuento más en casa que cuando estaba con ellos de visita en su trabajo. Entonces me dio por vigilarla.
Eso son los celos. Y no. Durante el tiempo que estuve sin fumar por una promesa a ella, seis meses, llegó el día en que desfallecí, a los tres meses. Decidí volver a fumar y me dirigí a una cafetería-pastelería que había cerca de mi casa a comprar tabaco. Cuando ya había sacado el tabaco apareció ella tras de mí: - "pero que estas haciendo", creo recordar que me dijo. De manera que tiré el paquete de tabaco y conseguí estar otros tres meses sin fumar. En total seis meses.
La alegría que desprendían los dos cuando estaban juntos influyó. Ella era muy alegre la mayor parte del tiempo y eso era algo muy positivo para mi pero en las circunstancias en que estaba fue negativo. Como decía ella  que había que disfrutar del sexo hasta “hacer palmas con las aletillas del chochete”, eso según me dijo se lo había dicho su compañero de trabajo. Contaré más tarde a que se debían estas ganas, pues influyó también en que aparecieran los celos.
Como decía empecé a vigilarla con el cuerpo descompuesto la mayor parte de las veces. En el momento en que se dirigía mi novia a su trabajo, sin hacer un cálculo preciso para estimar esos momentos pues no sabía con exactitud sus horarios, empecé a irme un par de días a los Jardines de Cristina a esperarla verla pasar en moto( también tenía coche) como logré ver un día. Los momentos en que se viven los celos son confusos y no se atina con muchas cosas. Puede más el malestar que la lucidez mental y la tranquilidad. La vi pasar  y esa noche me quedé tranquilo.
Pasaban los días y los celos iban y venían.
Al cabo del tiempo volvieron a surgir los celos y entonces decidí vigilarlos a los dos desde un lugar cercano a su trabajo mientras trabajaban. En esta ocasión se trataba de los jardines de enfrente del super 24 horas, los Jardines del Príncipe en los Remedios. De noche no había allí nadie. Y la zona daba casi frente a la puerta en que estaba la caja en la que trabajaba ella.

Jesús.
      

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